Antes de ti

Capítulo 8

Capítulo 8

La noche en la ciudad de Tokio, era tranquilo el ambiente agradable, ideal para realizar una caminata o salir a comer con familiares o amigos y si tenías suerte con tu pareja.

Aome le había dado las indicaciones para llegar a su hogar temporal, el viaje hasta entonces había sido casi incomodo, a pesar de que ella había insistido en que no debía tomarse la molestia de traerla, nada podía hacer cambiar de parecer al Taisho.

Este simplemente la ignoro, para seguidamente abrirle la puerta del auto, Aome tenía que admitir que a pesar de tener el carácter de un dictador, su querido jefe podría llegar a ser todo un caballero.

Sería el hombre ideal, sino fuera la reencarnación de Hitler, pero sin el bigote.

–No encuentro palabras para agradecer el que me haya salvado–escucho la voz de la morena su lado, como un tenue susurro.

Sesshōmaru la observo de reojo, ella lucia nerviosa y avergonzada, presionando el borde de la falda, los nudillos ya blancos le hicieron saber que estaba incomoda–No es necesario, solo hice lo que debería, pero la próxima vez sea más cuidadosa–respondió este neutral.

Aome sonrió para sí misma, de una forma en que no fue capaz de descifrar–Sí, señor lamento causarle molestias­–Ella dijo sonando afligida.

Sesshōmaru hizo un mohín, no le gustaba la forma en que lo hacía sentirse. Él no era un hombre amable, tampoco sumamente grosero, solo le gustaba decir las cosas como eran, aunque sonara hostil. No tenía de que retractarse, pero...

¿Porque esta mujer podría incomodarlo, ante sus propias frases?

Alejo esa absurda sensación de su mente–Hn–fue el monosílabo que salió de sus labios antes de asentir, con el gesto encogido.

El motor del auto se detuvo frente al complejo departamental de Kōga, Sesshōmaru le dio una mirada ligera al barrio, era limpio y agradable a simple vista.

Aome lo miro con una sonrisa en el rostro–Muchas gracias por traerme señor-se despidió de forma amable–Buenas noches señor Taisho- y antes de que este bajara para abrirle la puerta, ella ya lo había dejado a solas.

La observo hasta verla ingresar–Buenas noches Higurashi–puso nuevamente el auto en marcha, pero el sonido de alguien llamándolo desde el cristal, lo obligo a detenerse.

Sesshōmaru alzo una ceja interrogante, la morena lucia agitada como si hubiera corrido para detenerlo.

La ventanilla bajo con lentitud.

Aome sonrió avergonzada.

–Siento molestarlo de nuevo, pero me gustaría invitarle un café–Sesshōmaru oculto muy bien la sorpresa, la mirada de la azabache se movía incomoda y apenada–Quiero decir, n-no hora, sino cuando usted pueda, c-como una muestra de mi-

–El viernes después del trabajo– el corto–Sea puntual.

Aome se sintió momentáneamente perdida, así que respondió con un ligero movimiento de cabeza.

Sesshōmaru se marchó después de esto.

...

La mañana llego con rapidez a la mansión de los Taisho, casi toda la familia se encontraba desayunando- a excepción de Sesshōmaru quien lo hacia con un café o té en la oficina, por lo tanto siempre salía desde muy temprano- para comenzar otro duro día de trabajo, este sería el primer día en que Inuyasha fuera a la empresa con intenciones de trabajar y no solo para firmar papeles.

Se presencia era importante, ya que se aproximaba el día del festival "Jidai Matsuri" y la prensa o demás accionistas no verían con buenos ojos su falta de asistencia, pero sobre todo era importante porque a partir de ahora tenían un manos un gran proyecto publicitario, una reconocida cantante a nivel mundial, había pedido sus servicios para promocionar su próximo disco, esta alegaba que sería el éxito del año y para lógralo requería de la mejor de las empresas publicitarias y esa no era nada más y nada menos que la de los Taisho.