Otro Regalo

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Mi cumpleaños número 20 empezó con pesadillas. Desde el Fin del Mundo y la batalla contra Trigon, en mis cumpleaños aparecían pesadillas. Me desperté agitada a las 5 a.m. pero pronto me tranquilicé y me volví a tirar a mi cama con pesadez. No duré mucho en donde estaba, pronto me levanté y me vestí cómoda. Últimamente no usábamos uniforme a la hora de combatir, con simplemente una capucha bastaba para tapar nuestra identidad. Gracias a esto descubrí un fanatismo oculto por las faldas, y por supuesto, eso me pondría hoy.

Ya en la cocina me preparé un té de hierbas. Me sentía rara, por alguna razón había pensado, que como era mi cumpleaños iba a ser diferente, no sé, una fiesta sorpresa, un regalo escondido o algo, pero el día ya marchaba monótono de por sí. Como siempre mis compañeros empezaron el día a las 10 a.m., todos parecían haber olvidado mi cumpleaños.

Algo dolida volví a mi oscura habitación y me sumí en mi última lectura. Sangre, romance, fantasía y dolor sumieron por completo mis sentidos. Entrada completamente en la historia no note a la araña  colándose bajo mi puerta, tampoco noté cuando se convirtió en un chico de 1,79 de altura que se acercó lentamente hasta prácticamente tirarse encima mío mientras gritaba un "¡Feliz Cumpleaños!" y me aplastaba contra el colchón de mi cama. 

Chico Bestia había logrado superar la altura de Robin a sus 17 años, y que su adolescencia había madurado de buena forma sus rasgos faciales y sus músculos, dejando a un muy guapo hombre. Seguía siendo algo infantil, pero eso le hacía Chico Bestia.

-¿Y? ¿Te asusté?

La verdad, si me asustó, de hecho, al otro día descubriría que mis poderes habían roto una estatuilla que tenía de adorno.

-Puede ser.-dijo sonriendo.- Ahora, salite de encima que me aplastas.

Con Gar ya llevaba una relación de un año, salía a relucirse en público gracias a mi avanzado control de emociones, pero seguía siendo igual de peligroso dejarme a riendas de  las mismas.

Apenas salió de encima mío, me vi siendo levantada y llevada, obligada, a la sala de estar. Allí la gente que parecía haber olvidado mi cumpleaños estaba reunida junto a los Titanes Este, todos tiernamente vestido con capas violetas y diciendo "Sorpresa" mientras saltaban. Una sonrisa se dibujo en mi cara mientras que golpeaba a Garfiel por levantarme sin avisar. 

El resto del día la pasé de fiesta, y ya cuando se hacía de noche la bebida alcohólica hiso su aparición. A pesar de que a Robin no le gustaba, fue el primero en tomar de las bebidas traficadas por Aqualad y pronto los menos tolerantes terminaron borrachos.

Pero lo importante de esa noche, para mí fue el rato que compartí con Gar, en mi cuarto. Si bien pensaba que nadie se acordaba de mi cumpleaños, terminé con una fiesta en la Torre T y una noche algo especial con mi Chico Bestia.

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