Vida Adolescente

Capítulo 10

Hoy era Jueves, un nuevo día. Estaba de camino al colegio, sobreviviendo al dolor de las heridas que me había hecho la noche anterior. Una vez que ya entré a la secundaria, me dediqué a ir directamente al salón que me tocaba. Las clases tardaron en comenzar pero no me preocupé porque ya estaba ahí.

-Hola Steph- entró la chica nueva del otro día y me saludó moviendo su mano de un lado para otro- ¿Cómo estás?- finalizó sentándose en un asiento al lado mío.

-Bien bien, ¿vos?- le mentí y luego me puse a pensar que nunca me había dicho su nombre- Perdón que sea tan así, pero nunca me dijiste tu nombre.

-Me llamo Zafira Lierman- dijo dedicándome una sonrisa.

-¿Te molesta si te llamo Fira?- le pregunté. En sí su nombre era bastante extraño por estos lados, la verdad que era la primera persona que conozco llamada así. Igual, me gusta demasiado su nombre, es exótico.

-Sí, me gusta. Es raro, nunca me habían dicho así- me explicó dándome una sonrisa- vas a ser la primera que me llame así- finalizo acomodándose en su silla.

-Siéntense todos en sus sillas- el profesor de historia acababa de llegar al salón.

Apenas escuché su voz, me acomodé mirando hacía delante (donde se encontraba la pizarra). La clase pasó rápido, pesada como siempre pero rápida. Cuándo terminó la hora de historia me dediqué a ir al bufette. Me senté en una de las mesas a tomar un jugo de multifruta que me había comprado en el kiosco y mientras, me puse los auriculares, para escuchar un poco de música. La canción Chandelier comenzó a sonar y empecé a cantar bajito, cerré mis ojos y solo me dispuse a disfrutar de la canción...

"I'm going to swing from the chandelier
From the chandelier
I'm going to live like tomorrow doesn't exist
Like it doesn't exist
I'm going to fly like a bird through the night
Feel my tears as they dry
I'm going to swing from the chandelier
From the chandelier"

Cuándo terminó la canción, me dispuse a abrir lo ojos y lo primero que encontré fue a una Zafira Lierman con los ojos abiertos como platos y la boca formada en una 'O' gigante. Yo solo la miré avergonzada y le dediqué una sonrisa tímida, ahora venían todas las críticas.

-No puedo creer que cantes tan bien- tan solo le ofrecí una mirada confundida.

-Wow, ese no era el comentario que esperaba. Gracias- le dí una sonrisa y miré mis manos que estaban descansando sobre la mesa.

-¿No querés ir hoy a un bar a divertirnos un poco? Voy a ir con unos amigos de mi escuela de música.- dijo ella, yo la miré dudando un poco. En sí, yo no era de salir en grupo. Era más de salir sola, sin depender de nadie para tomar una decisión de lo que iba a hacer.

-Bien, creo que va a estar bueno- terminé aceptando derrotada, porque Fira había puesto ojos de perrito triste y no me pude resistir a esa mirada

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Las horas pasaron, ya era de noche. Para ser exactos, las ocho de la noche. Solo faltaban quince minutos para que Fira pasara por mi casa a recogerme, para luego ir al bar. Estaba terminando de prepararme cuando escuché el sonido de una bocina de coche, sin dudar de que era Lierman, bajé no sin antes agarrar mi celular, mi billetera y mis llaves. Cuando salí de la casa, lo primero que visualicé fue el auto de Fira que era imposible pasarlo por desapercibido. Un Bugatti Chiron estaba parado frente la puerta de mi casa. Caminé hasta llegar a la puerta del coche y sin dudarlo dos minutos más, me metí adentro del Bugatti para ser recibida por el cuero de calidad y la comodidad que me brindaba este mismo.