Capitulo 22

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Las semanas comenzaron a correr rápidamente, y las cosas con rosaline, la prometida de patrick, continuaban empeorando, pues para victoria y para christian era cada vez más incómodo compartir con ella y aguantar cada mirada, cada palabra, cada gesto dirigido al marqués con un deseo notable. Patrick había optado por continuar con ella como si nada, estaba realmente enamorado y temía perder a la mujer que lo había ayudado a recuperar su vida, sin embargo y a pesar de esto, era consciente de que a rosaline le pasaba algo con su amigo, la mujer era evidente y él tenía más que claro que en algún momento toda su fantasía iba a terminar.

Victoria y el marqués por su lado, trataban de continuar con la vida hermosa y tranquila que llevaban antes de que la joven rosaline llegara a invadir cada espacio de su mundo. Pero era claro que no tendrían paz hasta que ella se marchara. Evangeline siempre estaba al lado de victoria y aunque notaba el terrible comportamiento de su hija, quería pensar que era una buena joven, no una interesada que se iba por lo superficial. La pequeña esmeralda amaba cada día más a toda su inmensa familia, para ella era vivir en un cuento de fantasía. 

Rosaline y fredrick continuaban llenos de emoción y felicidad por estar esperando a su hijo, pero la angustia los invadía en los momentos en los que victoria y christian tenían leves enfrentamientos por culpa de la prometida de patrick.

Así fue pasando el tiempo  y la familia del marqués cada día estaba más inestable.

-Bueno, ya va casi un mes desde que estamos aquí mi madre y yo, y todavía no he podido separar a christian de victoria. Creo que es momento de comenzar a actuar de acuerdo a lo que he planeado -dijo rosaline mientras veía desde su cuarto al marqués abrazado de victoria-

-Linda, te gustaría ir a dar un paseo con rosaline, fredrick y evangeline? -le preguntó patrick desde la puerta-

-Oh no querido, prefiero quedarme aquí con victoria y la  niña

-Está bien, iré a ver si christian desea ir con nosotros. -dijo él, y cerró la puerta a su partida-

Rato después de que la familia hubiese partido, victoria y la pequeña esmeralda se encerraron en la sala de juegos que el marqués había hecho especialmente para esmeralda. Mientras madre e hija jugaban plácidamente rosaline llegó a interrumpir

-Pero que linda es esmeralda, la quiero como si fuera hija mía -dijo rosaline acercándose a la niña-

-Que quieres, pensé que habías ido con los demás, como christian está con ellos, pensé que aprovecharías el momento que tenía sin mi-  respondió victoria alejando a la niña de la mujer-

-ay querida, no tengas miedo, no pienso robarme a la pequeña, solo quería cargarla un rato-

-Bueno rosaline, de ti no sé que esperar, te has vuelto tan... descarada -dijo victoria mirándola de arriba a abajo- que ya de ti espero hasta lo más inesperado

-Victoria, me ofendes. Pero no te preocupes, entiendo tu inseguridad, christian aún no te ha propuesto matrimonio y bueno... debes pensar que quizá está con alguien más, y tu deber como su.... "prometida" -dijo la joven haciendo un gesto con sus manos- es cuidarlo, tratar de mantenerlo a tu lado.

-No temo por eso rosaline, sé que christian me ama y sería incapaz de hacerme algo tan bajo como eso

-Pues una nunca sabe cuñadita, son hombres y todos son débiles. Puede que quizá ame a alguien más

Victoria guardó silencio y recordó el día en el que se había enterado del compromiso que su amado tenía con otra  mujer. De repente sacudió su cabeza negando cualquier pensamiento negativo que a ella viniera y que tratara de confundirla.

-Y si tal vez christian tiene a alguien más -pensó victoria-

-Ay no linda, no es mi intención dejarte intranquila con mis suposiciones

-No te preocupes rosaline, es verdad que christian aun no me ha propuesto matrimonio pero creo que debe tener sus motivos. Ya llegará el momento

-Bueno querida, pero yo de ti estaría más prevenida -dijo la joven saliendo del cuarto-


Estas palabras generaron en victoria un leve nivel de intriga, inseguridad y temor. Ya una vez había perdido a su amado y no quería que esto volviese a repetirse, ahora a pesar de las pequeñas discusiones que estaban teniendo, eran una familia llena de amor, ahora esmeralda tenía a sus padres juntos y ella estaba más enamorada que nunca. Pero rosaline, logró lo que quería, sembrar en ella la duda. Llegada la noche, después de dejar a la pequeña en su cuarto, y después de que todos por fin había decidido que ya era hora de dormir, victoria en el cuarto con el marqués decidió indagar un poco

-Oye, cielo.. quiero saber algo -le dijo ella recostada en el pecho de su amado-

-Claro que sí, tu me puedes preguntar lo que quieras

-¿Por qué.. hasta ahora no nos hemos casado? nunca halamos de eso y bueno..

-Ay mi princesa -dijo el marqués besando la frente de su amada-  Por mi nos casaríamos ahora mismo, pero tu mereces lo mejor, y quiero que nuestra boda sea memorable, algo que ambos recordemos siempre y que todo londres recuerde como el evento más grande de toda Europa, pero sabes que la situación en el trabajo ahora no es la mejor, es por eso que aun no he hablado de esto contigo mi vida, porque sé lo mucho que te hace ilusión esto, pero ahora no puedo darte todo eso que te mereces. Solo dame unos meses, ya verás  que todo estará mejor y podremos por fin casarnos

-Ay mi hermoso caballero -dijo ella depositando un delicado beso en los labios del marqués- Me haces tan feliz, confío plenamente en ti y sé que todo va a mejorar. Eres el marqués de huntingdon, mi marqués, y puedes con todo

-Te amo victoria, me haces feliz solo con existir -respondió él-

Ambos durmieron  después de la cálida conversación abrazados el uno al otro

A la mañana siguiente rosaline, la prometida de patrick se acercó a victoria

-Y que tal cuñada, ¿como van las cosas con tu amado marqués?

-¿Por qué el interés rosaline? -preguntó victoria-

-Porque me preocupa tu bienestar linda

-Ya veo, bueno pues... todo va muy bien, christian y yo estamos mejor que nunca, ahora sé que todo llega en su momento, ya llegará el día en que nos casemos, de eso estoy segura

-Cuidado vicky, todos los hombres nos hacen escuchar lo que queremos, no dejes que christian te llene la cabeza con mil disculpas. -respondió rosaline, y luego se fue-

Y así de a poco la prometida de patrick sembraba cizaña en victoria. Pues no pararía hasta lograr su plan, separarla del marqués y tenerlo  a él rendido a sus pies junto con toda su fortuna y su hermosa hija. Rosaline había desarrollado una obsesión enfermiza con christian desde el día en que lo volvió a ver. La joven era de por si una mujer interesada, y después de haber compartido tanto con victoria y de saber tanto a cerca de él, sus ganas de conocerlo eran cada vez más grandes. Ahora que por fin lo tenía con ella bajo el mismo techo haría hasta lo imposible por conquistarlo y quitarle a victoria todo lo que ella nunca había podido tener

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