CAPITULO 4

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Hicieron camino y Marta cada vez más alucinada por lo grande que era aquello, lo bien que estaba, lo que le gustaba y la cantidad de gente que había allí, quería que su misión fuese ese mismo día

- Bien... pues estos son tus compañeros, de tu edad, y os dejo conociéndoos en lo que voy a hacer propuestas.
- Vale. Hola, me llamo Marta.
- Hola, ¿Qué tal?
- Algo extrañada.
- Es normal, ¿Cuándo te enteraste de que tu familia era espía?
- Ayer.
- Casi todos hace un año, menos Laura ella lleva desde los 3 años por sus padres y dice que las cosas han cambiado mucho.
- Y ahora ¿Qué hacemos?
- Marta, lo único que hay que hacer es entrenar hasta que haya alguna misión o algo de eso .
- Exacto, me presento, soy Fernando
- Aquí todos tenemos una debilidad y un fuerte ¿Hacemos el círculo?
- ¿Qué es eso? -pregunta Marta algo extrañada.
- En el círculo cada uno dice sus defectos y sus fuertes.
- ¿Para? -dijo Laura.
- Pues no lo hacemos. Entonces vamos a hacer gincanas personalizadas.
- Vale.

Mientras tanto en el despacho del director:

- Pasa Javier.
- Os vengo a informar sobre Marta, es la mejor espía que hemos tenido desde que fundamos la organización, lo ha conseguido hacer todo genial a la primera, podríamos ponerle misiones más complicadas acompañada de mi y alguien más, debemos aprovechar su talento no lo podemos fastidiar.
- Bien, tú no tenías que hacer una misión en China.
- Siii.
- Pues te la llevas contigo para que aprenda. ¿Vale?
- Pero esa misión es muy importante... la podría fastidiar.
- Pues entonces que siga el entrenamiento.
- No, no, me la llevo conmigo.
- Perfecto, hasta luego.

Todo puede cambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora