Mi Sourwolf

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Feliz año nuevo!!! Les deseo muchas cosas buenas en este 2019

El moreno se despidió del sheriff antes de cerrar la puerta y regresó a la cocina, en donde su hiperactivo chico está lavando la loza mientras tararea una canción. Cuando estuvo en la casa Stilinski hace tres días, recibió la aprobación definitiva para ser oficialmente la pareja de Stiles y si es honesto, jamás en su vida ha estado tan asustado (solo superado por lo desvalido que se sintió después del incendio en donde perdió a toda su familia) pero bien valió la pena ahora que puede estar junto a la persona que ama sin nada que se interponga entre ellos.

-¿Qué piensas tanto, Derek?- preguntó el menor secándose las manos y se acercó con una sonrisa, abrazándolo por la cintura.
-En lo afortunado que soy por estar contigo, en lo afortunado que soy al tener un compañero tan especial como tú- respondió rodeando la espalda contraria y depositó un beso en la frente del menor.
-No tienes algo que no te merezcas, Derek, ambos somos afortunados por tenernos mutuamente, todo lo demás es pasado, así que vamos a disfrutar que estamos juntos, que mi papá te aceptó como mi pareja, que las cosas están tranquilas en Beacon Hills y nuestra manada está más unida que nunca- hizo una pausa observando fijamente al mayor, quien arqueó una ceja con cierta curiosidad.
-Conozco ese brillo en tus ojos, ¿Qué vas a pedirme, Stiles?
-¿Pedir? No, no, exigir y que me des lo que corresponde, lobito, ¿Ya has olvidado lo que pasó mientras fuiste Sourwolf? ¿Cuándo te hiciste pasar por un perro? ¿Lo olvidaste? Porque yo no y ahora que todo está tranquilo, tendrás que compensarme, recuerda que yo te cuidé, alimenté, bañé, te sacaba a pasear, te dejé dormir en mi cama, ¡Dormí en el suelo por ti! Es tu deber compensarme o seguiré molesto- afirmó haciendo un puchero mientras sus dedos juguetean con el borde del pantalón del moreno- ¿Listo para aceptar tu castigo, Sourwolf?
-Lo hice para protegerte- replicó el mayor apretando la mandíbula, ya que le resulta evidente, por el brillo de los ojos del menor, que ha planeado todo desde antes y no le permitirá negarse.
-Eso no justifica que me tuvieras semanas durmiendo en el suelo, tampoco las veces que me mordiste, gruñiste y tumbaste al suelo, ¡Incluso robaste mi comida! Lo mínimo que merezco es una compensación- señaló sin dar lugar a replicas.

No tiene ningún argumento que sea lo suficientemente convincente como para intentar explicar por qué se comportó de esa manera tan hostil con el humano. Al comienzo no se llevaban bien pero eso cambió con el correr de los días y en su juicio personal, es ese hiperactivo adolescente, quien debería compensarlo a él por lo que hizo.

-Yo tenía razón, Tommy solo quería llevarte a la cama- gruñó el lobo enseñándole los colmillos al chico.
-A mí no me intimidas, Sourwolf, ya no, así que vas a compensarme por todo lo que yo hice por ti cuando te hiciste pasar por un perro, tú escoges ¿Será del modo divertido o el malo? Éste último incluye que no me tocarás hasta nuevo aviso, sin besos, abrazos, caricias y sin tenerme de rodillas chupándotela, ¿Qué eliges?- soltó con su mejor cara de póker.

El moreno frunció más el ceño al escuchar esa amenaza, más que nada porque percibe (gracias a sus sentidos lobunos) que está hablando muy en serio y no le agrada en lo más mínimo que ahora que todo está tranquilo, deba abstenerse de tocar o estar junto a su compañero. Es cierto que se excedió un poco con sus actitudes cuando se hizo pasar por un perro pero fue por una buena razón, ¿Acaso eso no vale de algo?

-No coloques esa carita, Sourwolf, solo será por un mes, el mismo tiempo que me engañaste y cuide de ti, en todo sentido- aclaró con una sonrisa de diversión que hizo gruñir al mayor- ¿Entonces que harás? Decide rápido o lo tomaré como un no, vamos, Derek, yo no seré tan malito como tú, no tendrás que dormir en el suelo- canturreó antes de reírse.

El lobo quiere negarse, por ningún motivo va a someterse a los deseos de ese adolescente, ni siquiera lo haría por un día, ya que sabe perfectamente de lo que es capaz y que su inquieta mente es muy buena en idear "Castigos o compensaciones" que no le gustarán. Sin muchas opciones, suspira con resignación antes de cambiar sus ojos a rojos, levantando al castaño por los muslos, quien le rodeó el cuello con una sonrisa y lo empotró contra la pared junto al umbral de la puerta.