capítulo 5

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-Si señora evangeline, que pasa- preguntó intrigada la joven-

-¿Recuerdas el joven que ahora está comprometido con mi hija?

-Claro, el muchacho al que usted ayudo como a mí

-sí, exacto...  Bueno, él... No sé como decirlo. Pero su historia es muy similar a la tuya.

-¿Como se llama él?- preguntó inquieta victoria-

-Deja que te cuente con calma.
Peter, así le decíamos cuando no sabía ni su nombre. Cuando peter llegó a esta casa, no sabía nada de sí mismo, el unico recuerdo que ocupaba su mente era  la trágica noche que lo dejó en ese estado.

-¿y que le sucedió a él, cual fue ese trágico momento?

-sus padres murieron. Cuando regresaban de un largo viaje, a solo unos cuantos días de llegar a su casa, una fuerte tormenta arrasó con el gran barco en el que venían. Peter decía que en medio de todo, del pánico y el aparatoso accidente, escuchaba gritos de una mujer y un hombre. Ellos le pedían que se salvara y que cuidara de sus hermanas. Esa noche en alta mar sus padres murieron, y el lo presenció. El joven peter por poco muere, pero de alguna manera la vida lo favoreció. Después de la tormenta, peter fue rescatado por un barco que por allí pasaba, y unos días después de reponerse comenzó a trabajar en el navío. El pobre no recordaba nada, dejaba que hicieran con él lo que gustaran, hasta que el barco atracó aquí, en América.

-Se... Señora evangeline... Él...

-Cuando el barco atracó, el abrumado peter salió de allí sin rumbo alguno, y llegó hasta el parque en el que te encontré a ti. Pasaron varios meses antes de que él pudiera recuperar su memoria.

-Necesito saber como se llama-Dijo victoria con sus ojos cristalizados-

-Dame un segundo, no te muevas, iré por algo- dijo la señora poniéndose de pie-

Victoria solo la miró, y dejó que sus lágrimas comenzaran a caer.

-tiene que ser él...-pensaba la joven-

Segundos después llegó evangeline con un álbum fotográfico en sus manos, del cual sacó solo una foto.

-Quiero que veas esto querida -dijo la mujer entregando la foto a victoria-

-Es... Es patrick- dijo casi sin aliento y con su cara empapada en llanto- es mi hermano- decía tapando su boca

-Tan pronto me contaste tu historia, comencé a sacar mis conclusiones, no pueden haber dos relatos tan parecidos. Cuando él me dijo que iría a buscar a su hermana victoria...

-¿Él fue a buscarme, por qué no me lo dijo antes? -dijo aun llorando-

-Al principio pensé que sólo eran coincidencias... Tu nombre, y el parecido que tienes con él. Solo hasta hoy logró entenderlo bien todo. Estoy tan sorprendida como tu, no pensé que yo fuese la persona encargada de salvarlos a ambos, mucho menos llegué a pensar que estuvieran unidos

-Mi hermano está vivo gracias a usted señora evangeline, eso es.. Algo que simplemente no voy a tener con que pagarle. Pero, él tiene que saber que estoy aquí, que los busco también -Dijo ella poniéndose de pie rápidamente-

Tan pronto Victoria se levantó, una fuerte contracción se apoderó de ella haciendo que casi caiga al suelo. El dolor era tal, que la joven no logró ponerse nuevamente en pie

-Victoria, niña, que te pasa -preguntó asustada evangeline mientras la sostenía-

-es el bebé, creo que va a nacer -pronunciaba con dificultad a la vez que trataba de mantener bien la respiración-

-iré por el médico, no tardo, por favor aguanta niña

Evangeline salió de su casa rápidamente, él médico vivía solo a una cuadra de su casa, por lo que pudo ir por él en un breve momento. Aunque evangeline no era una mujer de muchos amigos, en su pequeño circulo, siempre contaba con las personas necesarias, como en este caso. Y en menos de lo que pensó estuvo de vuelta con victoria

-yo se que puedes ayudarla, va a tener un bebé

-Señora, evangeline, necesito.... Buscar a mi hermano, necesito que esté aquí -dijo en un grito desgarrador la joven-

-Niña, ya vendrá, ahora solo importan tú y tu bebé

-eva, ayudame a ponerla en una cama -dijo el doctor mientras tomaba a victoria por un brazo-

-Claro que sí, vamos

Con calma llevaron a la dolorida y desesperada joven hasta uno de los cuartos del piso bajo, allí se llevó a cabo el nacimiento del bebé. Horas después del proceso el doctor habló con un tono eufórico

-felicidades, es una linda niña, una niña preciosa- dijo  el doctor mientras la cargaba, la limpiaba y la abrigaba para dársela a su madre-

-querida, es una niña muy bella -comentó evangeline al verla-

Un momento después él medico entregó la bebé a su madre

-pequeña mía, por fin estás conmigo, bienvenida a casa -dijo victoria a su hija acariciando una de sus pequeñas manitas-

-¿ ya ha pensado un nombre para ella?- preguntó el doctor-

-sí, se llamará esmeralda -contestó la nueva madre con una sonrisa-

-es un nombre hermoso en verdad -dijo el doctor- Bueno, mi trabajo ha terminado, ahora me voy

-muchas gracias, por haber venido Simón, te acompaño a la puerta - dijo evangeline- vuelvo en un momento querida

Victoria estaba feliz con su pequeña hija, no había visto a una chiquita tan bella.

-ahora hijita mía, nada nos va a separar, eres mi felicidad esmeralda, y te prometo que nada va a faltarte.

VOLVER (¿y si te quedas qué? 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora