El Secreto de La Luna [Dramione]

XVI - Miedo a avanzar

- ¿Qué es lo que está pasando? -volvió a preguntar Blaise, en la noche cuando todos los que quedaban en la casa de slytherin se fueron a dormir.

- Es un caso aislado, posiblemente alguien que quiere venganza -susurró Pansy, cruzándose de brazos, y mirando hacia un costado.

- Intentaron matarme...

- Podemos dejar en claro, que no es la primera vez, ni la última -declarón Theodore.

Draco sopesó todo, era verdad que niñera la primera vez que lo intentaban matar, y el caso había sido extraño, y fuera de lugar, pero también era verdad que no tenia tiempo para buscar conspiraciones en su contra.

- Me iré a dormir -se despidió, y tres pares de ojos lo observaron mientras se alejaba.

Entró en su habitación y se tiró encima de la cama. Cerró los ojos e intentó dormir, aún con su uniforme puesto.

* * *

Solo podía escuchar el bla bla bla del profesor de historia, era agobiante y aburrido, y eso que hacía unos minutos que empezaba la clase.

El profesor volteó a escribir un par de cosas en la pizarra y aprovechó para escabullirse de la clase, iba a ir al campo de quidditch, a ver como su equipo entrenaba, al cual él no pertenecía ya que sabía muy bien que era pésimo para el juego, a pesar de que no le gustaba admitirlo.

Pero al doblar un pasillo vio una escena divertida, algo que podría hacerlo olvidar que alguien intentó matarlo.

Rió por el vano intento de Granger por entrometerse.

- ¡Vaya! No creí que la comadreja tuviera tantas bolas como para agarrarse de los pelos a tal magnitud -dijo, acercándose para ver mejor como Blaise lastimaba con sus puños a la comadreja.

Podía sentir la intensa mirada de la castaña, se cruzó de brazos y se mostró aún más petulante y divertido. Podía intuir que pronto comenzaría a chillar como un condenada; pero no fue así, ella se acercó a él, y temeroso ante su inesperada reacción, comenzó alejarse de ella, incluso agradeció cuando la estridente voz de la directora interrumpió cada movimiento de ella.

Se alejó de ella y se acercó a Blaise, y a caminó a su lado, logrando así que Granger estuviera alejada de su camino. Blaise sangraba del labio y tenía un rasguño en la mejilla.

- ¿Te agarró un gato? -bromeó, al ver otro rasguño en su cuello.

Blaise lo miró con dureza, pero no dijo nada. Al final llegaron al despacho de la directora, y ella los situó en el centro, al frente de ella.

Empezó a gritar cosas prácticamente sin sentido para él, y de reojo, vio como la rata de biblioteca lo miraba fijamente, la incomodidad se adueñó de él.

- Creí que después de... de todo lo que vivieron se volverían amigables las relaciones, o por lo menos estarían en un punto de respeto y aceptación, en donde ninguna casa de pongan a discutir y golpearse como unos viles Muggles -la voz de la directora era cada vez más estridente, dirigiéndose primero a los chicos sangrantes, y luego a los prefectos-, y ustedes... no puedo sentirme más decepcionada, quedándose aún lado sin hacer nada, aunque sea por su Insignia de Prefecto.

- Pero éste... -intentó protestar la comadreja, señalando con el dedo a Blaise, pero este le interrumpió.

- Guarda ese sucio dedo para tus mierdas -dijo con brusquedad Blaise, intentando aproximarse al pelirrojo para volver a desquitarse con ese inmundo, pero esta vez fue McGonagall quien hizo aparecer una pared invisible para separarlos, y volvió a retarlos.