Capítulo 4: Por querer ayudar

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...:::Alexa Sumi:::...

(Naruto y sus personajes no me pertenecen.)

(La historia es de mi propiedad.)

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Minato y Kushina llegaron entrada la mañana a su hogar, y agradecieron ver que aún el pequeño rubio dormía.

Ambos ahora en la cocina, Kushina preparando el desayuno y Minato con un aspecto de total cansancio la observaba.

-Oh! Mira una nota... - Kushina tomo el papel que estaba pegado en la puerta de la heladera.

-¿Que dice? - Preguntó Minato bostezando.

-Solo que se aseguró que Naru comiera, luego se lavara los dientes y que se acostará y durmiera cuando era hora.

-Oh..

-¿Papi, mami? ¡¿Ya llegaron?! - Entró el rubio menor a la cocina fregandose los ojos y poniendo expresión feliz al ver a sus padres allí.

Los nombrados voltearon a verle y Minato poniéndose de pie se acercó al pequeño para tomarlo en brazos y comenzar a repartir besos en su rostro.

-Los extrañe - Dijo y cruzo los brazos sobre los hombros de su padre para abrazarle, y enredo las piernas alrededor de la cintura de este.

-Nosotros también cariño, nosotros también... - Susurró Minato apretando un poco más el agarre.

-Siento que no hayamos podido ir a buscarte y que no nos encontrarás aquí ayer. - Hablo apenada la pelirroja.

Naruto asintió en el cuello de su padre.

-¿Alguna vez me irán a buscar a la escuela? - Preguntó levantando el rostro y mirando fijo a los ojos de su padre.

-No creo que .. - Comenzó a decir Kushina.

-Lo intentaremos. - Interrumpió Minato al ver la angustia y decepción reflejadas en los ojos de su pequeño.

-¿Lo prometes? - Preguntó un poco más animado y Minato sonrió.

-Es una promesa. - Naruto le abrazó con emoción y alegría, tal vez tendría la oportunidad de ver que no solo los padres de sus amigos siempre están allí sino también los suyos.

-¡Gracias!

-Hay Minato... - Negó Kushina sabiendo de antemano que aquella promesa iba a ser bastante difícil de cumplir.

-¿Que? - Se hizo el desentendido aunque sabia porque le reprochaba su esposa, pero no pudo evitarlo ya que era débil ante su pequeña luz.

-Bueno vengan a sentarse que ya les sirvo el desayuno.

Minato bajó a Naruto quien enseguida ocupó su lugar en la mesa.

-¿Y como te fue ayer en la escuela? - Preguntó Minato tomando asiento y observando al rubio menor quien esperaba impaciente por la comida.

-Bien... Supongo. - Dijo y en su rostro se pudo apreciar una gran y deslumbrante sonrisa al ver el tan esperado desayuno frente a sus ojos.

-Aquí tienes. - Kushina colocó el desayuno en la mesa y tomó asiento.

-¿Supones? - Preguntó Minato con curiosidad ya que era extraño que su pequeño no muestre tanto interés y emoción como años anteriores.

Pensándolo bien, tal vez se deba a causa de ellos.
¿Cuantas veces le dijeron a un Naruto miniatura cuando este venía con su hiperactividad a contarles sobre lo emocionante de su día escolar que después les contará ya que estaban cansados?
¿O cuantas veces el pequeño pidió que le acompañaran pero ellos por su apretado horario de trabajo decidían mandarlo con algún padre de un amigo del pequeño?

Los Padres de mis amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora