parte 1: El Trágico Comienzo de un Guerrero

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El trágico comienzo de un guerrero
Nuestra historia se inicia con el nacimiento de un niño llamado "Dalibord Fide" que en Latín significa Peleador Lejano, este nace a finales del siglo XIX en la ciudad de Barcelona España, sus primeros años de vida transcurrieron llenos de sucesos trágicos, estos lo marcarían de por vida, su padre sufrió un accidente mortal mientras estaba de cacería, fue atacado por una manada de lobos salvajes descuartizándolo frente de la cueva donde vivían aquellas bestias hambrientas siempre al asecho de sangre fresca, su madre al enterarse de lo sucedido se sumerge en una gran depresión obligándola a pasar todo el tiempo encerrada en su habitación sin consumir el más mínimo alimento, llegando a un punto donde deja de valorar su propia vida y decide acabar con su sufrimiento saltando desde un acantilado que se encontraba en las cercanías de la casa, arrojando todo su sufrimiento junto con ella a un vacío absoluto con la esperanza de encontrarse de nuevo al lado de su esposo fallecido.
Deja al pobre Dalibord en una total soledad perdiendo de esa manera a toda la familia que él alguna vez había conocido, todo el pueblo decía que él era la oveja negra de la familia ya que todo aquel que se le acercase terminaba muerto por circunstancias extrañas y horripilantes, fue tratado con crueldad por todo el mundo como si fuese un fenómeno cuya presencia era detestada por toda forma de vida, empezó a recluirse cada vez más en un total sufrimiento, aunque nunca tuvo que ver en esos acontecimientos trágicos que le habían traído tanta desgracia, era sentenciado por la muchedumbre a diario, no dejaba de pensar, ¿por qué la vida lo trataba así?. Esa pregunta se le presentaba una y otra vez en su cabeza pero no parecía encontrar respuesta alguna.
El pobre infante fue tratado con crueldad, nadie le extendió la mano en señal de colaboración, fue obligado a vivir en la calle ya que al no poder pagar ni defender su casa, se le fue arrebatada y se vio forzado a pasar sus días sin un hogar propio, vagando por los caminos en busca de un lugar en donde pudiese pertenecer y descansar, pero a pesar de todo lo malo que le había sucedido el joven Dalibord nunca perdió la Fe en la humanidad, él sabia que la vida mejoraría tarde o temprano y que alguien se percataría de lo que dicho niño podía hacer a pesar de haber sufrido tanto, porque el sabía que aunque la vida te tire al suelo sólo te queda ponerte de pie y enfrentarse a las circunstancias sin mirar atrás en ningún momento pero, siempre teniendo en mente de donde provenía para no perder el buen camino.
Su esperanza nace una tarde lluviosa de invierno en donde no se podía visualizar ningún objeto a menos que se encontrase a poco centímetros de distancia, la temperatura descendía rápidamente, las nubes cubrían el cielo al punto de no dejar pasar el mas mínimo rayo de sol, ese mismo día pasaron por el pueblo de Dalibord los caballeros de los Castillos que se encontraban mas al norte, al no tener casa ni lugar donde resguardarse de la lluvia Dalibord decide pasar la noche con los cerdos del carnicero del pueblo, fue así, que al estar durmiendo escucho a lo lejos el sonido de un grupo de caballos a todo galope, al principio Dalibord creía que se había desatado una guerra, cuando de repente ve a los caballeros de reluciente armadura montando a sus grandes corceles estaban dotados con armaduras para resguardarlos de cualquier ataque, queda fascinado al observar a los honorables y valientes guerreros, soñando que algún día el lograría ser como ellos y de esa manera ganarse el respeto de la gente de la ciudad.
En ese momento uno de aquellos guerreros se percata de la presencia de aquel joven que se encontraba acostado en la jaula de los cerdos como si fuese otro animal pestilente carente de sentimientos y emociones, es así que decide detener su corcel al frente del niño y bajándose de su bestia con la armadura puesta decide comenzar a hablar con el joven:
-hola amigo me llamo Leandro ¿Qué haces aquí afuera con esta lluvia?, podrías enfermarte si te quedas aquí afuera.
