LOVE ME DOWN EASY +18 © (NORMAN REEDUS) TERMINADA.

22. borrachera

Ha sido un día extraño.

No tener a Norman conmigo se está haciendo algo insoportable, inestable, devastador.

Si bien he ido a almorzar con Juice, no era lo mismo. Y no lo disfruté, pero claro, tuve que hacérselo creer a él, aunque hubo un momento en el que ambos nos pusimos serios para hablar sobre todo lo que estaba pasando entre nosotros, y no por la mentira que me hizo creer, sino que por todos los problemas que conlleva la relación de ambos.

No hemos discutido, hablamos como personas civilizadas y nos dijimos las cosas en alto y bien en claro. Comimos pizza en un restaurante italiano, y debo decir que estaba deliciosa. Creo que he sido la que más porciones comió.

Luego de eso, lo he llevado a recorrer el Times Square, dado a que no lo conocía, y me causaba ternura verlo como un niño completamente feliz. Estuvimos todo el tiempo tomados de la mano, me ha comprado un copo de nieve — el cual me recordó al instante al que Norman me compró — y también me tomó fotos, dado a que le encantaba hacerlo cuando yo estaba distraída.

Las horas para nosotros se detienen, y no somos conscientes de que el tiempo pasa y no se para. Y cuando quisimos darnos cuenta de que debíamos volver a casa... el reloj ya marcaba que eran las siete de la tarde.

— ¿Crees que esté todo bien ya? — pregunta Juice, ya a solo dos minutos de llegar a casa. Yo solo me encojo de hombros.

— Nosotros estamos bien, ¿no? — él asiente sonriendo. — Perfecto. Eso es todo.

— Solo que... no sé, Zoe. No me siento cómodo teniendo al propio dueño de la casa mirándome mal, ¿sabes?

— Juice, ya te lo expliqué. Norman se ha levantado con el pie izquierdo fuera de la cama. No está de humor y es en general, no solo contigo. Mañana vas a ver que te tratará como debe hacerlo.

En realidad sé que aquello no va a suceder, porque se nota a leguas que a Norman lo que lo tiene así es la simple presencia de Juice, pero no puedo hacer nada al respecto. Si él no hubiera venido, la que estaría de un terrible mal humor sería yo por verla a mi madre todo el maldito tiempo con su novio, haciendo las típicas cosas de pareja que, en cierto modo, yo he experimentado con Norman.

— Abriré el portón. — digo, atinando con bajarme del coche, pero en el momento que veo que el portón se abre por si solo lentamente, me quedo estática, mirando todo confundida.

— ¿Acaso tienes un control? — pregunta mi novio riéndose.

Cuando quiero responderle para decirle que no, veo el por qué de que el portón se haya abierto por si solo, y es por la razón de que Norman se encuentra allí. No se digna a mirarnos, simplemente se sube a su Cadillac y comienza a poco a poco ir sacándolo del garage, para salir por la calle y perderse por ella a toda prisa. Mi madre es quien se encuentra sola en la entrada de la casa, con cara de muy pocos amigos.

Y lo recuerdo entonces. Norman le dijo que se iría de Jeffrey, pero pensé que no iba a ser capaz de hacerlo. Pensé que lo había inventado o que simplemente lo dijo para que Diane no molestara más.

Juice aparca el coche de mi madre dentro del garage, y apenas apaga el motor, yo me bajo de éste, caminando hacia donde mi madre se encuentra.

Sus ojos azules están rojos e hinchados, las dos en eso somos iguales y se nota a la perfección que ha estado llorando por un largo rato. No sé por qué, pero ahora mismo me da pena, y sí, es hipócrita de mi parte pensar esto, dado a que yo incluso la "traicioné" mientras ella se dignaba a darme una clase de sorpresa por todo el mal que hizo durante estos años en los que decidió rehacer su vida lejos de mí.