[TERMINADO] SECUESTRADA (+18)

Capítulo 5

Capítulo 5 

_______ se permitió darse un largo baño, su cuerpo estaba adolorido, exquisitamente adolorido, jamás imaginó que su virginidad fuera arrebatada así, le asustó, pero no podía negar que le gustó. Ahora no sabía que sucedería exactamente con ella, tenía miedo de que aquel hombre quisiera venderla o algo así, no quería convertirse en una prostituta. Su corazón se oprimió al pensar en su madre y en su hermano pequeño, él tan solo tenía 7 años, ¿Cómo estarían?, supuso que desesperados, sobre todo su madre. Tenía que comunicarse con ella. Salió envuelta en una toalla, JaeJoong estaba sentado en la cama esperándola, moría de ganas por hacerla suya nuevamente, aunque esta vez se prometió que sería delicado.

—Necesito hablar con mi madre. —Dijo de golpe, JaeJoong arqueó una de sus cejas. —Por favor.

—Ni siquiera estás vestida, no te imaginas las ganas que tengo de enterrarte en ti otra vez.

—No quiero, de verdad estoy adolorida.

JaeJoong se puso de pie y se acercó a ella, puso ambas manos en su cintura y besó su frente, aquella mujer era una belleza.

—No te me escaparás por mucho, hoy te dejaré tranquila, pero mañana no sé si pueda.

—¿Puedo llamar a mi mamá? —Preguntó.

—Si llegas a decir algo de lo que sucedió... —Ella lo interrumpió.

—no diré nada, lo prometo, solo le diré que tuve que viajar de urgencia por asuntos de mi trabajo.

—Muy inteligente —Acercó sus labios a los de ella para besarla, ella no se negó, correspondió sin protesta alguna.

—Dame su número, belleza —_____ se lo dio y él lo marcó en su celular para luego entregárselo.

—Diga. —contestaron en la otra línea.

A ella se le hizo un nudo en la garganta, no quería llorar o su mamá notaría que estaba mal.

—Mamá —dijo finalmente.

—¿________? Oh por Dios, Hija ¿Dónde estás?

—Mamá, lo siento, tuve que viajar de urgencia por asuntos de mi trabajo —su voz comenzó a temblar y JaeJoong lo notó, de cierto modo se sentía culpable. —Ya viene mi jefe, más tarde intentaré llamar. —Sin más colgó, no pudo ocultar más su llanto, sus lagrimas caían como cascadas.

—No llores, belleza —La abrazó fuertemente. —Todo estará bien, aquí no sufrirás.

—Me tienes secuestrada.

—Solo por ahora, no quiero que te me escapes.

—¿Por qué me secuestraron? —Preguntó mirándolo.

—Junsu es un desalmado que secuestra mujeres y las prostituye.

—¿Le dices desalmado cuando tú eres igual?

—¿Igual?

—Pagaste por mi virginidad

—Error, pagué por tu libertad, pero tú debías pagarme con tu preciosa virginidad

—¿Estás enfermo? ¿Cuántas mujeres no se han sentido acorraladas por ti? —Él se encogió de hombros.

—Hermosa, yo no las obligo, ¿Te obligué a ti? —Ella negó. —Solo les hago alcanzar el máximo de placer y luego ellas me piden que me las folle, así de simple.

—lo dices con tanta naturalidad.

—Preciosa, no soy un violador, incluso hay mujeres que me piden ser el primero ¿Qué puedo hacer yo? No me voy a negar.