Capítulo 8

30 5 1
                                    

Stephanie Ross:

Han pasado pasado varios días de aquella noche. Esa noche en la que el tal Bruno me agarraba para obligarme  a que bailara con él. Esa noche de la pelea. Esa noche en la que terminé de conocer un poco más a Michael Worthy.

Me parece que se preguntarán que más pasó esa noche. En sí, no pasó nada asombroso. Después de lo sucedido con Bruno y haber charlado unas cuantas horas con Michael, acompañados por unos cuantos tragos, me fui a mi casa a descansar plácidamente. Me acuerdo que sea noche dormí como doce horas y mi mamá cuando llegó de trabajar me retó porque apestaba a olor a alcohol y cigarrillos.

Hoy era Miércoles, día de colegio. Cómo detestaba los días de semana, más si eran días de colegio. Obvio que en vacaciones no los detestaba, pero creo que ustedes ya me entendieron.

 Todo iba tranquilo, estaba sentada en una de las mesas del bufette escuchando música. Estaba haciendo la tarea para matemática, iba muy floja es esa materia y en unas cuantas más también. 

-¿Vos sos Stephania Rass?- preguntó una chica mientras se sentaba frente a mí en la mesa dedicándome una sonrisa.

-Stephanie Ross- le corregí mirándola con mala gana- ¿Qué querés?

-Mm, bueno.- dijo sacando su sonrisa de la cara acomodándose en su silla incómoda- Soy nueva en la escuela y te estuve observando, vi que estabas sola y solo me animé a preguntarte si te animabas a mostrarme la secundaria- finalizó dándome una sonrisa tímida.

Al principio dudé, pensé que esto era un tipo de broma que estaban planeando los chicos populares. Pero después visualicé su cara de perdida y me dí cuenta que no se trataba de eso. -Bueno vamos, pero apresurémonos que el recreo está por terminar

Después de darle un recorrido por todo el colegio, decidí hablar- Y, ¿en qué año estás?- pregunté curiosamente

-En sexto de la modalidad de arte- comentó mirándome.

-Yo también estoy ahí- le dije dedicándole una sonrisa.

-Qué bueno será tener a alguien conocida en mi mismo curso- me devolvió la sonrisa.

Después de tanto hablar y preguntarnos cosas nos dirigimos al salón. Las horas que quedaban pasaron rápido, aburridas como siempre. Cuándo terminó todo, me fui a mi casa. 

Estaba caminando tranquilamente y decidí hacer una parada en la plaza. Caminé hasta que terminé a la orilla de un lago que había ahí. Decidí sentarme en el suelo, ya que un poco de pasto no iba a hacerme daño. Una vez que ya me senté, me dediqué a sacarme la mochila y procedí a sacar de esta la cajetilla de cigarrillos. Fumé uno, dos, tres y así sumó el contador hasta seis, hasta que me quedé sin cigarros. Miré al cielo, me detuve para admirar la buena vista que tenía sentada en ese lugar. El sol ya se estaba escondiendo en el horizonte, avisando de que llegaba la noche.

  *****************************  

Bueno acá les dejo un capítulo más. Ya sé, es corto, pero bueno el flujo de la imaginación e inspiración no llegaba a mi cabeza.

Espero que les guste y que me dejen comentarios con sus opiniones. Si les gustó voten y nada, los veo el lunes que viene. 

Besos, los quiere...

Coti

Vida AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora