Eso hacen los novios.

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Jade's POV;

Sentí todo el calor de mi cuerpo concentrarse en mis mejillas.
-¡Dios!, amm... ¿podrías dejarme sola?.
-Si, claro, yo... creo que iré con los chicos.

Perrie salió del baño y cerró la puerta detras de ella.
Okay Jadey, esto no puede estar pasando. Tranquilizate, vas a buscar las pastillas y después irás a explicarle a Perrie lo que vió.

Revisé en los medicamentos, en busca de mis pastillas.-Uff, aquí están. Tomé la pastilla con agua del grifo, esperé a tranquilizarme más y salí del baño.
Sonreí como si nada hubiera pasado y me sente al costado de mi chico.
-¿Todo bien, amor?. Me preguntó Jed.
-Sip, todo está bien. Sonreí un poco nerviosa, dirigí mi mirada a Perrie y ella hizo lo mismo.

Jed y Alex hablaban de cosas de futbol, o algo así. Miré que no quedaban más palomitas en el tazón y me dispuse a ir por más.
Entré a la cocina, saqué de la alacena un paquete de palomitas y lo metí al microondas; entonces sentí unos pasos detrás de mi.
-¡Dios santo!. Me dí la vuelta de golpe. -Perrie, no hagas eso, casi me matas de un susto. Dije mientras sostenia mi mano en el pecho.
-Lo siento, no quería asustarte.
Me giré a seguir con las palomitas, pusé el tiempo y volví a Perrie que parecía que quería decir algo.
-¿Puedo ayudarte en algo, Perrie?
-¿Que fue lo que pasó allá?
-¿Donde allá?. Me hice la tonta.
-Jade, te ví, tenías una erección.
-¿Qué?, no, las chicas no tenemos erecciones, ¿de que hablas?. Me moví a hacer cualquier otra cosa, buscaba algo en el refrigerador.
-No puedes engañarme sé lo que ví. La ignoré
-Jade, ¿que fue eso?
-No lo sé, no sé de lo que hablas.
Perrie me tomó del brazo y me hizo mirarla.
-¿Fue eso?
-...Me quedé callada.
-¿Fue eso una erección?
-Okay, si, está bien...
El microondas sonó, las palomitas estaban listas, me acerqué a sacarlas, dandole la espalda a Perrie.
-Pero... ¿porqué? ¿que lo ocasionó?
-Haces muchas preguntas, Perrie. Ve a disfrutar de la noche con tu novio.
Salí de la cocina, pusé las palomitas en la mesa y me iba a sentar a un lado de Jed, justo en ese momento él me jaló y me hizo sentarme sobre él.
-¡Jed!. Dijé algo incómoda, pero no grosera.
Lo miré, estaba ebrio, tenia los ojos rojos y hablaba con un poco de dificultad.
-¿Que pasa, amor? Él sostenía mis caderas con firmeza.
-Estás ebrio. Dije. Se acercó aun más a mi, y me dijo en el oído. -Jamás vas a olvidar esta noche.
Alex se percató de la situación.
-¿Todo bien, Jade? Dijo, mientras sostenía la mano de su amada.
Jed me miró amenazante. -Si, Alex. Sonreí.
-Te tengo una sorpresa.
-¿Ah si? ¿Y que es?. Pregunté incredula.
-Ven conmigo. Me tomó de la mano, y me llevo hasta mi habitación.
-¿Que hay en mi habitación? Miré alrededor ingenua.
Jed cerró la puerta, puso el seguro y me abrazó por detrás.
-Jed, ya hablamos de esto.
-Lo sé, pero esto no se habla, se hace.
Jed me empezó a besar, yo no me apartaba, pero no me sentía muy cómoda con eso. Sujetaba mi espalda, y poco a poco empezó a bajar. Con mis manos detuve las suyas.-Jed, basta, no puedo hacer esto.
-Oh vamos, Jade, soy tu novio.
Nisiquiera tuve tiempo de responder, él me volvió a besar, pero esta vez con más intensidad. Jed estaba exitado, no iba a parar. Aún asi el me levantó con sus brazos y me puso en mi cama, y se recostó encima de mí. Deslizó sus manos por debajo de mi blusa hasta tocarme un pecho. Me levanté de golpe, y traté de apartarlo de mí. -Dios, Jed, he dicho que no, no quiero tener sexo contigo.
-Lo siento, no quería llegar a esto. Pero me lo debes, eres mi novia, eso hacen los novios.
Sujetó mis brazos bruscamente y me hizo recostarme, yo me movía para evitar que hiciera algun movimiento él. Pero era obvio que él era más fuerte que yo, asi que empecé a gritar.
-¡Alex! ¡Alex!

