9

1K 50 13
                                    

"You've made me feel beautiful when I thought I was nothing."

Desde aquella noche de tormenta habían pasado tres meses, los cuales estuvieron llenos de amor y mimos, aún no creía que el chico más guapo del mundo estuviera saliendo conmigo. Él se comportaba muy encantador, me ayudaba en todo lo que necesitaba, y él parecía que no tenía ningún problema.

Nuestra primera cita fué hermosa, llevábamos apenas una semana de noviazgo, él se había encargado de cada detalle de esa tarde, desde la comida hasta la decoración.

Era un día soleado pero templado, yo estaba nervioso por la cita que tendría unos minutos después. Él siempre era puntual y me había mandado un mensaje para que me acercara a la sala dónde él estaba esperándome. Suspiré y me observé en el espejo corroborando mi aspecto, cuando estuve de acuerdo con mi apariencia caminé hacia el lugar dicho. Allí estaba él, vestido con unos jeans negros y una camiseta blanca, al mirarme sonrió lo que causó mi sonrojo en mi rostro. Tomó mi mano y me depositó un suave beso en los labios para finalmente conducirme por un pasillo oscuro y apartado hasta una escalera que yo desconocía. Subimos muchos pisos hasta toparnos con una puerta cerrada, él sacó una llave y la abrió, dándome el permiso para ingresar al lugar.

No pude evitar soltar un pequeño grito, ante la sorpresa que me llevé. Estábamos en el techo de la institución la cual tenía una bella vista al resto del bosque y a lo lejos un lago, sonreí y abracé a mi novio con fuerza escuchando su perfecta risa. Me tomó nuevamente de la mano y me dirigió a un lugar más alejado que tenía una visión espléndida, allí había una canasta y un picnic preparado, alrededor del mantel habían velas, flores y almohadones de colores, todo románticamente preparado.

-Esto es hermoso, Lou- dije mientras me acomodaba en un cojín-. Gracias.

-Me alegro que te haya gustado- rió-. No sabes el lío que hice para traerte aquí, tuve que engañar a la enfermera.

Él sacó de la canasta una caja de pizza, y una gaseosa. Mi estómago gritó al ver eso, hace mucho que no probaba un trozo de esa comida, pero a la vez mi mente se opuso contando las calorías de cada bocado. Mierda, a veces mi cabeza no hace más que pensar.

-Sé que te mueres por comer pizza, no dejes que esas voces te intimiden.

-Claro-susurré con las ideas revueltas, sin embargo decidí disfrutar de esa tarde y cenar rico-.

Al cabo de una hora de charla, besos melosos y comida chatarra, guardamos todo dentro de la canasta y nos acercamos un poco más a la orilla. La escena que se formó ahí era muy fascinante, no creía estar presenciando un anochecer junto con mi pareja, pero allí estábamos, uno a lado del otro abrazándonos.

El sol se escondía lentamente mientras yo me recostaba colocando mi cabeza en su regazo, él suavemente comenzó a proporcionarme cariños en el pelo con su mano. Yo no sabía en qué concentrarme, el firmamento se veía hermoso pero nada comparado con los brillantes y pensativos ojos de Louis que lo miraba sin prestar atención. Estaba perdido en su cabeza.

-Harry, yo nunca te he dicho por qué estoy aquí-habló lentamente con la mirada en un punto lejano-.

Lo observé atentamente, era verdad que el no me lo había comentado y que no sabía que yo ya estaba al tanto. Sin embargo dejé que continuara, él era alguien importante para mi y estaba seguro que debía tomarse su tiempo.

-Tengo principio de psicosis, según los médicos-rió-.¿Puedes creerlo?

Me pareció un poco extraña la manera en que soltó aquello, como si fuera normal, no obstante le resté importancia, se notaba que estaba dolido en sus ojos aunque fingía una sonrisa.

-No sé qué decirte…

-Zoe me contó que te lo había comentado, así que decidí aclararlo- suspiró conectando su mirada con la mia-. ¿Sabes lo que eso significa?

