Kohoutek

483 30 3
                                    

Después de un par de horas de caminata llegaron al pueblo y el rey decidió rentar una habitación en una posada.

-Esperemos que aquí podamos encontrar alguna pista sobre el mago-, dijo Agnarr, mientras entraban al lugar.

El dueño de la posada, un hombre robusto con una barba espesa, los recibió con una sonrisa amistosa. -Bienvenidos, viajeros. ¿Qué les trae por Kohoutek?

Agnarr, vestido con ropa sencilla y sin insignias reales, se presentó como "Arvid, un mercader de Arendelle".

-Estamos de paso, buscando hacer algunos negocios en la región. Necesitamos una habitación para unos días.

El dueño de la posada asintió.

-Claro. Tengo una habitación disponible. ¿Qué les parece si les muestro?

Mientras el dueño los llevaba a la habitación, Agnarr no dejaba de observar a su alrededor, tomando nota de los detalles del pueblo y de sus habitantes. Kai, por su parte, se mantuvo callado, observando también, pero con una expresión más neutral.

Una vez en la habitación, el hombre les dijo: -Si necesitan algo, no duden en preguntar. La cena se sirve en la sala común a partir de las seis.

Agnarr asintió, sonriendo. -Gracias, señor... ¿Cuál es su nombre?

-Me llamo Jacob como mi abuelo.

- Ya que estamos buscando oportunidades de comercio en la región. Dime, Jacob ¿Hay algo interesante que debamos saber?

Jacob se rió.

-Bueno, hay rumores de un mago que vive cerca del pueblo. Algunos dicen que tiene poderes increíbles. Pero no sé si creerlo.

Agnarr se mostró interesado, pero sin demostrar demasiado entusiasmo.

-¿Un mago, dice? Eso suena interesante. ¿Sabe dónde podemos encontrarlo?

Jacob se encogió de hombros.

-La verdad es que nadie sabe con exactitud dónde está. Algunos dicen que vive en una cueva en el bosque, otros que está escondido en una isla en el lago. Pero todos coinciden en que es un lugar muy difícil de encontrar.

Agnarr asintió, intrigado. -¿Qué tipo de magia hace?

Jacob se rió de nuevo. -Bueno, hay historias de que puede controlar el agua y el hielo con solo un gesto de su mano. Que puede crear olas gigantes o conjurar hielo de la nada. Pero, como te dije, no sé si creerlo. Algunos dicen que es solo una leyenda, una historia para asustar a los niños.

-Interesante. Me gustaría saber más sobre este mago.

Jacob se inclinó hacia adelante, bajando la voz. -Hay una persona en el pueblo que dice haberlo visto. Una anciana que vive en el borde del pueblo. Pero es una mujer extraña, y no todos creen en sus historias.

Agnarr asintió, anotando mentalmente la información. -Gracias, Jacob.

-No hay de qué Arvid, si necesitan algo no duden en pedirlo en la recepción

Cuando el dueño de la posada se marchó, el rey cerró la puerta y se sentó en una de las camas para quedar frente a su asistente quien ya ocupaba la otra.

-Tenemos que buscar a esa anciana. Alguien que dice haber visto al mago puede tener información valiosa.

Kai asintió y siguió a su rey hasta las afueras de la posada. Caminaron por las calles del pueblo. Preguntaron a varias personas por la anciana, hasta que finalmente, un hombre mayor les dijo:

La princesa y el cisne  (Reeditado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora