41. primera vez... y despedida

5.2K 272 178
                                    

Las maletas ya están listas. La habitación está ordenada por más que Norman me haya dicho una y otra vez que no hacía falta, dado a que Esteban se encargaría luego de limpiar todo. Lo que él no sabe, es que lo quise hacer para poder disuadir a la angustia que tengo en mi pecho. Esa angustia horrible que no me deja en paz ni un momento.

Tendría que estar feliz. En realidad, lo estoy. He guardado el anillo, aunque me encantaría ponérmelo. Es precioso. Pero también costoso, y me gustaría regañarlo por eso, pero ya es algo imposible. Él ya es así. Y no me gusta, pero es con lo que toca vivir.

— Ya está el yate, amor. — dice él, pasando una mano por mi espalda. Yo le miro sonriente desde mi altura, dado a que estoy acuclillada en el suelo, frente a la maleta, la cual ya está lista para embarcar.

Cuando me pongo erguida en mi lugar, cruzo mis brazos por sus hombros, recibiendo a sus cálidas y grandes manos en mis caderas, las cuales me aprietan, atrayéndome a su cuerpo.

— Estás hermosa. — dice, mirando el vestido blanco que aún llevo puesto.

— Y tú también. Muy hermoso. — susurro acariciando su mejilla. — Me va a costar despedirme del lugar.

— Podremos volver el próximo año. O las veces que queramos. Así que dile hasta luego.

¿Por qué me cuesta decir hasta luego, cuando sé que probablemente pueda llegar a ser un hasta siempre?

Me gusta el optimismo que tiene, y la manera de crear todo un futuro en su mente. Lo admiro, porque realmente yo no podría ser así en lo absoluto. Me cuesta demasiado.

— ¿Señor Reedus? — la voz de Esteban suena del otro lado de la puerta, por lo que Norman, depositando un beso en mi frente, abre de ella. El muchacho moreno nos mira a ambos. — Ya esta el yate esperando.

— Lo sé. Ya me llamó André. — responde mi futuro... marido.

— Permítame tomar sus maletas. —cuando él entra y gira su cabeza viendo lo ordenada que está la habitación, abre enormemente sus ojos. — No hacía falta que limpiaran. De eso me encargo yo.

— Ella fue la que insistió. —dice Norman, señalándome. Yo, con una sonrisa picara le miro a Esteban, quien negando con su cabeza, toma mi maleta y la de Norman, dirigiéndose hacia el ventanal del balcón.

—Salgan por aquí. Será más rápido.

Con mi mochila en mi espalda y la Norman con la suya, ambos comenzamos a seguir a Esteban, y ya finalmente, le damos la última ojeada a la habitación, despidiéndonos de ella.

Sinceramente, no sé si podré volver, pero me llevaré los mejores recuerdos de aquí. Todos los preciosos recuerdos que he vivido con Norman en estos días.

Tal como el otro día, dos lanchas nos están esperando a Norman y a mí. Una en donde él subirá con Esteban, y otra donde yo subiré con André.

Apenas llegamos a la orilla, con nuestros calzados en las manos, Norman y yo saludamos a André, quien nos recibe con una amena sonrisa.

Él me indica que me suba en su lancha, para así Norman subirse con Esteban, y sin embargo, me dedica una mirada de regaño, como si me estuviese diciendo que tenga cuidado con André. ¿Es enserio?

Me sorprende.

Tras pasar cinco minutos, llegamos al yate, y despidiéndome con un saludo de mano, le agradezco a Esteban todo lo que hizo por nosotros en estos días. Él me desea suerte, y con la ayuda de André, pongo mis pies sobre el yate.

— Passe. Eu cuido da bagagem. — escucho decir a André.

— Obrigado. — veo que Norman le palmea la espalda, y tras eso, él me toma de la mano, empezando a caminar conmigo hacia donde se encuentra nuestra habitación.

LOVE ME DOWN EASY +18 © (NORMAN REEDUS) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora