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Llegó la mañana, la esperé en la dirección que ella me dió.

La ví salir con ropa deportiva y natural, ella no necesitaba más para verse bonita.

- Hola! - La saludé de beso en la mejilla, que bien se sintió. - Vamos - le dije, era un día soleado.

En el camino, nos entretuvimos cantando, hasta llegar a la casa de su tía.
Dulce bajó y su mascota de inmediato se  lanzó a ella, quien no dudó en recibirla con besos, casi no cambió siempre le gustaron los animales.

No tardó mucho en subir al auto, Triana era muy amigable empezó a lamer mi cabeza, aprovechó que estaba en la parte de atrás.

-Le caes bien- Sonrió Dulce.

- Jajaja sí, solo podrías controlarla.- Le pedí.

Dulce luchaba por controlar a Triana quien se ensañó con mi cabello, no paró hasta que llegamos a la nueva casa.

- Sigue- Me invito a pasar. Era un hogar cálido y un poco grande para ella sola, el patio era muy verde con un hermoso jardín, Triana jugaba alegre en él mientras Dulce corría tras ella jugando con una pelota yo apreciaba ver esa escena y tome un video para el recuerdo en mi celular.

Mientras ellas se divertian aproveché e ingresé a la  cocina a preparar limonada.

- Gracias- Mencionó Dulce al entrar y beber.

- Qué harás hoy? - Pregunté era domingo y solía ir al parque quería invitarla junto con Triana.

- No tengo planes, quizá leer.- Dijo despreocupada.

- Las invito al parque. Es que quedé con unos cuates de  practicar skateboarding.

- Ahí no, luego te haré quedar en rídiculo, me da miedo que hagas esas cosas, te puedes caer.

- No me pasará nada, además a Triana le encantará pasear. No es así ?- Observé a mi nueva amiga de cuatro patas que quería pasar el cristal que la separaba del patio y la cocina.

- Bueno, pero te lo advertí eh. - Dijo Dulce insegura.

Esa tarde fue una de las más bonitas de nuestro reencuentro, Dulce gritaba aterrada a cada movimiento que hacia en mi tabla y yo no podía evitar sonreír, fuimos por un helado el cuál tuvimos que compartir con su mascota que por cierto era una golosa, la gente murmuraba pero la barrera que habiamos creado al que dirán era irrompible.

Como extrañaba esos momentos juntos, volvieron las chicas aquellas llamadas VONDYS a  nuestras vidas y los dos pasabamos tardes viendo sus comentarios, videos e imágenes, estaban loquitas de remate, esas señoritas tienen una imaginación que crearían un libro con todas sus ocurrencias hacia nosotros.

Nuestra amistad se fortalecía y podía jurar que entre nosotros crecía algo más que eso.

Por cuestiones de trabajo nos distanciamos un tiempo aunque hablabamos todas las noches por video llamada. Nuestras conversaciones se volvieron necesarias.

Era hora de regresar y volverla a ver. Le llevaba una sorpresa que sabía le encantaría.

Mi regalo era un poco inquieto necesitaba dejárselo a su dueña por eso a penas llegué me dirigí a  su casa.

Su cara de sorpresa al verme me llenó de alegría.

-  ¡Christopher !¿ Por qué no me avisaste que venias?

- Queria sorprenderte- Mencioné sonriente.

- Pues lo lograste , sigue.

- Pero te tengo otra sorpresa - Chasqueé mis dedos y mi amigo apareció frente a nosotros moviendo su cola.

- ¡Qué hermoso! - estaba alegre.

Era un perro labrador, el acompañante para Triana.

- Vamos a presentarte a tu hermana- Lo llevó Dulce.

Mientras sus mascotas se conocían nosotros nos quedamos platicando dentro.

- ¿ Cómo lo llamarás?

-  No sé, quiero que tenga algo tuyo y algo mio.

Mmmm lo tengo- Dijimos los dos al mismo tiempo.

Dilo tú- Le dije.

- No, dilo tú- me contradijo ella.

Bueno digamoslo los dos al mismo tiempo. Va?

- ¡va!

Bueno, uno, dos, tres.

¡VONDY!- Pensamos el mismo nombre, por lo que sonreímos, así se llamaría nuestra nueva mascota. Vondy.

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😍😍😋😋😁😁😁
~DM~

Lo Intentamos © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora