La fortificación que representaba Foso Cailin indudablemente era considerada una gran ventaja para la causa, si su padre planeaba darle caza se encontraría con una enorme dificultad pues nadie había sido capaz de sobrepasar el Cuello con un ejército, debido a ello, los Stark aún poseían la extensión territorial más grande del continente.
Había transcurrido al menos una luna desde la partida de los hermanos Stark y la situación con las hueste norteñas seguía en las mismas, ningún norteño se había movido de su asentamiento a pesar de los cuervos que envió apenas Lyanna dio a luz, tenía la esperanza que las palabras de Eddard Stark cambiara la reticencia del Norte, sin embargo, comprendía perfectamente que eso sería complicado incluso para el Guardian del Norte y por ello no podía permitirse considerar a los norteños como parte de su bando hasta que el mismo Eddard se lo dijese.
Afortunadamente, poco después de su llegada a Foso Cailin, Rhaegar recibió la respuesta que tanto había esperado de Highgarden. Lord Mace había aceptado comprometer a su única hija con Aegon, también declaró que poco después de la llegada del cuervo del príncipe, arribó uno de la capital en el que se ofrecía exactamente la misma propuesta con la única diferencia de que el prometido era Viserys. Aquello resultaba un poco sorprendente pues según en palabras de su padre "nadie es digno consorte para un dragón", muestra de ello había sido su completa indiferencia hacia Elia y la descendencia que habían procreado.
Su padre estuvo labrando su propio destino por años y ahora estaba a punto de cosechar los frutos de su incompetencia, más de la mitad de los Siete Reino lo odiaban y el resto solo le temía, nadie le amaba, parecía ser una nueva representación de Maegor el Cruel. Y, tristemente, Rhaegar no sentía la más mínima empatía hacia su padre o lo que le esperaba.
Poco antes de dar marcha a la primera parte de sus planes, sus hijos llegaron una mañana cálida, sanos y a salvo, todo gracias a Ser Arthur Dayne y Ser Jaime Lannister que había mostrado sus respetos, además de jurarle lealtad a él, convirtiéndose en un fiel partidario, aquello le pareció un incentivo más que conveniente y tan pronto despacho al joven caballero, redacto un breve pero conciso mensaje para lord Tywin.
Y en tan solo dos giros de luna recibió no una sino dos respuestas que cambiarían el curso de la guerra a su favor: tanto Tywin Lannister como Eddard Stark habían comenzado a moverse a su favor, pronto, a su encuentro, estarían las huestes norteñas y junto a ellas descenderían por el Camino Real hasta llegar a la capital donde se llevaría a cabo un sitio no sin antes enviar a sus hijos, hermanos y madre a la seguridad que representaba el Norte.
A la llegada de lord Stark, partieron hacia el sur donde se enfrentaron a los primeros aliados de su padre; los Greyjoy de las Islas de Hierro les habían obstruido el paso, asentándose en las tierras de lord Walder Frey quien no había movido un solo dedo en contra de los invasores.
El hedor a podredumbre y la niebla espesa envolvían el campo de batalla, creando una atmósfera opresiva que acentuaba la tensión del momento. Los Greyjoy, conocidos por su destreza en el mar, habían aprovechado la ventaja del terreno pantanoso haciendo uso de sus hachas y espadas que brillaban bajo el sol de la mañana.
Mientras tato el Rhaegar, montado en su corcel negro, respondió con la furia característica de sus antepasados Targaryen. Sus fuerzas y las del Norte arremetieron con fuerza contra las líneas enemigas, mientras que los arqueros lanzaban una lluvia de flechas sobre los invasores. El choque del acero y el grito de los hombres resonaban en el campo de batalla, creando una disonancia de guerra que helaba la sangre.
Poco antes del atardecer, el príncipe de Dragonstone se encontró con la cabecilla de aquello aliados de su padre, Victarion Greyjoy, hermano de lord Baelon Greyjoy señor de las Islas de Hierro. Sin embargo, para desgracia de sus enemigos, Rhaegar enfrentó a Victarion en un combate singular.
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El reinado del Dragón (EDITANDO)
Fanfiction«Del Tridente regresó el que no debía.» ¿Y si en lugar de Rhaegar hubiese muerto Robert? ¿Y si ese fuera el final de la rebelión del señor de Bastión de Tormentas? ¿Qué le depararía al príncipe dragón? ¿Cuál sería su destino? ¿Qué papel ejercer...