Capítulo 7

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Narra Jimin.

Problema: Yoongi iba a matarme.
Dato curioso: Mis calcetines no son del mismo par.
Realidad: Iba a morir virgen.

Podía seguir todo el día contando datos de mi vida, o podría hacer algo mientras Yoongi se acercaba lentamente. Observé mi habitación en busca de algo útil para defenderme, pero después de ver peluches, almohadas, mi laptop, ropa sucia y pinturas para el pelo, me di cuenta que no tenia nada.

Sin embargo, estaba muy cerca de la puerta. Sabia que Yoongi no se esperaba que fuera a reaccionar, se veía muy confiado. En un movimiento rápido lo rodee y salí corriendo de la habitación.

-¡Hey!- Yoongi gritó, pero yo ya iba escaleras abajo, con mi camiseta en una mano, abrí la puerta con la otra-¡Park! ¡Alto!- Mierda. Ya estaba cerca. Yoongi era más alto y más rápido que yo.

Me estremecí al sentir la brisa fría contra mi torso desnudo. Hice una mueca de dolor al cruzar el jardín, las flores muertas se habían puesto rígidas y afiladas.

Nota mental: Echarle agua a las flores, podrían matarme algún día.

-¡Park!

Miré por encima de mi hombro, Yoongi venía corriendo justo detrás de mí.

-¡Antes muerto que capturado!- grité cuando mis pies tocaron el frío piso.

¿Por qué tengo que vivir en una casa aislada?

Vivía en el medio de la nada. Tuve muchas peleas con mi mamá porque quería vivir en la ciudad, pero ella prefería la "serenidad" de vivir en un lugar solitario.

¡Serenidad una mierda!

Iba a ser asesinado y nadie se daría cuenta. Corrí por el camino con el viento helado rozando mi piel.

Mi labio inferior comenzó a temblar mientras corría. Dios, que frío. ¿Donde estaba el Sol cuando uno lo necesitaba? Como respuesta escuché un fuerte sonido y el cielo se iluminó con un rayo que caía en el horizonte.

Genial, va a llover.

-¡Park!

No me molesté en mirar hacia atrás, mi respiración ya se había vuelto entrecortada.

-¡Detente!

Dios, por favor, ayúdame. Perdón por no ir a la iglesia el domingo pasado. Voy a ir la semana que viene, lo prometo.

Al oír los pasos de Yoongi detrás de mí, empecé a ir de un lado al otro para confundirlo. No funcionó. Un brazo rodeó mi cintura rápidamente, deteniendome. Grité y traté de soltarme.

-¡Déjame ir!- le dije, jadeando, estaba demasiado cansado. Necesitaba practicar algún deporte o algo.

-¡Por Dios!¡Cálmate!- respondió el con la voz firme. ¡Bendito baile! ¿Acaso bailar daba superpoderes?

Antes Yoongi dormía hasta en clase, hasta que un día su mamá le dijo que tenía que hacer deporte o le sacaría su peluche de Kumamon, o algo así. Se unió al grupo masculino de baile de la escuela y ahora es uno de los chicos mas populares de la escuela, aunque se sigue durmiendo en clase.

-¡Ayuda!-repetí una y otra vez. Yoongi me cubrió la boca con su mano libre.

-¡Cállate! ¿Podrías calmarte, por favor?- me dió la vuelta, sosteniéndose en sus brazos. Sus ojos se encontraron con los míos y mi respiración estaba entrecortada- ¿Que te pasa? No voy a matarte.

-¿En serio?- pregunté esperanzado.

-Sí, solo estaba tratando de asustarte un poco, pero nunca pensé que tendrías la reacción de "correr como una chica loca por la carretera"

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