Detente {Ziam}

Capítulo 16

Harry suspiró por quinta vez, tenía tres días que habían dado de alta a Zayn del hospital, no lo había visto desde aquella vez.

Sabía de antemano que no era la persona favorita de Louis en aquellos momentos y se lamentaba mucho el que Zayn no dijera la verdad, él no lo obligaría pero no podían dejar que Liam de aproveche de la ingenuidad de Louis.

Bajó del coche y tomó entre sus manos la bolsa con alimento enlatado y algunas otras cosas para Zayn.

Caminó adentrándose al edificio donde vivía Zayn, Louis, y, lamentablemente, Liam, su corazón iba saltando en su pecho, pequeñas gotas resbalaban sobre sus sienes, no entendía porqué tan de pronto esos nervios invadieron su cuerpo, él iba a ver a Zayn, y también para saber cómo de ha sentido.

Un suspiro entrecortado más, ya se encontraba frente al departamento.

Tocó y esperó.

Nada.

Nuevamente tocó.

Nada.

Tocó un poco más fuerte.

-No hay nadie.- Volteó sobresaltado, en el departamento de enfrente se encontraba una señora recargada en el marco de la puerta.

Harry Frunció el ceño ¿Dónde podrían haber ido? Si bien recuerda Zayn tenía que estar en reposo.

-Oh, gracias, vendré más tarde.- Susurró y dio media vuelta para salir del edificio, una risa detuvo su caminar, ¿Qué era lo gracioso?.

-Los muchachos que vivían ahí se largaron de este mugroso edificio, niño.- Dijo mirando con irritación a Harry.

El ojiverde jadeó.

-¿Sabe dónde pudieron ir?- Preguntó, la señora hizo una mueca, Harry se dio cuenta de lo estúpido que había sonado.

-Sólo sé que vinieron tres hombres y sacaron todas las cosas de Louis y Zayn ¿Bien?- Dijo eso último y cerró la puerta con un movimiento brusco, el cual hizo sobresaltar a Harry.

Maldijo apretando los puños. Sabía que todo eso era por ocurrencia de Liam, jodido tramposo.

Sólo para que no le digan a Louis, la persona horrible que es.

Muy bien jugado Payne.

***

-No te vayas Louis.- Rogaba Zayn mirando con suplica a Louis, éste suspiró.

Una semana había pasado, Zayn no sabía dónde demonios estaban, sólo el día que lo dieron de alta, Louis lo llevó a aquella enorme casa, y horas después Liam llego con varios hombres, cargando sus pertenencias.

Liam no lo había tocado, sólo insultado y mirado de una forma tan indescriptible para Zayn, pero le daba temor.

-Zee, tengo que ir a trabajar, lo he dejado de hacer desde hace una semana, tengo que recuperar el dinero a Liam y ahorrar, para comparar cosas para ti y... Para el bebé.- Murmuró un poco incómodo Louis, pues era cierto, ya tenía menos gasto, pues ya no pagaría la renta del departamento, pero tenía que ahorrar para el futuro del bebé, ropa, pañales, mamilas, juguetes...

De alguna manera seria tío lo ponía feliz.

»-Zayn, por favor necesito que me apoyes, sólo tienes que quedarte en la casa sin causar problemas a Liam y sin hacer berrinches, y con esta actitud no me estás ayudando.- Zayn hizo una mueca, se volteó dándole la espalda a Louis, éste suspiró, acarició la frente del menor y dejó un beso suave en la misma.- Perdóname por no ser un buen hermano Zee.- Dijo por último y salió de la habitación, para después salir de la casa.

Zayn abrazó la almohada con dolor, mientras las lágrimas resbalaban sobre sus mejillas.

No entendía nada, estaba tan confuso. ¿Harry a dónde estaba? Se preguntaba a cada rato, lo necesitaba.

Abrazó y acarició su estómago, debía tranquilizarse, no era bueno para él, ni Lara el bebé. Su hijo.

¿Dónde estará Liam? Se preguntó fugazmente, últimamente no veía mucho a Liam, aunque no lo aceptara, eso le preocupaba un poco.

Suspiró, miró al techo, así estuvo por unos minutos, hasta que el sueño lo fue venciendo.

***

-Joder ¿Y qué harás amigo?- Preguntó Niall, mirando sorprendido a Harry, el ojiverde ya le había comentado todo, simplemente no podía creerlo.

-Los buscaré, no puedo dejar a Zayn en brazos de Liam, y más ahora que está embarazado, Liam es capaz de todo, sólo si Louis quiere seguir con los ojos cerrados, no pelearé con él, pero Zayn no tiene la culpa, Liam es jodido pedófilo.- Apretó sus labios.- No creo que hayan salido del país, Liam no es muy inteligente.

-Eres muy buen amigo Harry.- Sonrió con sinceridad.- Pero ¿Crees encontrarlos? Digo no desconfío de ti, sólo que creo que va a ser un poco difícil.

-Realmente no me importa la dificultad Niall.- El ojiazul sonrió asintiendo, sin duda Harry era uno de los pocos amigos verdaderos.- Zayn, merece ser libre.

***

Zayn estaba muy cómodo en sus sueño, demasiado a decir verdad. Si por el fuera dormiría todos los días por el resto de su vida.

Un golpe violento lo despertó, abrió sus ojos somnoliento, miró a la puerta, en seguida el sueño se fue.

Liam estaba frente a él, sumiso bajó la mirada, algo tenía la mirada de Liam que lo ponía tan nervioso, además de mucho temor.

-Eres un jodido holgazán.- Escuchó a Liam decir, su cuerpo tembló, Liam estaba ebrio, tragó saliva.- Levántate.- Ordenó el castaño.

-Liam...

-¡Que te levantes!- Grito sobresaltando a Zayn, el mismo que se levantó con sumo cuidado, tenía que estar tranquilo, la vida de su hijo estaba a juego.

Ya levantado Zayn miró a Liam.

-¿Q-Qué pasa?- Preguntó con voz suave. Liam rió diciendo algún insulto en algún idioma.

-Lo que pasa en que tenemos hambre, prepáranos algo para comer, apresúrate.- Dijo, ¿Tenemos?, Zayn titubeó.- Haber si para eso sí sirves.- El moreno apretó sus labios, comenzó a caminar con lentitud hasta la cocina, trató de ignorar el dolor que se instaló en su pecho.

Detuvo su caminar cuando miró a un chico, desconocido, en la sala, tragó saliva y siguió caminando. No debería importarle qué personas mete Liam a la casa, ni tampoco dolerle, pero no puede, no le sale.

Estaba enfermo ¿Qué persona saludable se enamora de su violador?.

Abrió el refrigerador echando un vistazo a lo que había, no era muy bueno cocinando, así que tomó unos huevos y jamón. Comenzó a cocinar, tratando de controlar sus ganas de vomitar, el olor a huevo lo estaba asqueando.

Cuando ya estuvo terminado se acercó a la sala, tragó saliva aguantando sus lágrimas, el par de encontraba comiéndose, carraspeó ganándose un gruñido de Liam.

-Ya está listo.- Susurró y no esperó respuesta, caminó a su habitación, se acostó en la cama, limpió una lágrima que comenzaba a resbalar sobre sus mejillas, seguida de más.

Media hora después, gemidos comenzaron a escucharse, apretó sus ojos.

Su corazón se estaba desmoronando pedacito por pedacito.

Le dolía, joder que sí, y sabía que eso no era amor, porque el amor no dolería de aquella manera.