-¿De qué hablas?

-Soy un maldito psicópata, Harry. Los médicos creen que soy una persona sin sentimientos, que soy peligroso para la sociedad- observé cómo sus ojos se llenaban de lágrimas pero su sonrisa se mantenía intacta, me levanté y me senté sobre sus piernas para abrazarlo mientras dejaba pequeños besos en su cuello-. Pero tu no tienes que tenerme miedo, pequeño.

-¿Lo prometes?- pregunté ocultandome en su nuca mientras respiraba su aroma-.

-Lo prometo-habló acariciando mi espalda-. Mi mente está trastornada, bebé, solía tener voces que me decían qué hacer y yo las cumplía sin culpa. Mierda, tal vez no tenga muchos sentimientos, pero tú me has despertado los mejores, y puedo jurarte que no te haré daño.

-Gracias-dije enderezando mi cabeza para mirarlo a los ojos color cielo que brillaban bajo la luz de la luna-. Gracias, por quererme como nadie más lo hizo.

Él me explicó que antes de venir aquí era un total desalmado, atacó a animales indefensos, al principio con culpa pero con el alivio de acallar esas voces, luego se convirtió en algo que disfrutaba. También atacó a su familia, no hasta el punto de asesinarlos, pero con esas intenciones. No me sorprendió mucho su actitud debido a que ya estaba informado de su enfermedad, sin embargo su tratamiento lo había ayudado bastante.

Nos recostamos sobre el mantel mirando a las estrellas, estas brillaban con mucha intensidad a causa de estar lejos de la ciudad. Era hermoso poder apreciar el cielo nocturno desde aquel lugar, y más aún si alguien que quieres te acompaña. Desde allí logramos encontrar distintas constelaciones, como la osa mayor y orión. Sinceramente no les encontraba forma alguna, pero me sentía en paz y a gusto en ese momento.

-Tengo el presentimiento de que hacemos una muy linda pareja- soltó-. Tal vez sea la mejor de todas.

-Tienes un autoestima muy alta, te estás olvidando de Zoe y Niall, ellos si que son el uno para el otro.

-¿Qué dices, Harry? Ellos no se quieren como nosotros lo hacemos.

-¿Estás seguro? Mira que ellos están muy enamorados, nosotros solo llevamos una semana juntos.

-Harold, tu y yo estábamos destinados a estar juntos- habló mirándome a los ojos-.

-¿Cómo estás tan seguro?-pregunté-.¿Cómo yo puedo estar seguro?

-Te quiero, Hazz. Tanto que siento millones de cosas al verte, y eso me alivia porque finalmente puedo sentirme tranquilo conmigo mismo. Tu eres mi salvación, pequeño- dijo seguro-. Estoy tan enamorado de tí, de tu sonrisa y tus hoyuelos, de tus rulos y ojos, eres perfecto. Supe que tu serias la clave para que yo viviera en el primer momento en que te ví.

Sonreí, sus palabras me acariciaban los oídos, me tocaban el corazón. Estaba perdidamente enamorado de aquellos ojos azules, y amaba el sentimiento, por fín entendía esas películas románticas que solo hablan de lo bello de la vida, porque al estar con él me olvidaba de todo lo malo. Él era mi brújula que me guiaba a casa, la cuerda que me sostenía; yo era el barco que lo llevaba, y el ancla que lo conectaba con la realidad.

-Yo también te quiero, Lou.

.
.
.
.
.

Odio como quedó este capitulo, pero bueno. Cabe aclarar que no todo es de color de rosas en esta novela, falta poco para que el drama comience.

Les amo!!! Porfas dejen sus votos y comentarios que me hacen muy felíz.

Y... me gustaría conocerlos a ustedes, asi que aquí va una pregunta.

¿Qué odian en las novelas?

A mi sinceramente me molesta "rayita", es dificil buscar una novela de los chicos sin encontrar muchas así jajaja.

Bueno, besos xoxo

《Skinny Love》 [LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora