Kyle
Vuelvo de golpe a la realidad cuando noto vibrar mi móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón vaquero pitillo.
Frunzo el ceño cuando me doy cuenta de que estoy cerca, muy cerca de Kaley, y no me gusta ni un pelo.
Rápidamente quito mis grandes manos de su pequeña cintura y me aparto hacia atrás sin ni siquiera mirarla. Me aparto a un lado del inmenso comedor y saco mi móvil, lo desbloqueo e inmediatamente me aparece un Whatsapp de Brown, que al parecer es urgente.
''¡Feliz Navidad hermano! ¿Lo estás pasando bien? Por aquí tenemos algunos problemillas de... ya sabes, necesito que te pases cuanto antes por el almacén, estás muy desaparecido y nos estamos metiendo en problemas... Nos vemos tío.''
Mierda, eso era justo lo que no quería que pasara, no se les puede dejar solos, joder.
''No me gusta nada el mensaje que me acabas de enviar. Intentaré ir lo más pronto posible, ahora mismo no estoy en la ciudad. Más te vale que no pase nada grave con mi mercancía hermano, o te las tendrás que ver conmigo.''
Cierro el Whatsapp, bloqueo el móvil y vuelvo a guardarlo en el bolsillo trasero de mi pantalón.
Empiezo a darle vueltas al mensaje de Brown, y a que no es posible que tengamos problemas, pues, vamos al día y no hemos tenido ninguna perdida ni le hemos fallado a nadie.
-Kyle, ¿Qué haces ahí parado con esa cara de acelga?- Aaron me grita por encima de la música desde la otra parte del salón.
¿Cara de acelga? Este tío es gilipollas.
-Aquí el único que tiene cara de acelga eres tu hermano-digo caminando a paso lento y relajado hacia él.
-Si claro, no me hagas reír- replica- ¿tu te has visto?
-No, no me he visto, pero si no quieres que te estampe mi puño en la cara, mas vale que te vayas callando la boca. -Mi voz suena tan grave y profunda que Aaron borra la sonrisa de niño pijo de su cara en menos que canta un gallo.
Sonrío orgulloso por haberle callado la boca y me arrimo a la barra de bebidas.
Fijo mi mirada en Kaley, y empiezo a mirarla detenidamente sin importarme si puede llegar a darse cuenta desde el otro lado del salón.
Lleva puesto un vestido negro muy corto, y tan estrecho que realza su figura marcando su pequeña cintura.
Mi vista viaja hacia sus largas piernas, que desde aquí se ven tan suaves que no puedo evitar tener el impulso de querer ir hacia allí y estar acariciándoselas toda la noche.
Vuelvo a subir mi vista poco a poco fijándome en cada rincón de su cuerpo y paro cuando llego a su rostro, Kaley está riendo junto a su rubia amiga mientras canta las canciones a todo pulmón.
Sus carnosos labios ahora están pintados de color rojo, haciéndolos más apetecibles y una sombra de color negro hace que sus ojos azules resalten haciéndolos aún más claros.
Cuando quiero darme cuenta, Kaley está mirándome y acercándose a mí con paso decidido. Río mientras pego un trago a mi copa de whisky.
-¿Se puede saber porque no apartas tu dichosa mirada de mí?-su lengua se traba al hablar e inmediatamente se que el alcohol le ha hecho efecto.
La copa que lleva en la mano ya está casi vacía y de un trago largo se la acaba del todo. Niego con la cabeza en desaprobación.
-¿Acaso te molesta?-se cual va a ser su respuesta.
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Polos Opuestos.
Romance-¿Cómo te llamas?-dice mirándome de arriba abajo. -Kaley-tartamudeo. -Muy bien Kaley-susurra-Ni se te ocurra decir una palabra de esto, porque ¿sabes qué?-niego rápidamente con la cabeza.-Pues que si me entero de que has dicho algo de lo que acabas...