Dalibord se asombra al ver que este no lo trataba con desprecio como los demás habitantes del pueblo, era la primera vez en 8 años que alguien le dirigía la palabra para algo que no fuese un insulto o burlarse de él, se queda callado, sin producir el más mínimo sonido de respuesta hacia el guerrero, cuando de repente el caballero le dice:
- Veo que eres una persona de pocas palabras, me recuerdas a mi cuando tenia tu edad, tranquilo no te pasará nada, dime donde están tus padres y yo te llevo a donde se encuentren.
En ese momento el niño rompe en un llanto de desahogo ya que era la única persona que lo había tratado como ser humano y no como si fuese un monstruo desagradable, desde el incidente de sus padres, en ese instante el caballero le dice:
-Amiguito que paso, por qué estas llorando, ¿Dónde se encuentran tus padres? Tal vez pueda ayudarte a encontrarlos.
Dalibord levanta la cabeza y secándose las lágrimas que se esparcían por su cara empieza a contarle su historia al caballero, este la escucha atentamente y sin interrumpirlo en ningún momento, cuando de repente el niño le dice:
Es que mis padres murieron de formas muy trágicas dejándome a mi solo, y ahora el pueblo cree que estoy maldito o algo parecido, así que, decidieron ignorarme y culparme por los incidentes que habían ocurrido, incluso me pusieron un apodo el cual es "El Demonio de Cardona".
En ese momento, Leandro pone una cara de sorprendido, al ver el sufrimiento y la tristeza en la cual se había sumergido aquel niño, le dice en voz baja:
- Ya veo que has sufrido bastante arreglándotelas por tu cuenta compañero, yo creo que ya no tienes nada que hacer en este lugar, ¿quieres venir conmigo al Castillo del Sur?, allí es donde yo vivo, así podría ayudarte acogiéndote como mi propio hijo y aprendiz de caballería, que dices, ¿Aceptas?
Dalibord se le queda viendo sin pronunciar la más mínima palabra, rápidamente asintió con la cabeza para confirmarle al soldado que aceptaba lo que le había propuesto, así que decide montarse en el caballo acorazado y se van galopando a gran velocidad para poder alcanzar a los compañeros de Leandro que habían seguido avanzando hacia su campamento, tardaron una hora y media en llegar al lugar donde se encontraban los otros caballeros, al llegar, los demás soldados se preguntaban quien era aquel niño que estaba con el capitán, en ese momento Leandro le pide al joven que se presente adecuadamente frente a los demás, y parándose sobre el tronco de un árbol que se encontraba en el suelo, empieza a contar su trágica historia tardó aproximadamente una media hora en explicarles a los compañeros de Leandro como es que había llegado hasta allí, todos los soldados se le quedan viendo con rostros de tristeza sin decir una sola palabra al respecto, todos habían escuchado atentamente su historia, excepto un extraño hombre con cicatrices por todo su rostro el cual tenía la mirada baja y parecía totalmente desinteresado de lo que estaba hablando el joven, este se encontraba sentado debajo de un árbol alejado del grupo tallando un trozo de madera con un cuchillo, tenía en sus manos una especie de trompeta curva pero mucho más pequeña.
De repente áquel soldado misterioso le dice que quiere hablar con el capitán en privado, Leandro asintiendo con la cabeza se dirige a donde se encontraba aquel hombre y empiezan a conversar:
-Caballero: te has vuelto loco Leandro, sabiendo que ese niño podría estar maldito y tú lo traes a una misión de tanta importancia, sin saber si él nos traerá desgracia al momento de ejecutar la misión.
En ese momento cambia la actitud de Leandro de relajada a una más seria y empieza a discutir con él.
- Otro más que, cree que este niño esta maldito, esa pobre criatura lo que tiene es mala suerte Kiogre, ¿no merece tener una vida normal como todos los demás? sólo porque sucesos trágicos le ocurrieron en su pasado.
-Creo que tu juicio se ha cegado por la pérdida de tu esposa y tu verdadero hijo, en aquella batalla con el Reino del Occidente, no te has puesto a pensar el porque trataban a ese adefesio como basura en primer lugar.
En ese momento Leandro se llena de ira y desenvaina su espada, respondiéndole a Kiogre:

