Capitulo 8

5.7K 205 15
                                    

__________

No podía creer lo que estaba viendo. Era mi padre. ¡Mi padre! El que creía no recordar. Por el que me culpaba por no recordar ni lo más mínimo de él. Mi padre, la persona más importante junto con mi madre y del que tenía millones de fotos guardadas en una lata de pastas de té

Todo lo que tenía a mi alrededor desapareció completamente y sólo pude prestar atención a aquella imagen. Ahora entendía por qué todo el mundo nos decía que nos parecíamos a mi padre. Siempre me pregunté por qué y ahora lo sabía

-Hola, mis queridas niñas-su voz era grave, pero su tono era dulce-Os preguntaréis qué hago haciendo este video, ¿verdad? Pues por una simple razón-hizo una pausa-Sé que mi profesión es peligrosa, ya lo he comprobado en varias ocasiones, pero hasta ahora no había sido consciente de cuánto-se tocó su vendaje-Me he dado cuenta de que, tal vez, las cosas puedan cambiar algún día. Yo no estaría aquí, con vosotras, y me iría sin decir muchas cosas que siento y que me gustaría decir ahora. Tal vez, esté exagerando y ahora me encuentre a vuestro lado en vuestro cumpleaños, en vuestra graduación o, incluso, en vuestra boda y esté haciendo el más absoluto ridículo,-se rió ligeramente. Su risa era angelical a mis oídos-pero no importa. Vosotras, junto con vuestra madre, sois lo más bonito y lo más preciado que he tenido en la vida. Todos lo días doy gracias a Dios por haber sido bendecido con esta familia: una maravillosa esposa y con dos traviesas, pero estupendas gemelas. Vosotras sois mi vida, las que hacen que todos los días quiera salir del trabajo como un loco para volver a casa y jugar a las casitas o a las mamás y a los papás con vosotras o para llevaros a la cama para contaros un cuento. Sois el regalo más preciado que tengo y, desde que nacísteis, he intentado daros todo lo mejor para vosotras. He intentado protegeros de todo lo que os ha querido hacer daño-hizo una pausa para coger aire-Lo que quiero decir es que si algún día falto, si, por alguna trágica razón, yo ya no estuviera a vuestro lado, quiero que sepáis que os quiero con locura y que estoy muy orgulloso de vosotras. Hagáis lo que hagáis con vuestra vida en el futuro, yo siempre estaré orgulloso de vosotras dos. Siempre seréis mis niñas del alma y os protegeré y os querré profundamente porque nadie os querrá tanto como os quiero yo. Y eso será para siempre. Esté o no esté aquí

De pronto, dos niñas exactamente iguales la una a la otra aparecieron en escena y se tiraron al regazo de mi padre, dándoles un enorme abrazo las dos mientras le besaban en ambas mejillas. Ambas llevaban una pequeña batita de color rosa con sus nombres bordados en el pecho. Tal vez, vendrían de la guardería. Él también las besaba con locura y amor, y no se quejaba a pesar del gran vendaje que tenía alrededor de su torso. Éramos nosotras. Mi hermana y yo

-¡Papá, papá! Hoy hemos hecho unas casitas con plastilina

-¿En serio, ________?

-Sí, pero Curro me las ha aplastado así-hizo como que aplastaba algo con el puño-Ha sido muy malo-dijo con la voz triste

-Y yo le he tirado un lego a la cabeza por romperle la casita a ________

-Pero eso no se hace, Eva. No se tiene que pegar ni tirar cosas a los demás

-Ya lo sé. La yaya Pepa y la sita Alicia me han regañado-la niña miraba al suelo arrepentida

-¿Lo volverás a hacer?

-No, papi

-Eso es, Eva. No se hace daño a los demás. Se lo dices a la señorita y ya está

-Es que no me hacía caso la sita Alicia

-Bueno, pero de todas formas no se hace eso, ¿vale, Eva?-su tono no era autoritario sino más bien cariñoso

-Vale-obedeció la niña

Conectada a ti 2: ¿Para siempre? (Harry Styles y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora