«love in times of war» l.s

Sexto escrito

"13 de Septiembre de 1920"

Después de aquel íntimo momento que compartí con el señorito Tomlinson. Mi mente no fue capaz de abandonar la idea de que este hermoso ser estaba reclamando un lugar en mi corazón que creía perdido y que sufría cada vez que pensaba en el hecho de no ser correspondido.

No podía evitar observar la forma en la que su ceño se fruncía mientras cambiaba mis ventas o la forma en la que la punta de su lengua se asomaba entre sus labios en los momentos de máxima concentración. La forma en la que corría detrás de alguien cuando se encontraba herido y siempre estaba preocupándose por todos, preguntando cómo estaban siendo sus días y si tenía algún problema.

La forma en la que sus ojos se arrugaban al sonreír o cuando tapaba su boca con su mano al soltar una carcajada, porque le avergonzaba que escucharan su risa. Mi corazón se derretía cada vez que hacía eso.

Su personalidad tan tierna y pacífica le evitaba tener problemas con alguien, todos en la tropa lo respetaban y le tenían un gran cariño. Lo cual me tocaba los huevos un par de veces, pero no podía tener esa actitud y hacer una clase de escena. Sería ridículo.

Ahora que ya estoy mejor y mis heridas están sanando, nuestros encuentros han ido disminuyendo.

A pesar de no tener tantos heridos, las enfermedades no se hicieron esperar y cuatro soldados han caído en cama con fiebres altas y sangrado de nariz excesivo. El doctor Horan me afirma que la salud de mis hombres no corre peligro, las vacunas que se necesitan ya están aquí, pero el proceso de recuperación es algo lento.

En estos momento me encuentro disfrutando de un trago junto a mis reclutas. Nos dirigimos al pueblo para visitar la única taberna.

Todos están alegres. Otra victoria más a la lista. Los rebeldes intentaron obtener nuestro territorio de defensa pero fuimos rápidos y acabamos con ellos. Por lo menos ahora tendremos unos días de paz.

Quise invitar a Louis con nosotros, pero no se sentía cómodo con la idea de ir mientras sus compañeros se quedaban cuidando a los enfermos, así que tuvo que denegar mi invitación.

Pero algo no dejaba de rondar en mi cabeza.

Y es que cuando me encontraba buscando a Louis para poder invitarlo al pueblo con nosotros. Mi tercera parada fue su tienda compartida con el señor Malik, y al entrar no fue precisamente a Louis a quien encontré.

Me quede de pie en la entrada viendo que aún no notaban mi presencia. Así que cruce mis manos detrás de mi espalda y con la cabeza en alto hablé "Suboficial Payne" dije con voz grave y fuerte, logrando que se separa del enfermero Malik. 

Sus ojos se agrandaron mientras su cara se tornaba tan roja como el humo de las bengalas."Sargento, m-mierda" hablaba con dificultad mientras Zayn escondía su sonrojado rostro entre sus manos, se veía realmente apenado."Y-yo puedo explicar esto...yo, él y yo..." Quizá fue mi imaginación, pero me pareció ver un destello de temor en los ojos de mi suboficial. Eso sí me sorprendió, tal vez pensó que tomaría cartas en esta situación, pero para mí no es un problemas. Así que, no queriendo perturbarlo más, no pude evitar que una sonrisa burlona se filtrara en mis labios.

"Vaya, me preguntaban si había visto al señorito Tomlinson por aquí pero al parecer han estado algo...ocupados" mencione alzando una de mis cejas hacia Liam.

Soltó un suspiro -bufido- que terminó en una pequeña risa nerviosa. "No, Señor. No lo hemos visto".

Asentí y me encogí de hombros. "Si, lo noté." Lancé una mirada entre ellos, para volver a Liam. "Recuerda que iremos a la taberna con los muchachos" me giré para irme. "Así que con su debido permiso, me retiro" me incliné y antes de salir de la tienda, me volví. "Ah, y Liam" ambos voltearon a verme. "No te preocupes, nadie hará ningún comentario"  les tranquilice y sonreí para luego salir de la tienda.

Cuando encontré a Louis, no pude evitar pensar en cómo se sentiría besar esos apetecibles labios, tan rosado y finos. Espero que no me niegue el honor de probar sus labios y deleitarme con un beso.

Algún día.