- Deja de llamarle adefesio a ese niño, él es un ser humano como tú o como yo y por lo tanto merece los mismos beneficios que tuvimos nosotros, así que si no puedes viajar con un "Adefesio" es

Mejor que sigas la misión por separado del grupo y nos veamos en el pueblo.
En ese momento se escucho unas ramas rompiéndose entre los arbustos y de repente se pudo observar a lo lejos una punta de flecha saliendo de entre ellos, en ese momento todo quedo envuelto en un silencio absoluto, cuando de golpe se escucho la voz de Kiogre diciendo:
-Kiogre: creo que no nos volveremos a ver en ningún pueblo capitán.
En ese momento Kiogre toca la trompeta curva que tenia en su mano y varios arqueros salieron de entre los arbustos, al ver lo que estaba pasando Dalibord sale corriendo para ayudar a su amigo, cuando repentinamente una flecha le da directamente en la espalda atravesándolo de lado a lado y cae fuertemente al suelo casi inconsciente, Leandro al ver lo sucedido, termina degollando a Kiogre con un rápido movimiento de su espada, luego levanta a Dalibord moribundo del suelo, casi inconsciente por la grave herida que se le había producido, lo lleva rápidamente a su caballo, listo para partir, pero en ese momento sale corriendo de vuelta al campamento con su espada en mano dispuesto a pelear contra aquellos que los habían emboscado, debido a sus graves heridas Dalibord solo se limito a escuchar los gritos de todos los caballeros

que estaban cayendo uno tras otro, ante los traidores que los habían emboscado.
En ese momento llego otro caballero, parecía ser uno de los pocos sobrevivientes de la masacre que se estaba librando en ese lugar, y le empezó a decir lo que estaba pasando:
- Hola niño, me llamo Mateo, el capitán me ordeno que te llevase a un lugar seguro en los pueblos del sur.
Dalibord se le quedo observándolo fijamente como preguntando el porque Leandro no había venido personalmente a llevarlo a las ciudades del sur, pero en ese momento le empieza a explicar lo que estaba sucediendo:
- Escucha tu amigo es el capitán de esta caballería y su deber es quedarse para tratar de salvar a todos los soldados posibles, aunque muera en el intento debe proteger a los demás, todo esto es culpa de Kiogre, mi hermano, quería desesperadamente el puesto de Leandro, aunque nunca pensé que podría hacer algo como esto, traté incontables veces de llevarlo al camino correcto pero el siempre me ignoró y se tornó en un traidor, así que pido que me disculpes por no haber sido capaz de detenerlo antes que llegar a tales extremos.
Repentinamente Mateo se aleja unos instantes y regresa con unas cosas en vueltas en una manta y le dice a Dalibord.
- De verdad quisiera que me perdonaras, no quería que nadie inocente quedara en medio de las tretas de mi hermano, menos alguien con tan mala suerte como tu, que lo único que querías era ser feliz por una vez en mucho tiempo.
En ese momento aparecen unos mercenarios que venían del campamento, mateo saca su espada preparándose por si los mercenarios los descubren y deciden atacarlos, los hombre se van sin notar su presencia, pero de repente se puede ver a uno de ellos cargando algo en las manos, al verlo mejor se dan cuenta que era la cabeza cercenada de Leandro la cual todavía conservaba la expresión de tristeza en su rostro, Dalibord se quedo atónito al ver tal acto de crueldad, solo el dolor y la desesperación quedaba plasmada en su rostro, lagrimas de sufrimiento se escapaban de sus ojos pero este no emitía sonido alguno, mateo al ver que su capitán había muerto en el campo de batalla, se da cuenta que ya no hay esperanza alguna, así que decide montarse en el caballo que se encontraba Dalibord y salir cabalgando a toda velocidad.
En ese instante se puede ver a la distancia como el campamento se incendiaba y aquellos mercenarios con la cabeza de Leandro en sus manos jugando con ella como si fuese una pelota sin importancia, luego la empalaron junto a las cabeza de los demás soldados, Dalibord no logro contenerse rompiendo en un llanto desgarrador que resonó por toda la silenciosa sabana, sus sollozos gritos de tristeza retumbaban por todos los alrededores como si se tratase de un alma en pena vagando por los bosque, luego de haber cabalgado unas horas y de mucho sufrir no solo por la herida de la flecha que lentamente lo acercaba mas a su propia muerte, sino también por la perdida de la única persona que lo trato como ser humano en mucho tiempo, Llegaron a un pueblo cercano al Castillo del Sur donde, llevaron a Dalibord con el curandero más cercano y lo dejaron totalmente inmóvil mientras que sus heridas sanaran por completo.
Ese día Dalibord se hizo la promesa, que se convertiría en un caballero, justo como Leandro lo hubiese querido, para vengar su muerte, matando uno por uno a los que pusieron precio a su cabeza, hasta no dejar rastro alguno de su existencia y pelear siempre con honor para poder siempre proteger a quienes lo rodean y así poder volver a su ciudad natal como un héroe y demostrarle de una vez por todas que el no estaba maldito

La Ascensión de un GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora