Cap 4: Princesa Solar. Part. 1

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Las arenas de entrenamiento Ra-Horak, también llamadas por los ciudadanos "canchas" eran el espacio de práctica de combate del gremio, no solo se llevaban a cabo entrenamientos entre iniciados, sino que también practicas entre veteranos y maestros para el deguste de los ciudadanos. Constaba de tres arenas elevadas del suelo con gradas personalizadas para cada una así como gradas comunales en las que se podía visualizar combates simultáneos si así se deseaba.

No era la primera vez que Diana entraba en estas instalaciones, como iniciada Ra-Horak había visitado en varias ocasiones estas "canchas" como estudiante, sin embargo una solo un par de veces participo ella misma en estos combates de entrenamiento y nunca había ido a observar un combate de entretenimiento.

Esta vez la arena principal estaba repleta, habían personas tanto en las gradas personalizadas y comunales, así como en los alrededores de la arena. Simplemente no recordaba haber visto tanta gente en las canchas... Ni tanta gente reunida en general, aunque quizás esto se debía a que nunca participaba en ningún evento ni nada parecido.

Esta vez serían realizados 3 combates, no de manera simultánea como se acostumbraba durante las prácticas, todos serían realizados en la arena principal. Había culminado ya uno de los combates pautados, nada fuera de lo común almenos para Diana, aunque al parecer al resto de ciudadanos les pareció sorprendente.

La única razón por la que ella se encontraba allí ahora mismo era debido a que Leona le había dicho que ella también tomaría parte en estos combates, era el único motivo por el que empujaba a las personas a su alrededor e intentaba acercarse a la arena tanto como podía... y también era el único motivo que necesitaba, era verdad.

No estaba entendiendo nada, primero la chica aparecía de la nada, una Rakkoriana que misteriosamente ahora estaba en los aposentos Solari, era extrañamente cercana al concejo y ahora estaba a punto de tener una batalla de práctica en conjunto con los respetadísimos y orgullosos Ra-Horak. No es como que le molestara el hecho, había agradecido al sol haberle conocido desde la primera noche, aunque no era creyente ferviente, aún sentía la necesidad de agradecer a algún dios y era el único que conocía. Pero sentía que esto era raro, o quizás era debido a su propia naturaleza que simplemente estaba pensando demasiado las cosas. Aun así...

-Ahora, se dará comienzo al siguiente combate,-

Las palabras del instructor sacaron a Diana de su ensimismamiento.

-Seth, Sube-

Un joven en su segunda mitad de sus 20 se acercó lentamente pero a paso firme a la arena. Esta era una cara conocida para Diana, haciendo que su cuerpo temblara ligeramente por su preocupación.

Aunque no le agradara en lo más mínimo por su chocante actitud altiva y en exceso orgullosa, sin embargo incluso con eso, diana debía admitir que reconocía y estimaba bastante las habilidades ce combate de Seth, además... aun le temía un poco.

Llamarlo simplemente el mejor de los iniciados no sería suficiente ni daría mérito a su enorme potencial de combate, era un guerrero completo y con un poder creciente. Poseía un poderío físico monstruoso, al nivel de ser ridículo, sus casi 2 metros de musculatura hacían que pareciera más un oso que un humano, pero no solo se jactaba de estar entre los hombres físicamente más fuertes de la ciudad, su técnica en combate y manejo en armas eran dignas de ser alabadas, en especial su arma favorita: El hacha de doble filo. Esta era simplemente magnifico, es como si hubiese nacido para blandir esta arma, no era simplemente balancear el pesado filo de un lado a otro, sus movimientos eran tan fluidos que daban la sensación de que en lugar de llevar una descomunal hacha de guerra, blandía un fino y delicado estoque.

Fuerza monstruosa y una técnica de primer nivel, ya esto era suficiente para convertirlo en un guerrero de élite, pero existía una cosa más, algo que lo elevaba incluso por encima de esto convirtiéndolo en un genio entre genios, un prodigio nato y esto era la enorme cantidad de energía solar que era capaz de imbuir a sus armas. Si bien es cierto que cada uno de los guerreros Ra-Horak que han superado su primer año de entrenamiento podían imbuir sus armas en energía solar (con una sola persona como excepción) la cantidad que Seth podía imbuir era simplemente anormal. Ni siquiera los instructores mismos podían igualarle en ese aspecto.

La cima del Monte Targon [Diana x Leona FanFic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora