7 de agosto de 2017
Pasaron muchas cosas en tan poco tiempo y debo decir que muchas fueron culpa, aunque tengamos 17 años a veces actuábamos todos como niños de 5 que se pelean porque le robaron su juguete favorito. Algunos de los problemas que tuvimos fueron estupideces pero otro no, y muchos de esos fueron causados por las arpías del mal, como las llamaba Emily. Eran esas chicas, que se metían entre dos personas aunque ninguna de estas quisiera. Y una de ellas aunque al inicio no lo parecía era Diana, la joven que se la pasaba colgada, literalmente, de Dylan.
Al inicio fue muy gentil, me trataba como un compañero más, pero la cosa cambio cuando conoció a Teo y Benjamín, mis mejores amigos. Que digamos nosotros tres éramos casi inseparables, ellos se conocieron en jardín de infantes y luego llegue yo en primaria. Podemos decir que a Diana no le caía bien, simplemente por el hecho de ser un poco diferentes. Pero todo esto paso luego de varias semanas.
Luego de la conversación con Dylan los días pasaron normales, teníamos clases cada uno en su aula, hasta que el viernes de esa semana en uno de los recreos Emily se nos acercó.
Emily y Dylan eran muy cercanos, por eso cuando ella se sentó a mi lado, el la siguió. Aun así cuando Emily vino esa vez estaba sola.
-Connor ¿verdad?- dijo ella mientras se sentaba al lado de Teo frente a mí. El patio del colegio era bastante grande, mientras había gente que corría de aquí para allá, había otros como nosotros que nos sentábamos en unos bancos que había esparcidos por todo el lugar. De vez en cuando se veía como los profesores salían a retar a algún alumno que hacía algo indebido, como colgarse de los ganchos de bicicletas o mismo pelear entre si por alguna estúpida razón, yo aseguraba que era por culpa de las hormonas que controlaban a los jóvenes.
-Sí, ¿cómo lo sabes?- pregunte confundido.
-Brujería.- respondió y luego se rio.
-Hey Em. ¿Cómo has estado?- dijo Benja mientras se unía a nuestra conversación.
-¿Se conocen?-pregunto Teo.
-Sí, ella es mi vecina.
-Por cierto, yo soy Emily, un gusto.-dijo ella mientras saludaba a Teo.- tú debes ser Teo.
-¿Cómo sabes nuestros nombres?-dijo Teo, digamos que él es de esas personas que no le gustan los cambios, y eso incluye a las personas nuevas. Cuando yo los conocí ellos eran súper unidos, mientras que Benjamín me acepto al instante, Teo me odiaba por haberme acercado a ellos, pero luego de un tiempo se acostumbra y te das cuenta de que es una persona muy tímida, le cuesta demostrar el cariño a los demás, por eso Benja servía de mediador para todo, mientras yo era vergonzoso, y Teo era híper callado, él era súper extrovertido y súper sociable.
-Yo se los dije.- respondió Benja, mientras yo veía toda la escena sin entender demasiado.- ella me pregunto por Connor.- luego de eso el me guiña el ojo y mira a Emily. Supuse que él quería insinuarme que Emily quería algo conmigo. Siendo honesto yo era el único en el grupo que jamás había tenido novia, ni siquiera un amorío. Benjamín me presentaba a chicas de vez en cuando pero nunca funciono, ni siquiera lo intentaba realmente. Hasta Teo ligaba más que yo, aunque nunca entendí como.
-¿Y que deseas? Supongo que quieres algo si estas acá.-dijo Teo, y fue cuando Benjamín lo golpeo y se disculpó por los dichos de este.
-Solo venía a saludar, pero ya que te molesta tanto mi presencia me quedare.- Emily se levantó y se sentó junto a mi.- Ahora no se libraran de mi tan fácilmen...- y antes de terminar la oración la interrumpieron.
-¡Emily! Te estaba buscando.- dijo Dylan con un sequito de fans atrás.- Oh, hola.- dijo mirándome fijamente, sus ojos celestes resaltaban en su rostro, pero parecían ocultar algo detrás.
-Hola- respondió Benjamín y luego yo lo seguí, mientras mi amigo alagaba a una joven que seguía a Dylan, Emily discutía con este por alguna razón que ya no recuerdo, yo y Teo nos manteníamos callados, hasta que mi acompañante del silencio se levantó y se dirigió a los baños. Emily se percató de su huida pero cuando eso paso Diana se hizo presente, se presentó frente a nosotros y empezó a tironear del brazo a Dylan, como un dueño cuando quiere que su perro lo siga. Dylan se dejó llevar y Emily lo siguió con una cara no muy amigable.
Yo no entendía muy bien la situación, al inicio creía que Emily estaba enamorada de Dylan y por eso se ponía celosa de la presencia de Diana, pero cuando comencé a conocer a esta joven, note que Emily estaba mal porque su amigo se dejaba manipular por una arpía.
Y ahí surgió Gigi, otro monstruito pero este no estaba atrapado sino que era quien encerraba a los demás.
ESTÁS LEYENDO
Sempiterno
Teen FictionNunca había sentido eso, mi mente recurría a cualquier tontería para estar unos segundo más cerca, y verlo a los ojos, sentir su perfume o simplemente hablar con él. Aunque jamás estábamos solos, siempre estaban ellas alrededor, revoloteando, acecha...