DOS

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— Y ahora.... ¡¿Qué le diremos a mamá?! — Comenzó a gritar Charlie
— No lo sé. No fué mi culpa.
— Claro que sí...sabes que hemos estado esforzándos para esto. Sabes lo importante que era.
— ¡Lo sé! — Ahora ella gritaba — ¿Crees que estoy feliz?. Lo intenté. Intenté llegar, pero...
— No pudiste. Como siempre. Siempre haces lo mismo. Siempre fracasas y desilusionas a los demás.
— No me digas eso — Las lágrimas comenzaron a caer. — No sabes lo mal que me siento. Realmente quería actuar.
— Tú te lo perdiste. Ayer tuve que tomar dos turnos para poder llevarte al casting...no sabes lo que nos hemos esforzado para que tú... — Fué interrumpido
— Callate. Ya no quiero escucharte.

Millie, corrió escaleras arriba, hasta llegar a su cuarto. Se tiró a su cama y comenzó a llorar. Todo había acabado. Sus sueños estaban en el subsuelo. ¿Qué haría ahora?. Ya no sería actriz. Todo por llegar tarde. Todo por ese estúpido profesor. ¿Qué hubiera pasado si no llegaba tarde?, ¿Si lograba llegar?...nunca lo sabría.
Las palabras de su hermano mayor resonaban en su cabeza. Era como disco rayado que no paraba de trabarse en la misma frase. “Siempre fracasas y desilusionas a los demás. ” 
Su vida estaba arruinada. Si bien, tenía catorce años, pero sabía que sus oportunidades estaban lejos. Ahora no tendría el permiso y el apoyo de sus padres. Ahora estaba sola en esto. Ahora tendría que esperar a ser mayor y ver si tenía suerte.
La tristeza que sentía, cada vez se hacía más fuerte. Si no hubiera sido por su irresponsabilidad, hubiera llegado. Se odiaba por eso, y odiaba al mundo por ponerse en su contra justo ese día.
El sonido de su celular la sacó de sus pensamientos. Secó sus lágrimas y vió que era un mensaje de Noah.

Noah 💕: ¡Hey, Mills!, ¿Cómo te ha ido?                                 
                                                   16:40

                                        No he ido...
                                                   16:41

Las lágrimas de Millie volvieron a caer. El celular volvió a sonar, mostrando en la pantalla, la foto de Noah y Millie decidió atender. Los mejor sería hablar con él. Siempre la escuchaba y le hacía bien.

— Hola, ¿Por qué no fuiste? — Se escuchó la voz de su amigo, totalmente preocupado.
— He llegado... — Su voz se quebró, soltando sollozos — Tarde. — Terminó de decir, secándose las lágrimas
— Mierda. — Suspiró — ¿Estás en tu casa?
— Sí... — Respondió algo desanimada
— Bien. Espérame
— ¿Qué? — Frunció el ceño
— Voy para allá, tontita — Dijo tiernamente
— No, está bie.... — La llamada había sido cortada por él. — Mierda — Maldijo, soltando suspiros.

Se fue al baño y miró su reflejo. Estaba fatal. Sus ojos rojos y una expresión de depresión terrible en su rostro. No quería que Noah la viera así. No era sólo porque no quería que la viera mal y se preocupe, también era porque la chica estaba embobada por él. Desde que se conocieron, la chica quedó totalmente flechada por el castaño de ojos verdes. El chico era hermoso, tierno y siempre estaba para ella, ¿Cómo no podría enamorarse?. El problema era que el amor de Millie hacia Noah no era correspondido de la misma manera. Noah tenía a muchas chicas atrás, pero sólo tenía ojos para Sadie, quien sólo tenía ojos para Jack... Y así era. Millie siempre miraba a Noah, Noah a Sadie, Sadie a Jack, y Jack a Millie. Era horrible cuando los cuatro se encontraban en la misma clase, pero ¿Qué podía hacer?.

Abrió el grifo y dejó correr el agua por unos segundos. Puso sus manos bajo el agua y juntandolas, obtuvo agua en sus manos, tirándosela a su rostro. Cerró el grifo y arrastró lentamente sus manos por su rostro. Tomó una toalla y se secó.
El sonido del timbre se hizo presente. Millie escuchó hablar a su hermano. Lo único que entendió fue: “ Sí, pasa. Está en su cuarto. ”

Antes de que Millie pueda hacer algo, la puerta de su cuarto se abrió.

— ¿Millie? — La llamó Noah, al no verla en su habitación. Rodando los ojos, caminó lentamente hasta la puerta, cuando la abrió, se encontró con el rostro de Noah. Los dos abrieron los ojos y rápidamente se distanciaron.

— Lo siento — Rascó su nuca, totalmente avergonzado — Tuve que haber tocado....
— Está bien...— Suspiró. Noah la tomó por los hombros y le sonrió. Millie sonrió estúpidamente. Si tan sólo supiera que se moría por dentro al sentir el tacto de su piel en la suya...

— Ven aquí — Dijo atrayéndola a él. Cuando estaban peligrosamente cerca, Noah envolvió con sus brazos el cuello de la chica, y besó su cabeza. Millie tardó un poco en responder, pero después rodeó sus brazos en la cintura del chico. — No tienes que hablar ahora. Podemos ver películas y distraernos un poco — Dijo divertido, aún abrazándola. Se separó y agarró su mano, llevándola a su cama. Se sentaron y Millie seguía callada, totalmente nerviosa. Noah se acercó un poco, viendo lo distante que su amiga estaba. — ¿Estás bien? — Preguntó en un susurro, mientras la chica asentía. Noah sonrió y tomó su mentón, haciendo que lo mirara a los ojos. — No tienes que mentirme. Te conozco muy bien, Brown. — Soltó su mentón lentamente y miró su celular. Millie estaba totalmente roja. — Y.... ¿Qué quieres hacer? — Preguntó algo desesperado, obteniendo un suspiro por parte de su amiga.
— Dormir. — Dijo, aún mirando al suelo.
— Bueno. Le avisaré a mi madre — Dijo tomando nuevamente su celular y marcando números en él.
— No, espera — Dijo Millie, tratando de sacarle el celular, pero Noah se zafó de su agarre y sonrió — ¿Qué haces? — Intentó sacarle el celular nuevamente, pero sin éxito, logró que Noah agarrara su mano fuertemente, deteniéndola. — ¡Noah! — Le gritó algo enojada
— Hoala mamá — Habló a su celular — Hoy me quedaré en la casa de Mills — Esperó unos segundos y Millie se agarró la cabeza rodando sus ojos. — Sí, no te preocupes. Te quiero, adiós. — Cortó la llamada y sonrió. Tecleó en su celular y tras unos segundos la miró totalmente feliz. — Haremos una pijamada — Dijo con una gran sonrisa. Millie sonrió. Le encataba verlo tan feliz, pero su sonrisa desapareció tras escuchar el timbre y a su amigo totalmente emocionado. — Es Sadie — Sonrió — Le dije que viniera. ¡Será la mejor noche!

Millie sólo miró el suelo y pensó que sería una larga noche.

Fillie | My FUCKING fault.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora