《Skinny Love》 [LS]

12

"Just breathe"

-Tranquila, nena, respira ondo. Todo estará bien- dije mientras masajeaba los hombros de mi querida amiga, la cual estaba a punto de anunciarle a su novio la gran noticia.

Ella inhalaba fuerte, soltando el aire por la boca a la vez que cerraba los ojos. Estaba sentada en su cama, esperando la llegada de Niall, el cual ya se estaba tardando más de lo que debería.

-Tal vez ya se enteró y no quiere verme- soltó girándose para poder verme a la cara-.

-Es imposible, solo tu y yo lo sabemos.

De pronto escuchamos unos pasos en el pasillo, las llaves insertándose en la cerradura y la puerta abriéndose lentamente. El silencio gobernó la habitación, el peli rubio se adentró con una caminata lenta y la mirada gacha, se notaba de lejos lo triste y decaído que estaba. Zoe se levantó rápidamente al percatarse de que su novio estaba llorando, corrió a sus brazos y lo envolvió en un fuerte abrazo, logrando que Niall sollozara más fuerte y con un dolor más intenso. Supuse que era mejor dejarlos solos, así que me encaminé a la salida en silencio y cerré la puerta detrás de mí.

Una mala sensación recorrió mi cuerpo mientras caminaba por el pasillo oscuro hasta mi habitación. Me sentí como en una película de terror, siendo la víctima de aquél asesino en serie. Si, soy un miedoso de mierda, pero puedo jurar que sentía como si alguien me estuviera persiguiendo. Aumenté mi ritmo sin mirar atrás, hasta que de pronto una fuerza me empujó hacia la pared y noté como alguien me acorralaba. Suspiré cuando la risotada de mi novio se dejó escuchar, con el ceño fruncido intenté safarme de su agarre, molesto por su comportamiento.

-Eres un tonto, Louis- bufé, rindiendome al no poder contra él-.

-Y tú un bebé miedoso- susurró cerca de mi oído-. Uno muy tierno y lindo.

Reí ante su comentario, luego él tomó mi cintura y me acercó a su cuerpo, para poder besar mis labios de la manera que solo él sabía hacer. Sentí su suave toque contra mi boca, aquello me volvía loco por completo, luego una ligera mordida, para finalmente separarse de mí.

Me tomó de la mano y me condujo hacia la habitación, sin embargo aquel sentimiento que había tenido unos minutos antes no se había ido. Algo no andaba bien.

Entramos a nuestra recámara, Louis se sacó los zapatos y se recostó en su cama soltando un gran suspiro de alivio, a la vez que cerraba los ojos y colocaba sus brazos por detrás de su cabeza.

-¿Pasa algo, Harold?- preguntó manteniendo su posición-. No me digas que sigues asustado.

Negué con la cabeza, ignorando esos sentimientos que me incomodaban. Caminé hasta el borde de su cama y me senté a un lado de sus pies, observando lo hermoso que se veía de esa forma, relajado y con una leve sonrisa en su rostro.

-Estoy bien- respondí en susurro, sin apartar la mirada de él-.

Louis abrió sus ojos y me miró confundido, de un momento a otro lo tenía sentado a mi lado, muy cerca de mi cuerpo.

-No te creo, algo te pasa- habló-. ¿Me vas a contar?

En realidad no sabía que me sucedía, sólo sabía que algo no andaba bien, tenía una rara sensación que no me dejaba tranquilo, pero no tenía idea de que se trataba.

-Lou, enserio, estoy bien- dije para después depositarle un suave beso en sus labios-. No te preocupes.

Luego de aquello se resignó, nos cambiamos y nos fuimos a dormir, ambos estábamos cansados, y la lluvia de esa noche no ayudaba. Pero yo no pude pegar un ojo durante un largo tiempo, aquel sentimiento me seguía atormentando, me tenía alerta. Esperando a que algo malo ocurriera.