Never Surrender | Flowerfell [FINALIZADA]

Ruinas.

Al abrir los ojos, noté que me encontraba acostada en una cama de suaves flores doradas, las cuales tenían unas pocas manchas de sangre.

Me senté con dificultad, pues el cuerpo me dolía y me inspeccioné: mis piernas estaban llenas de rasguños y algunos de estos tenían un poco de sangre seca, mis brazos tenían uno que otro raspón, pues mi suéter, ahora rasgado, había evitado que me lastimara más.

Me levanté y miré hacía arriba, donde apenas y se notaba el agujero por el que había caído.

*Bueno debí suponer que algo así pasaría, no debí salir corriendo* Pensé sobando la parte trasera de mi cabeza

Miré en todas direcciones, el lugar era muy oscuro, casi no lograba ver.

Di con un sendero apenas visible, avancé por el unos cuantos segundos hasta que me topé con una puerta.

Al cruzarla me encontré con otra habitación oscura, a excepción de un rayo de sol que se filtraba desde lo alto y caía exactamente sobre una flor amarilla con ojos y boca que miraba el pasto a su alrededor.

La pobre se veía lastimada así que me acerqué a ella, pero al verme se asusto.

-B-bienvenida a Underground. Mi nombre es Flowey, Flowey la ...- Dijo la flor dejando inconclusa la frase, entrecerró los ojos con algo de temor y después prosiguió -Eres...un humano ¿No? Por favor, no me hagas daño-

Me arrodillé y estiré la mano con la intención de ayudarlo pero él me miró asustado e intentó alejarse.

-Tranquilo, no te hare daño- Dije sonriéndole -Me llamo Frisk, solo quiero ayudarte-
Flowey me miró sorprendido unos cuantos segundos, después asintió y me permitió tocarlo.

-Pobrecito ¿Pero quién te ha hecho tanto daño?- Pregunté acariciando suavemente uno de sus pétalos.

Corté un trozo de tela de lo que quedaba de la manga de mi suéter y limpié sus pétalos sucios con delicadeza.

-Iré a buscar algo de agua para ti- Dije poniéndome de pie.

-¡No espera!- Exclamó Flowey deteniéndome -No vayas, es muy peligroso, los monstruos son muy agresivos-

-Bueno, tampoco puedo quedarme aquí, necesitas ayuda, además yo debo volver a mi casa- La última palabra me causó una punzada de dolor al recordar porque había salido corriendo en primer lugar.

-Por mi no te preocupes, no importa- Dijo Flowey pensando - En cuanto a ti...bueno...no se si te puedas ir, los monstruos no podemos atravesar la barrera, no se si los humanos si puedan-

-¿La barrera?- Pregunté confundida

-Es lo que nos mantiene encerrados aquí, en el subsuelo- Explicó Flowey -quizás si puedas, no estoy seguro-

-Bueno...debo intentarlo de todos modos- Tuve una idea y me acerqué a Flowey de nuevo -Oye, ¿Quieres venir conmigo? Digo, no se si te quieras quedar solo aquí además podríamos encontrarte algo de agua para limpiarte-

-¿En...en serio?¿Puedo ir contigo?- Preguntó Flowey atónito.

*¿Será buena idea llevarlo? ¿Y si quiere hacerme daño?* Pensé reconsiderando mi idea y volví a mirarlo, se veía triste y solo *Se ve inofensivo, además si necesita mi ayuda no puedo dejarlo aquí*

-Claro que si, me encantaría tener un compañero- Contesté sonriéndole, aceptando su compañía.

Pasado su asombro una pequeña sonrisa se asomó en su rostro y comenzó a moverse hacia arriba, empujando con sus hojas el suelo, haciendo que sus raíces comenzaran a salir.