La Leyenda de un Nuevo Reino

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Pocos días después de haber llegado a las ciudades del sur cuando Dalibord ya se había recuperado casi por completo decide dirigirse junto con Mateo rápidamente hacia el castillo del sur donde se encontraba uno de los reyes mas fuertes de esas tierras para solicitarle su ayuda y advertirle de lo sucedido, apenas aparecieron los primeros rayos de sol  partieron a toda velocidad en dirección al castillo, el viaje duró aproximadamente 5 horas este era una enorme fortaleza con gigantescos muros que resguardaban al castillo y sus habitantes, al llegar a la entrada  le pidieron a los guardia que los dejaran pasar, para hablar inmediatamente con el Rey Vidal, estos les preguntaron a los viajeros de donde venían y que asunto tenían que discutir con el rey, ellos responden diciéndole que vienen del norte pero para cumplir una misión que les fue asignada pero como su escuadrón fue atacado tuvieron que escapar hacia estas tierras en busca de refugio y alimento.
Al escuchar esto, los soldados que custodiaban la entrada decidieron abrir las enormes puertas del castillo y les permitieron el paso. Mateo sabía que si le pedían ayuda al Rey Vidal este aceptaría sin dudar, en ese momento Dalibord le pregunta a Mateo que como es que el estaba tan seguro que el rey los apoyaría, a lo cual le responde contándole una antigua leyenda que narraba las grandiosas hazañas que transformaron a Vidal en el gobernante de esas tierras. 
Vidal nació siendo pobre y sus padres murieron cuando tan solo tenia 5 años de edad, vivió en los barrios bajos luchando día tras día por sobrevivir, conocía el sufrimiento, la tristeza y la soledad, pero el juró que se convertiría en caballero para poder ayudar a toda persona que esté en problemas, y con ese noble sueño en mente se alistó en la caballería imperial desde muy joven, con apenas 18 años de edad.  Para cuando cumplió los 20 ya era capitán de la primera división de la caballería, fue entonces cuando se le asignó una misión de suma importancia la cual era defender al Rey Herodes junto con un pequeño escuadrón de tan solo 10 soldados, debido a que todos los demás guerreros se encontraban protegiendo a la ciudad de un ejercito invasor que había llegado para apoderarse del reino y sus riquezas.
Vidal con honor y valentía luchó hasta el final.  Junto con sus compañeros día tras día defendieron la entrada al castillo, pero una tarde todo cambió.  Un grupo de soldados los emboscaron cuando se dirigían hacia la entrada pero, aunque pelearon con fervor, los guerreros defensores del reino cayeron en combate uno tras otro hasta que solo quedo él  a pesar de que ellos pelearon con todas sus fuerzas, este no pudo salvar a sus compañeros, así que decidió retirarse a donde se encontraba el Rey para protegerlo a toda costa, logrando acabar con las mayoría de los invasores.  Uno de ellos le disparó al Rey una flecha envenenada logrando alcanzarlo en el pecho perforándole el corazón. Vidal al ver lo sucedido propicia un ataque en contra del arquero asesino y con un veloz movimiento de su espada degolló a aquel ser humano sin piedad alguna, sellando el final de la batalla.  Se incorpora, gira sobre sus pies observando a su alrededor, se da cuenta que es el único sobreviviente de la batalla. Regresa a donde yace moribundo el Rey Herodes quien alcanza a decirle con voz temblorosa:
- Mi último deseo en esta vida terrenal es que te conviertas en el rey que yo en vida no pude ser y de esa manera puedas  devolverles las esperanza a las personas de este reino que han estado sufriendo desde que esta guerra sin sentido dio inició.
En ese momento una lágrima de alegría se desliza por el rostro de Herodes y con las pocas fuerzas que aún le quedaban levanta la corona que se encontraba en el suelo para entregársela a Vidal, quien la recibe y le dice:
- Le juro mi señor no defraudarlo en ningún momento, le prometo que su muerte no será en vano, ganaremos esta batalla a cualquier costo, le devolveremos la paz y prosperidad a estas tierras aun a costa de nuestras vidas.
Al escuchar esto, Herodes se coloca la espada contra su pecho diciéndole unas últimas palabras a Vidal:
- No esperaba menos de ti mi honorable guerrero.
Luego de esto Herodes fallece en medio de un enorme charco formado por su propia sangre.
Vidal cumpliendo su promesa se convirtió en el nuevo gobernante de las tierras del sur.  Armó un nuevo ejército con el cual, poco tiempo después, logró desterrar a los invasores, y desde entonces se convirtió en uno de los reinos más fuertes de esas tierras.
Él nunca olvido el por qué se convirtió en guerrero, decidió ayudar a los más pobres construyendo diversos tipos de alberges y centros de alimentación, donde podrían comer y descansar libremente, reforzó sus alianzas con los distintos reinos para poder mantener la paz en sus tierras.   Es así que Mateo le termina de contar la historia a Dalibord de como Vidal se convirtió en rey, mientras que caminaban por los pasillos del palacio.
Al llegar al salón real, el rey ya los estaba esperando en la entrada como si supiese que ellos llegarían desde mucho tiempo atrás, el los invita a pasar para poder continuar con lo que venían a hacer, pero en ese momento Dalibord empieza a toser sangre repentinamente sus ojos empiezan a cerrarse lentamente y cae desmayado al suelo sin poder decir palabra alguna unos guardias lo levantan del suelo y el rey les ordena llevarlo inmediatamente a la enfermería del castillo, cuando los médicos lo examinan descubren que se le había producido una hemorragia masiva en su interior causada por la herida de la flecha que no había sanado adecuadamente, cuando los doctores terminan de curar sus heridas lo deja descansar tranquilamente en su habitación.

La Ascensión de un GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora