Al fin.

94 9 6
                                    

-Una cosa es que quieras jugar a ser el héroe de esa humana y otra es que te atrevas a levantarte en mi contra, influenciando a los monstruos del modo en que lo hiciste- Dijo con seriedad el monstruo líder dando un paso hacía Sans, molesto de ver que su mejor soldado había sido corrompido por la nauseabunda amabilidad de la humana -Sabes perfectamente que eso es una seria traición que no puede ser perdonada-

-Me importa una mierda, como des un paso mas...te juro que no te gustará lo que viene después- Dijo el esqueleto con enojo, su cuenca izquierda brillaba con intensidad, cosa que reforzaba su amenaza.

-Sans, Sans, Sans...no te has dado cuenta de lo que esa humana ha hecho- El rey hizo aparecer un tridente rojo entre sus manos y dio otro paso para colocarse en posición de ataque -No era muy difícil lo que tenías que hacer, ella simplemente debía morir, igual que el resto...-

Eso fue el colmo, el corazón del esqueleto mayor se vio rebasado por las emociones y sin aviso previo empujó al rey con su magia, tanto para distraerlo como para alejar la batalla lo más posible de la chica, e hizo aparecer una serie de huesos blancos que lanzó directamente contra él para después aparecer varios gaster blasters que dispararon desde diversas direcciones.

Con impresionante agilidad, el rey esquivó la mayoría de los ataques saltando de un lado a otro de la sala, a excepción de un rayo de un blaster, que a pesar de la armadura, alcanzó a quemar un poco su brazo.

-Eh, siempre me pregunté por que la gente no usa su ataque más fuerte primero- Dijo Sans riendo ante la leve herida que le había hecho.

-Vaya ¿Entonces así es como van a ser las cosas?- Preguntó Asgore intrigado y molesto pero mostró una aterradora sonrisa, aceptando gustoso el desafío -Esto será divertido-

Sin aviso lanzó una serie de bolas de fuego hacia Sans, quién se movió rápidamente para esquivarlas y cuando una estuvo cerca de golpearlo, creó un hueso para bloquearlo.

-¿Qué? ¿Creíste que iba a quedarme quieto a recibir el golpe?- Preguntó el esqueleto con mofa  y volvió a atacar.

Mientras tanto, sentada en el suelo, en una esquina de la habitación y lejos de la batalla, se encontraba Frisk, quien abrazaba sus piernas con preocupación, pues no sabía qué hacer.

A pesar de haber perdido su vista hace ya un buen tiempo, comprendida perfectamente todo lo que pasaba a su alrededor basándose en los ruidos; realmente no había sido muy difícil deducir lo que ocurría con base a los gruñidos de Sans y el ruido de la magia al chocar entre si.

-Flowey...no podemos dejar a Sans pelear solo...debemos hacer algo- Dijo la chica con dificultad, haciendo denotar su inquietud.

-Frisk no puedes, estás muy débil, tardaras mas en llegar hasta ellos que Asgore en matarte y no estas como para aguantar más flores- Dijo el mencionado, quien se encontraba en el suelo junto a ella, no podía apartar su vista de la batalla, pues necesitaba estar atento para proteger a la chica de cualquier ataque que pudiera desviarse y dirigirse directamente a ella.

-Flowey hay que hacer algo- Insistió la chica, realmente dispuesta a ayudar a su amado sin importar nada más -Flowey...¿Por qué no lo ayudas tu?-

-Claro que no, no puedo dejarte aquí sola- Negó la flor al instante.

Debía admitir que desde la alianza que tuvo con el esqueleto en el laboratorio de la doctora Alphys para salvar a Frisk, Flowey había desarrollado cierto afecto por aquel monstruo que, al igual que él solo quería proteger a Frisk, lo que los había llevado a pelear juntos en diversas ocasiones para conseguirlo.

Le preocupaba el aprieto en la que se encontraba Sans, no sabía si sería capaz de derrotar al rey, pero su necesidad de proteger a Frisk era mayor que cualquier otra cosa, ella estaba demasiado débil y estaba casi seguro de que, si conseguía otra flor, sería la que acabaría por llenar el vaso a punto de desbordarse.

Never Surrender | Flowerfell [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora