-The Prince- VMIN

Capítulo 17

Llegó el día en que tenían que atacar a los reinos adversarios.

-¡Atención! Su majestad el príncipe Kim Taehyung-El joven heredero fue presentado ante todos los soldados que esperaban al joven para partir hacia la guerra.

El muchacho tragó saliva al observar como miles de hombres estaban dando sus vidas por el reino. Presentado reverencia uno de ellos caminó hacia adelante para hablar:

-¡Nosotros el ejército del imperio de Lubmasté, prometemos lealtad durante guerra y paz, en todo momento a su alteza el príncipe Taehyung,que Dios le proteja!

-Puede ver su alteza, todos están aquí dispuestos a todo, por la prosperidad del reino-Dijo Yoongi con una sonrisa de orgullo al chico a su lado cuyos ojos brillaban apasionados-Estamos listos su alteza

-¡Mis valientes soldados!-Exclamó con el deseo de que todo aquel que estuviera presente pudiera llenarse de osadía-¡Irán a la guerra, contra nuestros enemigos...enemigos de Lubmasté!-Los hombres no podrían dejar de prestarle atención-Estoy orgulloso porque son los soldados, más fuertes y leales de todo el imperio, que Dios les otorgué fuerza.

Los gritos de poder, unido con adrenalina podían ser escuchados por todo el reino, y fue así como el príncipe, guardias y soldados tomaron sus caballos emprendiendo su viaje a conquistar el gran reino Lemhi y todos su alrededores, para demostrar una vez más que el imperio de Lumbasté sería el más poderoso de todo el mundo.

°°°

Los meses pasaron y las cosas en el palacio se volvían cada vez más tensas, todos los sirvientes del lugar, hablaban del heredero y del rey, preocupados por ambos, pero por diferentes razones.

El rey Zeheb pasaba momentos duros, y el no permitía la entrada a sus aposentos de ninguno de los príncipes. Odiaba verse enfermo y débil, pero estaba dando lo mejor de sí para mejorar y los médicos decían que podía haber buenas respuestas.

Por otro lado el príncipe Taehyung estaba en boca de todos los del palacio a pesar de no estar presente, se preguntaban por qué no aceptaba a ningún otro concubino después de haber dado el pañuelo al pelirrojo. Las reglas estaban establecidas, el rey podía permitirse tener hasta cuatro esposas, pero estaba demostrando demasiada atención hacia el esclavo.

-¿Por qué la tristeza?-Preguntaba Seokjin acariciando los cabellos castaños del joven Jungkook- Eres joven, gozas de buena salud y grande hermosura, levántate

-¿Para qué?-Dice mirando hacia un punto indefinido en sus aposentos-El ya no me ama y yo no puedo vivir con algo así

El primogénito de la dinastía se compadecía por el muchacho, según los estatutos, muchas parejas antiguas debían vivir con esto, todos los amores del rey debían disfrutar cada momento ya que no sabían cuando el gobernante podría repudiarlas o sustituirlas, hasta que una le diera un hijo gozaría de muchas riquezas, respeto y jerarquía. Pero si no era así y llegaban a convertirse en favoritas, entonces estarían dentro del harén toda su vida, hasta que el rey muriera o en casos muy extraños que el mismo las liberara.

Todo aquel de extraordinaria belleza y talento entraba al harén y se les consideraba como concubinos ya que antes se remontaba a sólo mujeres, el imperio decidió aceptar también a chicos, se les adiestró en consecuencia, aprendieron a bailar, recitar poesía, tocar instrumentos musicales. Aun así las mujeres o jóvenes que son adquiridas en el mercado de esclavos, por norma nunca terminan siendo esposas, sino concubinas.

Pero no es ese lugar privilegiado del que hablan los cuentos. Un harén es una ciclópea prisión donde conviven eunucos, concubinas, esposas y niños. Todos pertenecen a un señor, el dueño de sus vidas y destinos, sus horas se determinan según las leyes que el amo impone y la única fórmula para subsistir es ser grato a los ojos del rey.

-Sabes que reglas son reglas, pero no puedo permitir que sigas de esa forma-Dijo levantándose llamando a las odaliscas que le cuidaban-Prepárenlo daremos un paseo por el jardín, necesitas aire fresco

-Pero alteza...

-¿Acaso está desobedeciendo una de mis órdenes joven Jeon?-El mayor observó al otro con una sonrisa de autosuficiencia cuando el muchacho comenzó a negar rápidamente-Le espero en quince minutos en mis aposentos...

Al estar solo, el castaño dejo que las esclavas hicieran su trabajo vistiéndole, no tardaron mucho tiempo, ya que en un abrir y cerrar de ojos estaba listo para caminar junto al príncipe Seokjin,así que les ordenó las odaliscas que siempre le acompañaban que esta vez no fuera así.

Se encontraba saliendo de sus aposentos para llegar hacia donde se encontraba el primogénito, no entendía por qué el destino se reía de su tristeza dándole una vista en donde el pelirrojo que tanto odiaba iba por el camino contrariado al de él. Teniendo de cruzar miradas.

¿Por qué él tenía un brillo de felicidad en sus ojos mientras el lloraba por las tardes? El recelo podía hacer hervir su sangre de tal forma que tan solo de un momento a otro se encontraba encima del pelirrojo tomando su cuello con gran fuerza, al notar lo que hacía le soltó.

El muchacho estaba tratando de volver a respirar con normalidad al toser, pero el castaño no podía detenerse, estaba tan cegado por la rabia que cuando el otro intentó levantarse soltó un puñetazo en su mejilla, seguido de muchos más hasta que descargó toda su desesperación e impotencia en él.

Al observar como el otro yacía en el suelo inconsciente con rostro hinchado por los golpes, el terror tomó presa a entendimiento, había permitido que se defendiera, pero el pelirrojo si quiera hizo algo para protegerse.

El chico castaño estaba ahora temblando de miedo, no quería que nadie se enterara de la calamidad que hacía realizado, así que sólo comenzó a correr hacia los aposentos del príncipe Seokjin para que alguna esclava o eunuco lo hallara cuando se debiera.

------------------------------------------------------------------------------

!Hola de nuevo!

Nope,nada es relleno( si lo están pensando),todo es importante para el desarrollo

Gracias a los que tienen esta historia en sus listas,a los que votan y se toman el tiempo de comentar <3