¡Vacaciones, por fin!
A ver, no es que no me guste estudiar la carrera que he elegido, pero después de casi tres meses de clases aburridas cinco días a la semana -aunque algunos días solo haya tenido dos horas- ya era hora de tener unas largas vacaciones, ¿No?
Hoy es veintidós de diciembre, ya casi está ahí la Navidad, ¿No es genial?
A mí personalmente me encanta la Navidad, ver las calles y las casas decoradas, llenas de luces de colores, ver los árboles gigantescos decorados con bolas navideñas y con guirnaldas; pero sin ninguna duda, lo que más me gusta -a parte de los regalos- es ver a las familias reunidas, ese espíritu navideño y la ilusión de los niños. La Navidad es genial y es por eso que me siento ilusionada a más no poder cual niño pequeño.
Estamos todos reunidos en la puerta de la universidad, porque, adivinad, ¡vamos a pasar juntos la mayor parte de las vacaciones!
Calee dijo que su familia tiene una casa a las afueras de California que no utilizan, y que es lo suficientemente grande para todos; y no nos lo tuvo que decir dos veces.
-Aaron, ¿vamos guardando ya las maletas?
Esta vez, necesitabamos un coche para poder llevar todas las maletas hasta Apple Valley, donde se encuentra la casa a la que nos dirigimos, entonces Aaron, se ofreció para coger esta vez coche.
Uno por uno vamos guardando nuestras pequeñas maletas en el maletero del gris Audi.
-¿Nos vamos?-dice Mery con gran entusiasmo en su voz.
La pelirroja parece ser que también tiene ganas de que llegue la Navidad, pues, lleva puesto un jersey rojo y blanco de esos típicos de Navidad con muñequitos y árboles pequeños verdes.
Intento estar de buen humor, pero se me hace un poco difícil, pues unos ojos grises no se han despegado de mi cuerpo en todo el rato que llevamos aquí.
Kyle no ha dejado de mirarme, y le da igual que lo note, que lo ignore o que le mantenga la mirada con la misma intensidad con la que me mira.
-¿Ya estáis todos listos?-aparto mi mirada de Kyle y miro hacia Ruth, asiento con la cabeza igual que los demás.-Pues nos vamos.
-¿Quien viene conmigo en el coche?
-Yo-digo rápidamente sin pensarlo ni un segundo. No podemos dejar al pobre Aaron solo conduciendo, bueno, eso y que no quiero ir con Kyle en moto.
Cada cual se sube con su pareja de viaje a los vehículos en los que serán llevados. Yo me monto en el asiento del copiloto.
-¿Lista?-dice antes de arrancar, a lo que yo asiento con la cabeza.
Los demás salen después de nosotros, ya en la autovía nos van adelantando poco a poco, me río al ver como van pasando por nuestro lado y nos van diciendo adiós con la mano.
Sigo mirando por la ventana y la moto de Kyle aparece justo al lado del coche de Aaron. Yendo a nuestro ritmo, Kyle se niega a adelantar, pues, prefiere girar su cabeza de vez en cuando y mantenerme la mirada unos segundos.
Cuando me canso del estúpido "juego" de este chico, decido ignorarlo y vuelvo mi vista al frente, entonces es cuando nos adelanta.
Desde nuestro pequeño enfrentamiento en los pasillos de la universidad no ha vuelto a hablar conmigo, ni siquiera a contestado a algunas de las tontas preguntas que suelo plantear hacia todos. No sé qué le pasa, no debería estar tan molesto, tampoco fue tan grave lo que le dije, ¡el me ha llegado a decir cosas peores!
Cuando llegamos a la casa no puedo evitar quedar boquiabierta, por fuera es preciosa y se ve que es una casa enorme, no puedo esperar a verla por dentro.
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Polos Opuestos.
Romance-¿Cómo te llamas?-dice mirándome de arriba abajo. -Kaley-tartamudeo. -Muy bien Kaley-susurra-Ni se te ocurra decir una palabra de esto, porque ¿sabes qué?-niego rápidamente con la cabeza.-Pues que si me entero de que has dicho algo de lo que acabas...