Perrie's POV;

-Alex, algo pasa con Jade. Está gritando.
Alex se levantó corriendo e intentó abrir la puerta. -¡Jade!. Decía mientras golpeaba la puerta.

Alex salio corriendo a la cocina, se subió a una silla y alcanzó unas llaves arriba de las alacenas. Abrió la puerta, y lo que vió fue a Jed, encima de Jade, tocandola y besandola a la fuerza.
Alex tomó a Jed y lo quitó de encima de Jade.
Jade salió corriendo de la habitación al pasillo, donde estaba yo. Estaba llorando, asi que la abracé.
-Tranquila Jade, ya pasó. Le decía mientras acariciaba su cabello para que se calmara.

La llevé fuera del departamento, y fuimos al estacionamiento.
Jade ya habia dejado de llorar, pero aún tenía el miedo en su mirada y los ojos hinchados.

Alex me mandó un mensaje:
-Perrie, lleva a Jade a casa contigo, las veo mañana en la mañana.

Tomé la mano de Jade, que estaba helada. Y caminé hasta el automovil de Alex. Abrí la puerta de Jade. -Entra, Jade. Me miró muy insegura. -Te prometo que no te haré ningún daño. Jade subió al auto, cerré la puerta y me di la vuelta para entrar yo.

La lleve hasta mi casa.
Salimos del coche y Jade se quedó parada analizando en donde estaba. -Aquí vivo, Jade.
-¿Y que hago yo aquí?
-Aquí pasarás la noche.
Sin oponerse, Jade caminó junto a mi. Tomó mi mano, y abri la puerta para entrar.
-Tu casa es muy bonita.
-Gracias.
Llevé a Jade a la habitación de huespedes.
-Aquí te vas a quedar tú. Mi habitación esta en el segundo piso, si necesitas algo puedes despertarme, ¿está bien?.
-Esta bien. Dijo Jade, no muy segura.
-Dulces sueños.

Cerré la puerta, subí a mi habitación, cambie mis zapatos por chancletas y fuí al baño. Nunca puedo dormir sin haberme duchado.
Abrí el grifo, me quité la ropa y me di una ducha con agua calientica.

10 minutos después, salí del baño.
Fui a mi habitación y me pusé la pijama, encendí el televisor y me acosté, lista para dormir.

Ya estaba entrecerrando los ojos, cuando alguien tocó mi puerta. -Perrie. Susurró.
Sonreí inconcientemente, -Adelante Jade, ¿que necesitas?.

-¿Puedo dormir contigo?. Su voz se rompió.
-Pasa, claro que sí. Me levanté, y me recosté en la cabecera. Jade se acercó y se metió en mi cama, la rodee con mi brazo, la acerqué mas a mí y se recostó en mi pecho.

Jade sollozaba en mi pecho. -Ow, Jade, me harás llorar tambien. Dije, apunto de llorar.
Escuchar a Jade llorar, me hacía un nudo en la garganta, es una persona tan tierna que verla llorar es como un puñetazo al corazón.

-Perrie, él trató de abusar de mí. Dijo entre lágrimas.
-Tranquila, él jamas va a hacerte daño de nuevo.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.
Le dí un fuerte apretón, y nos quedamos en silencio. Pero no era para nada incómodo, lo unico que quería era ver a Jade en paz, que descansara.
Despues de un rato ya se habia quedado dormida. Apagué el televisor y dormí con ella en mis brazos.

DESTINOS CRUZADOS | Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora