IDRIS

Vergüenza

Antes de llegar a la habitación de Alexander, los Ligthwood habían pasado la mayor vergüenza de su vida al revisar las distintas habitaciones de la tercera planta e interrumpir a sus ocupantes en situaciones muy comprometedoras, y todo por salvar a su "inocente" hijo él cual por lo que acababan de ver no era tan inocente -Estoy esperando tu explicación Alexander, y usted señor Bane, no sabía que tenía este tipo de gustos tan interesantes- Alec y Magnus ya se encontraban completamente vestidos y sentados en la cama mirando a una muy furiosa Maryse Ligthwood, para Magnus fue una sorpresa escuchar su apellido de los labios de la matriarca Ligthwood pero entendió que ella debía conocer a cualquiera que entrará a su hogar.

-¿Que puedo decir?, incluso yo me sorprendí- Magnus no podía dejar de sonreír, su mirada era diversión mezclada con frustración- jamás creí que a Alexander le fuera ser sádico, se veía más bien del tipo sumiso pero tampoco puedo quejarme, es bastante bueno sometiendo- La voz de Magnus estaba cargada de deseo, y reafirmando sus palabras le mostró a Maryse las marcas en sus muñecas, por su parte Alec lo fulminaba con la mirada, lo único que lograba Magnus con sus palabras era meterlo en más problemas con sus padres, Alec solo deseaba que Magnus se marchará para así poder hablar tranquilamente con su madre.

En la puerta seguían Isabelle, Jace y su padre, ninguno de los tres pensaba intervenir pues Maryse se veía muy molesta pero Isabelle no pudo evitar controlarse e ignorando a su madre se acercó a abrazar a Magnus - Gracias, gracias, gracias- el abrazo había confundido por completo a todos, en especial a Magnus que no entendía el porqué de tantos gracias, pensaba que Isabelle lo golpearía por corromper a su hermano pero era todo lo contrario- Siempre pensé que mi hermano era Asexual, pero entonces llegas tú y !bum! Le sale lo Ligthwood, gracias, Magnus- Antes de separarse Isabelle se acercó al oído de Magnus y le susurro con complicidad- La próxima vez pongan seguro o avísenme y los cubro con mis padres- Magnus en agradecimiento beso su mejilla, esa chica le agradaba muchísimo

-Esto es el colmo- La vos molesta de Maryse asustó a todos- primero intentas violar a mi hijo y ahora le coqueteas a mi hija, solo falta Jace a no ser...- Maryse miro a Jace acusadoramente preguntando con la mirada si ha tenido algo con Magnus, pero Jace negó rápidamente levantando las manos en señal de inocencia -Te creo hijo- Jace suspiró aliviado y Alec sonrió divertido, al menos no era el único al que amenazaban- Alec, sigo esperando tu explicación, ¿Porque estaban tú y el señor Bane en el suelo semi desnudos?- Isabelle y Magnus soltaron una risilla, la pregunta les había causado gracia a ambos pues la respuesta era obvia, pero la mirada fulminante de Maryse los hizo callar

-Madre, te lo explicare pero quiero que él- Alec señaló a Magnus- se vaya, es mejor que hablemos en familia sobre esto- Magnus lo miro totalmente ofendido- Te recuerdo que hasta hace unos minutos tu no me dejabas moverme, y que quede claro señora Ligthwood que yo no iba a violar a su hijo, él me iba a violar a mi- Magnus había hecho unos ademanes con la mano para enfatizar sus palabras las cuales hicieron que Alec se pusiera pálido, Izzy aplaudió divertida y orgullosa , Jace se cubrió la boca asqueado intentando no imaginar nada, Robert se sirvió un café cargado y Maryse fulminaba a Magnus y a Alec por igual, ¿Como era posible que su hijo fuera capaz de estar con un cliente?

-Mejor ya no me expliques nada Alec, lo que vi hace unos minutos y lo que acabo de escuchar es suficiente, creí que al salir Isabelle con Simón y Jace con Clary ninguno de mis hijos volvería a dormir con los clientes, pero al parecer me equivoque al no contarte, la próxima vez por favor háganlo en una de las habitaciones de abajo, recuerda que en sus dormitorios no se deben traer clientes ¿entiendes Alec?- La mirada de Maryse reflejaba desilusión y dolor, ella quería lo mejor para sus hijos y aunque sonará egoísta de los tres su favorito era Alec, pues siempre fue el más calmado, responsable y maduro o al menos eso creía pero se equivocó.