Mi Sourwolf

3.5

No pensaba poner notas en esta historia, pero haré unas excepciones.

Si desea dejarle un comentario, pensamiento o más a la escritora original, escriban en este pedazo.

Yo le pasare lo que le digan. Disfruten del capitulo.

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Derek ladró molesto cuando ese desagradable sujeto deslizó una mano por el la pierna del adolescente hasta la parte interna de su muslo, acercándose peligrosamente a la entrepierna. Rápidamente se levantó gruñendo y le enseñó los colmillos al mayor, quien apartó su extremidad de inmediato.

-Stiles, cariño, ¿Crees que sea posible dejar a tu mascota al menos una hora afuera? Necesitamos privacidad, hace mucho que no puedo ni siquiera besarte- se quejó observando al animal con enfado.
-Por supuesto que no, hace frío y no quiero que Sourwolf se enferme- respondió acariciando la cabeza del animal con mimo, quien se recostó a su lado de nuevo- Prepararé la cena.
-No, yo lo haré, disfruta el tiempo con tu mascota, lo quieres mucho más que a mí, de hecho, ¿Por qué no le pides que sea tu pareja? Ustedes se entienden de maravilla.
-Tommy, por favor, no exageres, estoy cuidándolo, es mi responsabilidad.
-Como digas.

El Alfa observó al mayor que se marcha con el ceño fruncido por el pasillo y se permite relajarse. Al menos Stiles no ha perdido completamente la cabeza por ese sujeto. Manteniendo los ojos cerrados, disfruta de las caricias que le dan en el lomo y en algún momento se queda dormido, despertando cuando su beta lo mueve suavemente por un costado del cuerpo.

-Arriba dormilón, la cena está lista y huele muy bien.

El animal siguió a Stiles hasta el comedor y trepó al asiento que suele ocupar, olisqueando su filete con cierto recelo, especialmente cuando sintió el aroma a nerviosismo que desprende ese sujeto. Una caricia en la cabeza le ayudó a relajarse y se giró hacia la derecha, encontrándose con el rostro sonriente de su beta.

-¿Qué sucede, Sourwolf? Adoras el filete y ese se ve exquisito, come- lo incentivó probando un bocado de su propia cena- Esta pasta está exquisita, Tommy, cocinas muy bien, vamos, Sourwolf, prueba tu carne, debe estar igual de buena- dijo al mismo tiempo que toma algunos trozos con el tenedor.
-¡Espera!- lo detuvo el mayor aún más nervioso y eso alertó al lobo- Hice tu comida favorita y queda por si quieres repetir, no le robes la comida a Sourwolf.
-Él siempre me convida de sus ricos filetes, no hay problema- dijo al mismo tiempo que traga de un bocado la carne-Que delicia.

El lobo observó fijamente al castaño hasta que notó un cambio irregular en su corazón y segundos después, cayó inconsciente sobre la mesa. Derek afirmó las patas delanteras en la espalda del chico y le dio varios toquecitos en la cabeza con su nariz mientras emite quejidos lastimeros, sin conseguir que despierte. Apenas el mayor se levanta de su lugar para ir con ellos, le ladra con fiereza y se abalanza sobre él, mordiéndolo por la chaqueta mientras gruñe muy enfadado. En medio del forcejeo, un frasquito transparente cae al piso pero no le da importancia, ya que su prioridad es sacar a ese sujeto de la casa para poder cambiar y así socorrer al adolescente.

-¡Suéltame!- ordenó el chico forcejeando por apartarlo hasta que salió corriendo de la habitación y el lobo lo persiguió por el pasillo a la puerta principal, la cual cerró apenas consiguió que saliera.
-Mierda- susurró cambiando a su forma humana y regresó donde está el adolescente, sacudiéndolo por el hombro- ¿Stiles? ¡Stiles despierta! ¡Stiles!

Buscó en los bolsillos del castaño su teléfono y se apresuró en llamar a Peter, pidiéndole que recoja a Deaton de camino. Durante unos segundos su vista se dirigió hacia el suelo, rodeó la mesa hasta llegar del otro lado y se inclinó a recoger el frasco que tiene una pequeña etiqueta pegada con un nombre extraño en ella. En cuanto la olisqueó, fue a hacer lo mismo con la carne, percibiendo un tenue aroma similar en ella que es cubierta por las especias.