Cada madrugada, el cuarteto salía a correr, una forma de liberar presión y dejar atrás las pesadillas de la noche.
Pero Draco no había podido dormir, él aún sentía en su piel aquella sensación que le hizo sentir aquella; sí, no le gustaba para nada pensar que en realidad podía sentir algo que proviniera de esa, pero no podía negar que realmente le encantó, una sensación distinta a otras. Él tenía la capacidad de recordar las sensaciones que le hacían sentir cada objeto o persona, podía olvidar rostros fechas y demás, pero nunca las sensaciones, y la de ella, era la más marcada.
— ¡Corre Draco! —Le gritó Pansy, al esquivar una raíz, y desapareciendo detrás de un par de árboles.
Todos ya lo habían sobrepasado, mientras él seguía pensando en cosas que no valían la pena pensar. Así que sacudió la cabeza e intentó alejar todo pensamiento indebido, aumentando la velocidad de su corrida.
Los tres lo estaban esperando apoyados o sentados en un tronco o en el suelo, como si lo estuvieran haciendo desde hacía horas en vez de minutos.
— ¿Qué te pasa ésta mañana? Mayormente eres tú quien llega primero, le dijo Blaise, sacándose una toalla de alguna parte para secarse el sudor.
— Estaba reflexionando sobre la vida —respondió el aludido, deteniéndose y pasándose las manos por la cara.
— Bien, bueno. Damos iniciada la reunión de la semana —dijo Pansy, levantándose del suelo y lanzando hacia arriba un polvo oscuro, que formó al rededor de ellos, un círculo —, ya saben las reglas, todo lo que se habla en el círculo, se queda en el círculo —y así sucedía, gracias al hechizo de contención y protección que generaba el círculo.
Cada uno habló de lo que le pasó el día anterior. Lo fastidioso o aburrido que fue, incluso de sus pesadillas y temores. Pero cuando llegó el turno de Draco, el puso las manos detrás de él y no dijo nada.
— ¿En serio? ¿No te quieres quejar, ni siquiera de lo molesto que fue Blaise ayer porque use su perfume de no se que marca y los galeos que le salió? —Preguntó Theorose, pasando una mano por su mentón, como si estuviera pensativo.
— No, no tengo nada que decir.
— Huy querido amigo, ¿qué secreto sucio estás guardando? —Preguntó divertida Pansy, sonriendo, pero obteniendo como respuesta un encogimiento de hombros por parte del platino —. Vale, ¿nadie tiene que aportar o decir nada más? Bien, la sesión se da por concluida.
Aunque tofos seguían mirando a Draco, a la espera de que dijera algo, al final, Pansy rompió el círculo, y volvieron a correr hacia el castillo, antes de que todos se levantaran de sus camas.
* * *
Draco vio como Blaise arrugaba un pergamino entre sus manos y luego lo tiraba al fuego, se veía enojado, herido.
— ¿Quieres hablar? —Le preguntó, sentándose aún lado.
— ¿De qué? —Preguntó el morocho, levantándose del sillón y dirigiéndose hacia la salida.
Lo vio salir y segundos después, un niño de trece años se aproximó a él.
— Dicen que la oscuridad se encuentra en todas partes, pero que siempre es vencida por la luz —le dijo, mientras sacaba la mano del bolsillo de su túnica.
— ¿Qué? —Preguntó Draco, inclinándose hacia adelante —. ¿Qué estás diciendo?
— La luz no puede entrometerse, no ahora que está a punto de ascender. La luz debe ser apagada —siguió el niño, y con un rápido movimiento intentó clavarle una daga en el cuello de Draco, pero éste fue más rápido, y sacándole la daga de la mano lo empujó hacia el suelo, aprovechando ese momento para levantarse.
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El Secreto de La Luna [Dramione]
Fiksi PenggemarHermione tiene un caos dentro de ella, tiene miedo de perder a los que ama, y es por eso que esta decidida a cerrar su corazón por completo y matar todo sentimiento, pero el hechizo que utilizo agravó todo, y como solución sólo tiene una compañía c...