Capitulo 10: Yo te protegeré

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El resto del día fue terrible, se fue a casa después de lo ocurrido y en el salón de clases sólo se escuchaban los malos comentarios de los demás, se hizo un gran escandalo, unos estaban a favor de que fuéramos pareja y otros en contra, como si fuéramos a hacer lo que ellos quisieran.

Poco a poco me empezaban a molestar, que demonios les importa a ellos si andamos o no, es nuestro problema, nuestra vida no de ellos.

Durante clases me arrojaban bolitas de papel con mensajes de odio, apoyo, de preguntas estúpidas. Al llegar el receso justo después de que el profesor saliera me levante de mi asiento para callar a todos.
-¡PUEDEN CERRAR LA MALDITA BOCA DE UNA VEZ POR TODAS!-
después de eso todo fue silencio hubiera podido decirles más pero no tenia caso, salí de ahí, ¿a dónde? No sé, soló quería verlo, hablarle y decirle que todo estaría bien, ¿Quién lo había lastimado? ¿Le hicieron eso en su casa?.

Escuchaba pasos detrás de mi, estaba a punto de gritarles que se fueran pero al girarme me tope con la cara de mis dos amigos. Ambos habían estado detrás de mi asegurándose se que no hiciera ninguna estupidez.

El resto de las clases fueron tranquilas, por lo general no me altero y al verme gritando seguro que se desconcertaron. Al terminar las clases volvimos a mi casa, si, volvimos, desde un tiempo acá mis dos queridos amigos han agarrado de entrar a mi casa y aveces no salir de ella. Mi madre los trata como si fueran sus hijos y cuando no se quedan a dormir o a comer dice que la casa se siente vacía.

Al llegar subimos hasta mi habitación, hicimos las tareas y después tomaron la consola de videojuego. Estábamos matando zombies en medio de gran escuela hasta que me mataron.
-¿Y qué pasó con caperucita?-
Durante todo el día no me habían preguntado por qué no regreso al salón conmigo.
-no pudo con los malos comentarios de los idiotas de nuestros compañeros, lloró, le descubrí unas heridas en el abdomen y después se fue-
-wow, que intenso- dijo Esteban sin prestar mucha atención al tono que usó, aunque en realidad no le importaba mucho, seguía entretenido matando zombies.
-¿Qué piensas hacer ahora?- me pregunto Lucas
-no me puedo rendir tan fácil, seguiré luchando por él-

Durante los próximos 3 días no supe nada de él, se esfumó.

Lo llamaba al celular y me mandaba al buzón, le enviaba textos y nada, trate de comunicarme con él desde todos los medios posibles. No fue hasta el quinto día que supe de él, llego a la escuela en muy mal estado, estaba todo golpeado. Entre algunas chicas y chicos lo rodearon haciéndole preguntas pero el sólo sonreía y decía "estoy bien" ¿Qué está bien? era más que obvio que no lo estaba.

Esperé a que pasaran las clases para hablar con él, pero me evito a toda costa. Otra vez estaba mal, me dolía el pecho, cada palpitar era delirante. Perdí a la mujer de mi vida y ahora a este chico del que me acababa de enamorar.

Me encontraba en mi habitación entre sollozos, estaba con una enorme herida en el corazón...

No sé de dónde o el porqué, pero me levante, limpie mis lágrimas y salí de casa, corría y corría, con una enorme llama surgiendo de mis adentros, un fuego ardiente me quemaba en el pecho, este valor, este coraje apareció cuando menos lo esperaba y el lugar al cual me dirijia era hacia su casa.

No me rendiría tan fácilmente. Llegue a un vecindario silencioso, las calles estaban vacías, tenia la respiración entrecortada, buscaba desesperadamente su casa entre tantas iguales. En los días en que desapareció uno de nuestros compañeros logró obtener su dirección. Por fin. Camine hacia la puerta. Era color blanca con detalles dorados, una hermosa clasa blanca, con un jardín verde y flores coloridas. Me temblaban las piernas, estaba muy nervioso pero la llama ardiente seguía impotente, dándome las fuerzas necesarias para tocar su puerta, esperando impaciente por los segundos que parecían eternos, volví a tocar y nada, en verdad me estaba impacientando, iba a tocar una tercera vez cuando escuche gritos, esos gritos eran de él, lo estaban golpeando.

Toqué con mayor insistencia queriendo tirar la puerta, vi como alguien se asomaba a través de una delicada cortina, segundos después se abrió la puerta. Un hombre de metro ochenta fornido con la apariencia de un leñador apareció frente a mi, su mirada era dura, sin duda alguna pondría de nervios a cualquiera.
-¿Qué se te ofrece?- su voz era muy grave, impresionante además de intimidante- oh! Ya sé! Vienes por esta puta ¿no?- tirando del brazo acerco a Danniel a la puerta, estaba llorando, tenia un labio roto y le sangraba la nariz, estaba furioso, quise acercarme pero tiro de su cabello metiéndolo un poco a la casa.
-sueltelo! No tiene porque tratarlo así!-
-Yo hago lo que quiero con él! Por desgracia soy padre de esta marica por lo tanto soy su dueño! - este tipo era su padre y lo trataba así, ahora entiendo porqué le daba tanto miedo, este gorila le hace tanto daño...- si lo quieres ven por él- era lo único que necesitaba escuchar, automáticamente mi cuerpo se movió hacia el mas grande derrumbándolo con un gran golpe, dicen que el cuerpo al estar en situaciones peligrosas se vuelve más fuerte para defenderse más resistente para protegerse. Antes de que se pudiera poner de pie tome a Danniel de la muñeca para llevarlo conmigo.

-Tranquilo Danniel...
yo te protegeré-


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⏰ Última actualización: Jan 30, 2018 ⏰

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