Capitulo cinco.

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¿Sabéis esas veces que os encontráis solos, sin nadie alrededor y lo único que hacéis es pensar, pensar y pensar? Pues así estoy yo ahora.

Y sin saber porque, pienso en Kyle, en sus ojos grises, en su sonrisa y en lo intimidante que parece con su cuerpo lleno de tatuajes. Pienso en lo gilipollas que es al haberme dejado aquí tirada solo porque tiene a un tía desnuda en su cama para follar esta noche.

Y algo dentro de mí se enciende.

Rabia. Eso es lo que siento, rabia de que me haya dejado aquí sola mientras el disfruta con otra. Y sin pensarlo si quiera ni un segundo mis ganas de fastidiarle la noche aparecen y pulso la alarma de incendios que tengo justo enfrente de mi sin pensar en las consecuencias.

Narra Kyle

-Más rápido Kyle, más rápido-Tiffany dice entre gemidos.

Estoy dentro de ella y como ella pide intensifico mis movimientos haciéndolos más rápidos y más duros. Ella gime esta vez más alto.

-Estoy a punto de llegar Kyle.

Su mirada se oscurece, me encanta volverlas locas y que sientan tanto placer gracias a mí.

Y justo cuando yo estoy llegando al clímax también, un estruendo ruido hace que pare de inmediato mis movimientos y que salga de Tiffany mientras ella reprocha.

Me pongo los boxers y los pantalones y abro la puerta de la habitación un poco para asomarme a ver qué pasa.

Hay gente corriendo por todas las partes gritando ¡Fuego, fuego!

Cierro la puerta de inmediato.

Mierda, la alarma de incendios, que oportuna, joder.

-Empieza a vestirte Tiffany, parece ser que es la alarma de incendios.

-¿Enserio vas a dejarme así?-obviamente se refiere al calentón.

-¿Prefieres que nos alcance el fuego y muramos socarrados?-digo irónico.-Porque yo no.-cojo mi camiseta y me la pongo.

Ella me mira por un segundo y sin más protestas empieza a vestirse.

-Cuando salgas, cierra la puerta.-digo sin más y me largo de la habitación dejando la puerta entornada.

Bajo las escaleras a paso tranquilo mientras la gente a mi alrededor va corriendo de un lado a otro con el pijama puesto. Río internamente. Que ridículos.

Recuerdo que el primer día de clase dijeron que si la alarma de incendios llegaba a sonar, que saliéramos inmediatamente de la universidad y eso es lo que hago.

Hace un poco de frío fuera, pero nada que no pueda soportar. Hecho mano al bolsillo izquierdo trasero de mi pantalón vaquero y saco mi paquete de tabaco y el mechero. Me enciendo un cigarro de inmediato y le pego una gran calada dejando que el humo inunde mis pulmones.

Unos metros más lejos, veo que está Kaley, y decido acercarme.

-Vaya, parece que Ruth aún no ha vuelto-digo mirando su atuendo y me fijo que es el mismo que llevaba horas atrás.

-Vete a la mierda.-intenta sonar dura y eso hace que se me escape una pequeña risa.-No sé que te hace tanta gracia.

-Tú-digo sin más.-No se porque estás tan enfadada, ¿Que te he hecho?

-¿Perdona? ¿Me lo estás preguntando enserio?-parece realmente enfadada.

Sus ojos azules no se separan de los míos ni un segundo.

Asiento a su pregunta. Y eso la enfurece aún más.

-¿Te parece normal dejarme "abandonada" en el pasillo de la universidad solo porque tenías a una pu*ta esperándote en la habitación?-su rostro está rojo de la ira, y no puedo evitar poner una confusa mirada.

Polos Opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora