Capítulo tres

97K 4.8K 1.4K
                                    

Abigail

El sonido de un teléfono me hizo despertar. Samantha se encontraba gruñendo mientras buscaba el aparato por todos lados, una vez que dio con el contesto.

-¡Dios mío Seth!, lo siento ya voy-Sammy comenzó a tomar sus cosas como loca y me miró rápidamente-Debo irme-asentí sacando el sueño

de mis ojos, cerró la puerta y yo me lancé en la cama.

Miré la hora en teléfono y suspiré. Tan solo las diez de la mañana.

Caminé al baño sin prisa y dejé que el agua se temporizara antes de entrar.

Lave mi cabello varias veces para que el olor de mi nuevo shampoo de frambuesa quedará plasmado en el, depile mis piernas y le dediqué mimos a mi piel con el gel de baño.

No me preocupe mucho con el atuendo. Unos pantalones de yoga y una musculosa eran suficientes para pasar la tarde aquí.

Peiné mi cabello y lo dejé suelto para que se secara mejor, me calcé y baje las escaleras.

Los domingos eran sin duda los peores días.

La casa estaba vacía y en silencio. Dania, Fred y todo el personal tenían el día libre. Mi padre se iba temprano al trabajo y regresaba tarde, por más que le dije que evitara trabajar los domingos siempre me respondía de igual manera "El país no descansa Abigail".

Un tazón de frutas y un vaso de agua fueron mi desayuno. Me retiré a mi habitación para hacer mis deberes.

Tan solo quedaba una semana de clases y sería tiempo del tan anhelado verano.

*

No era mucho lo que tenía que hacer, uno de los beneficios de estudiar en casa es que tenía bastante tiempo libre por lo que me gustaba adelantar los deberes y así no demorarme demasiado en ellos.

Mi estómago comenzó a reclamar por comida a las doce y cuarto del día.

Entré en la cocina y comencé a buscar una olla donde poner a cocinar pasta, una comida que era era rápida y sencilla.

Cuando logré encontrar la olla, llenarla de agua y ponerla sobre los fogones el timbre resonó en toda la casa.

Fruncí el ceño y caminé con prisa a la puerta.

-¿Qué haces aquí?-pregunté ladeando la cabeza. Harry me miró unos segundos antes de encogerse de hombros.

-Tú padre me ha dicho que estabas sola, no tengo nada mejor que hacer así que..- dijo y yo asentí apartandome de la puerta para que él pudiera entrar.

-Yo iba a hacer algo de almuerzo, ¿Ya comiste?- pregunté y él negó con la cabeza-¿Te gusta la pasta?

-Si- él me miró a los ojos y aparté la mirada.

-Umm, vale, puedes sentarte a ver la televisión , ooo hacer lo que quieras mientras cocino -Dije tratando de no sonar nerviosa.

Harry inspeccionó el lugar antes de ir al mueble y sentarse encendiendo la televisión.

Me quede observándolo un buen rato y luego fui a la cocina .

*

Asomé la cabeza por la puerta y me aclaré la garganta

-¿Harry?- Levanté la voz para que pudiera escucharme sobre la televisión

-¿Mm?

-¿Qué te gustaría para tomar?- pregunté

Un-happyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora