Capitulo 7: "Problemas Familiares"

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Detengo a Alan en medio de lo que fuera que estuviera intentando, me paré, agarré unas vendas que había visto antes, las até a mi lastimadura y me fuí al gimnasio de la escuela, no dejé lugar a que Alan dijiera nada más, -Alexia, ¿Estás mejor?- miro extrañada a quien me lo pregunta, era Vanesa, la bitch mas bitch, -Ohh las zorritas no hablan cuando se lastiman, bueno, al menos comprobamos que aunque se les rompa una pierna, van a seguir molestando con su existencia- la ignoro y sigo mi camino, pero ella me detiene y me dice: -Que te quede claro estúpida, los chicos nuevos, son de las chicas lindas, asi que puedes irte a dibujar idioteces como las que normalmente dibujas y deja de intentar hacerte la linda, no te sale querida- se me acerca intentando intimidarme, -Que te quede claro, yo me entero de todo, hasta me acabo de enterar que intentaste besar a MI Alan, ¿Creíste que no me daría cuenta? Tengo fuentes que me dicen todo lo que pasa aquí, y al fin y al cabo, las zorras, siempre serán zorras- Vanesa choca los cinco con sus tres amigas que siempre van con ella, me río, -En primer lugar, él intento besarme no yo, para la próxima, pídele a tus "fuentes" que no te mientan para no hacerte llorar- hago una mueca de llanto, -En segundo, que pena que TU Alan me prefiera a mi antes que a tí, en tercer lugar, no me hago la linda, porque según SUS chicos nuevos, lo soy y no necesito fingirlo y en cuarto y último lugar, tienes razón, las zorras siempre serán zorras, asi que intenta con no pelearte con una loba, porque zorras como tú, apenas me hacen cosquillas, y será mejor que no quieras comprobar si las zorras siguen molestando con una pierna rota, porque no querrás saber qué hace con un golpe en la cara, dos huesos rotos y en terapia por sufrir golpes graves - dejo con la boca abierta a Vanesa y me voy definitivamente a los vestuarios a ponerme mi ropa diaria.
El resto de la mañana trancurrió tranquila, es decir, que nadie más me molestó por el día y ninguno de los hermanos me habló más, solo Kirian quiso saber cómo estaba mi pierna pero yo lo ignoré y seguí con lo mío. Cuando llegué a casa, alcanzaba a escuchar gritos y desde el interior de mi edificio, cuando entro me quedo atónita con la escena frente a mí, estaba mi madre, gritándole a Teo y pegándole patadas en la barriga, -¡Deténte! ¡No le hagas más daño!- voy hasta mi madre para agarrarla y alejarla de Teo, lo reviso para ver si encontraba heridas, solo unas en la cabeza y panza, pero por suerte, nada grave, -¿Se puede saber qué haces con Teo? ¿Acaso te crees que puedes venir y golpearlo porque sí? ¿Quién te crees?- mi madre se acerca y me pega una cachetada, -Soy tu madre por si no te diste cuenta, debes tenerme respeto, yo pago tu comida y los servicios de esta casa, ¡Esta casa es mía y ni siquiera me agradeces por las comodidades que tiene!- furiosa me acerco a mi "madre", -si claro, no le voy a tener respeto a una mujer que sólo sirve para emborracharse, gritarme, insultarme, pegarme, ignorarme como hija ¡Y encima ni siquiera pagas tú los servicios! Sólo amenazas a papá con que lo vas a denunciar para que te envíe plata, nunca te agredecería por las comodidades que me das, porque aunque tenga la gran mansión, ¡nunca tendré el cariño de quién se supone que debe amarme más que nada! ¡¿Acaso no entiendes lo que es eso?! ¡¿Acaso no crees que deberías pasar más tiempo con tu hija, cuidarla como corresponde y darle una vida feliz?! ¡No necesito una vida de lujos! ¡Necesito una madre!- ya a este punto mis lágrimas caían sin parar, Teo se levantó y empezó a hacerme caricias con su cabeza, -¡Entonces si quieres a la madre superhéroe ve a buscarla a la calle! ¡Donde aprendas a valorar lo que te doy! ¡Ahora mismo te vas de mi casa!-. No podía creer lo que estaba pasando, esa mujer, me estaba echando de la casa junto a Teo, me estaba obligando a vivir en la calle, me hizo subir a buscar mis cosas e irme y cerró la puerta detrás de mí, todavía con lágrimas cayendo de mis ojos, empiezo a caminar, no se a dónde, pero caminaba rápido sin parar, cada tanto me limpiaba las lágrimas de los ojos y miraba mis dos bolsos de cosas, uno con cambios de ropa, cosas de dibujo, plata ahorrada de años, comida para Teo y mi celular con auriculares y cargador, en el otro bolso llevaba todas mis cosas que uso en la escuela, el uniforme normal y deportivo, cuadernos, carpetas, útiles escolares, y una merienda que tenía en mi mesa para cuando volviera de la escuela. Empezó a llover y corrí a donde sea que esté yendo, sin darme cuenta llegué a la cuadra en la que está el super mercado, me siento bajo el techo que tiene éste mismo y descanzo de mi dura caminata, Teo me mira tristemente, -Tranquilo Teo, voy a descubrir cómo salir de esta, contactaré a alguien y lograremos sobrevivir sin esa mujer- acaricio a Teo y él se acuesta al lado mío, las lágrimas ya no caen tanto como antes, pero siguen saliendo, mientras más recuerdo la escena menos me lo creo. -¿Alexia? ¿Qué haces aquí?- levanto la vista para ver el rostro de Kirian.

Algo distinto a lo comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora