Fillie | My FUCKING fault.

OCHO

Sus pisadas hacían eco tras los vacíos pasillos del colegio. Sus ojos tenían la vista fija en el frío porcelanato, y caminaba a paso lento, con los auriculares puestos y sin importarle que llegara tarde a clases. El choque de un hombro contra el suyo, hizo que diera un paso hacia atrás y tropiece, pero en un torpe intento, la persona causante de esto, agarra el brazo ajeno, y lo atrae hasta su cuerpo, sin tocarse, pero se miran, hasta que uno decide soltar su mano y aclarar su garganta.

— Ah... Yo... — Rascó su nuca, sin saber que decir, con la presión de la mirada de la chica que estaba en frente de este — Lo siento — Soltó en un susurro
— No es nada. Yo también estaba distraída — Sonrió — ¿Cómo estás?
— Bien, ¿Tú?
— Igual. Llegamos súper tarde — Mordió su labio y revoleó sus ojos hasta el reloj colgado en la pared — ¿Vamos?, digo, hoy nos toca la misma clase — Dijo, evitando su mirada
— Claro.

Caminaron en silencio a clases, y se sentaron. A Millie le dijeron que fuera a detención más tarde. En cambio, Jack se sentó tranquilo, sabiendo que no lo enviarían a detención, y así fué.
La hora pasó, entre miradas perdidas del más bajito hacia la castaña, que hoy, extrañamente, se veía feliz. Jack, estaba algo ido, pero verla feliz, le sacaba alguna que otra sonrisa idiota.
El timbre sonó, retumbando el oido del chico, al que le dolía la cabeza. Mientras recogía sus cosas, podía ver como la chica que tanto le gustaba, desaparecía por las puertas del aula. Y sí, era otro día sin poder hablarle, aunque este fué algo diferente, gracias a Millie. No fué mucho, pero lograron tener una pequeña conversación, que para él, era suficiente.

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— Wyatt, realmente eres un idiota — Se quejó Finn
— Es por amor, ¿Sí? — Dijo, enfadado
— No puedes renunciar a insultar a esos estúpidos nerds — Se volvió a quejar
— Tú nunca lo entenderías, cara de rana. — Dijo serio, cruzándose de brazos
— Claro que no. Nunca haría tal cosa por sólo una simple chica.
— Ojalá te enamores, y cambies esa mentalidad de idiota que tienes.
— ¡Oleff! — Gritó Jaeden, tomando el hombro de su amigo — Así que dejarás de insultar a los idiotas. — Dijo, enfadado
— S-si, b-bueno — Tartamudeó — Es por Sophi
— Ay, mi querido amigo — Palmeó su hombro unas cinco veces, asustando a Wyatt — No puedes dejar la diversión por una simple chica — Dijo serio, soltando el hombro de su amigo.
— Es que ustedes no lo entienden. — Dejó de caminar — Sophia no es sólo una chica. Sophia, para mí, es la única chica en el mundo, la única que realmente me entiende, me soporta, y me quiere. — Dijo, casi gritando.
— Si te querría no te pediría que cambies — Dijo Finn, guiñándole el ojo
— Tu nunca aprendes, rana — Se quejó, volviendo a caminar, haciendo que sus amigos lo siguieran
— Tú nunca aprendes — Dijo Jaeden. — Siempre haces lo mismo. Dejas a tus amigos, la diversión, te eres infiel a ti mismo, por una chica.
— Es injusto. Conocen a Sophia, saben cómo es conmigo y la conexión que tenemos. No me soy infiel, ella me quiere ayudar a ser mejor persona, y lo siento, pero lo está logrando y es mucha mejor influencia que ustedes. — Escupió, enfadado
— Oh, pero mira quien está hecho un tonto — Se burló. — Te han lavado el cerebro. Nada es color de rosa, y déjame decirte una cosa, sin mí no eres nada — Dijo, enterrando su dedo índice en el pecho de Wyatt, obteniendo un quejido por parte de este.
— Déjame, Jaeden — Se quejó, sacando el dedo ajeno de su pecho — Yo hago de mi vida lo que quiero, y si me arrepiento más tarde, genial, un nuevo aprendisaje, no es el final del mundo.
— Déjalo, está hecho un idiota... — Dijo Finn, cansado de discutir.
— La verdad que sí. Vámonos, fenómeno — Dijo Jaeden, refiriéndose a Finn, y caminando rápido para pasar a Wyatt y dejarlo sólo. Finn lo siguió.
— ¡Suerte en detención! — Gritó Wyatt, sarcásticamente. Jaeden se rió y empujó la puerta de detención. Pasó, ganándose la mirada del profesor y la de los demás alumnos. Finn, por su parte, entró con una sonrisa, cerrando la puerta tras él.