SER TU TODO/OTAYURI

Capitulo 18

Yuri se sintió aliviado cuando su madre finalmente lo desató, pero no antes de encerrarlo en su vieja habitación, que tenía todo completamente distinto de ella. Lo único que quedaba allí era la cama, el tocador, un par de ropas y un espejo. Todo lo demás en la habitación había desaparecido. La única razón por la que su madre se había molestado en desatarlo y dejarlo en la habitación era porque siendo que  él era un omega, ella no creía que él siquiera fuera capaz de liberarse por sí mismo.

No le gustó la razón, pero le dio tiempo a pensar en algo para liberarse. Se sentó en la cama de la habitación y miró alrededor un poco. No sabía cómo iba a ser libre, pero eso no lo iba a detener. Poniéndose de pie, caminó alrededor de la habitación, buscando a través de ella, no es que hubiera muchas cosas que buscar.

Sin embargo, sus ojos volvían al espejo. ¿Qué pasaría si él la rompiera? ¿Podría usar el vidrio roto? Mirando a la puerta por un momento, decidió que al menos valía la pena intentarlo. Entonces, levantando el espejo y dando un paso atrás, lo tiró a la pared y al instante levantó los brazos para tratar de protegerse tanto como pudo mientras se rompía en el suelo.

Se dirigió hacia allí y recogió la pieza más grande que pudo encontrar, pero que aún encajaba en la ranura. Se acercó y lo puso, tratando de abrirlo y abrir la puerta. No funcionó bien, el vidrio no parecía encajar bien ni nada. Gimiendo, lo arrojó al suelo. "Supongo que tendré que tirarlo de golpe, entonces". Murmuró para sí mismo y retrocedió hasta la pared frente a la puerta. Respiró hondo y lo dejó salir antes de atacar la puerta, golpeando tan fuerte como pudo. Sabía que las personas que vivían a su alrededor probablemente podrían escuchar toda la conmoción, pero no le importó. De hecho, eso sería genial si lo hicieran.

Sintió que el dolor se extendía por su brazo cuando se estrelló contra él, pero que rápidamente se le quitó la mente mientras caía sobre la puerta que se derrumbaba. Por unos momentos más o menos, no hizo ningún movimiento mientras permanecía allí, demasiado aturdido. Sin embargo, una vez que se dio cuenta de que la puerta realmente había caído y que parte del plan había funcionado, se levantó y fue rápidamente al teléfono móvil que había visto tirado en la mesa junto al sofá cuando lo habían atado.

Lo agarró y marcó el número de Otabek mientras corría rápidamente hacia la puerta. Sonó un par de veces antes de que la voz de su compañero apareciera por la voz.

"¿Hola?" Yuri podía oír lo áspera y desagradable que sonaba la voz de Otabek. Comenzó a hablar con él mientras se apresuraba a salir del apartamento y al ascensor.

"¡Otabek!" Dijo, emocionado de escuchar su voz.

No hubo respuesta por un minuto y Yuri comenzó a preocuparse de que Otabek lo hubiera colgado o que hubiera perdido la llamada. Un par de segundos tarde, sin embargo, Otabek comenzó a hablar.

"¡¿Yuri ?! Yuri, ¿dónde estás ?! ¿Por qué te fuiste sin tu teléfono ?! ¿Quién te llevó? ¡Voy a ir por ti!" Todas las preguntas comenzaron a suceder al mismo tiempo y Yuri no supo a cuál debería responder primero cuando subió al ascensor y presionó el botón para llevarlo a la planta baja.

"Estoy en mi antigua casa. Mi madre me llevó cuando salí a caminar y ella no me deja ir. Quiere matarme". Le dijo Yuri mientras se abrazaba y esperaba a que el ascensor llegara a su piso. Él omitió toda la parte sobre que ella lo acusó de estar embarazada, pero se lo diría luego.

"¿Cuál es la dirección? No sé dónde solías vivir". Otabek le contestó. Yuri estaba a punto de responderle con la dirección cuando se abrieron las puertas del ascensor, revelando a su madre parada allí. Tan pronto como sus ojos se posaron en él, sus ojos se enrojecieron.

"¡Pequeño pedazo de mierda!" Ella le gruñó, le quitó el teléfono y lo partió por la mitad con su fuerza alfa y subió al ascensor con él. Yuri inmediatamente retrocedió hacia la esquina, demasiado asustado para moverse o hacer cualquier cosa, justo como lo había estado cuando llegó allí por primera vez. Iba a conseguirlo ahora. Eso fue obvio. Él estaba realmente asustado por su vida en este punto. ¿Y si ella realmente decidiera simplemente matarlo?

Cuando el ascensor volvió al piso donde estaba el departamento, ella, furiosa, lo agarró del brazo y lo sacó de allí, arrastrándolo de vuelta al apartamento y al interior. Cerró la puerta detrás de ella y la cerró con llave antes de darse la vuelta y ver la puerta rota tirada en el suelo. Tirando sus bolsas al suelo, se volvió hacia él, con los ojos todavía rojos. "Voy a matarte." Ella le dijo mientras caminaba lentamente hacia él. "Te juro por Dios ... voy a matarte a ti y a ese patético compañero tuyo. Tal vez debería esperar hasta que él llegue y te mate delante de él. Destruyéndolo. Sería gracioso". Ella dijo.

Con cada paso que daba hacia él, retrocedía hasta que su espalda estaba contra la pared y ya no podía moverse. Él respiraba pesadamente mientras la miraba. Temblando de miedo, vio como ella agarraba una lámpara que no era demasiado grande, pero lo suficientemente grande como para hacer algo de daño y lo levantó por encima de su cabeza.

Eso fue lo último que vio antes de que se estrellara en la cabeza y quedara inconsciente.