MY HAPPY LITTLE PILL -LS(LARRY STYLINSON)

2. IMBÉCIL

Actualidad...

-Lou...- anunció el nombre del ojiazul al entrar por la puerta de aquel micro departamento, que por cierto estaba semi-abierta. Escuchó el sonido de la ducha, quería entrar, verlo, pero sabía que no era justamente lo correcto, menos por la situación en la que ambos se encontraban. Esperaría entonces hasta que él menor terminara de bañarse, aunque avisarle que estaba allí era más prudente. -Louis, soy Harry...- esperó unos segundos para que el nombrado respondiera, prosiguió, ya que el sonido del agua al caer de la regadera no cesaba. Era evidente que Tomlinson trataba de vitarlo. -Okay William, esperaré a que salgas, en verdad quiero arreglarlo- ni una sola palabra del otro lado, sólo el chorro de líquido interminable. Pegó su oído a la puerta, si Louis estuviera se oirían igual sus movimientos. Nada. Eso ya era bastante raro para el rizado. Colocó su mano derecha en la manija de aquella puerta, haciéndola girar y abrir despacio, tratando de que no rechinara.

Son incontables las situaciones o cosas que hacen que te partan el corazón, porque ¿A quién no le ha pasado? Tarde o temprano sucede, más sin embargo a él sin duda le habían lastimado anteriormente, pero ahora era totalmente distinto, desde que conoció a Louis, este había sido el dueño y culpable de las más recientes heridas y agrietadas en su corazón, incluso una cura cuando antes había tenido el corazón partido, este castaño lo reparó, había sido completamente un maravilloso genio, haciendo magia subsanando lo que antes estaba en ruinas. Y ahora, luego de todas las grietas que ahora Styles tenía por culpa del mismo sanador habían llegado a su límite, estallando por completo. El corazón en este preciso instante no sólo se rompía, estaba siendo destruido, en añicos.

Esta era la escena más dolorosa que jamás en su vida pudo presenciar, deseaba jamás haber visto esto. Su precioso Louis tirado, con los ojos cerrados, empapado, al su alrededor líquido rojo mezclado con el agua recorriendo aquel piso, llevándose consigo las píldoras. Su pequeño cuerpecito mostraba la notable pérdida de peso.

Recorrió los escasos tres pasos que le quedaban para llegar al castaño, de rodillas quedó frente a él, tocaba desesperadamente y con manos temblorosa todo su rostro, sus brazos, sus muñecas, estas últimas seguían sangrando, mucho. No tenía ni puta idea de que hacer, comenzaba a sentirse desesperado, inútil era la palabra.

-Lou, mierda, despierta imbécil- le daba palmadas no tan fuertes en las mejillas como para reanimarlo. Deseaba con fuerza que no estuviera muerto, llevó dos dedos a su cuello, alguna vez en películas había visto que así podría tomar el pulso, es lo que hacía, pudo sentir un pulso no tan constante. -Carajo- masculló al borde de las lágrimas. Marcó el número de su mejor amigo, luego del segundo pitido contestó. -Liam, por favor llama a una ambulancia, dales la dirección de Louis, RÁPIDO... mierda, porque se muere... que llames tú por que no se el número... Okay- colgó. Se maldecía por no saber el número, y si llamaba a emergencias tardarían mucho más, igual se maldecía por no saber primeros auxilios, estaba perdiendo tiempo realmente valioso. Trataba de romper las mangas de su camisa para poder amarrar y calmar la hemorragia de ambas muñecas. -Eres un tremendo imbécil William, te odio- dejó caer esa lágrima.

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Pasado...

No le había costado demasiado salir a altas horas de la noche, su padre había ido a trabajar (este era uno de eso dos días que lo hacía), su madre llegaría a la una de la mañana, en cuanto a sus hermanas, Lottie se quedaría a cargo por una hora. Procuraría no tardar demasiado.

Se reprendía interiormente por no traer un suéter mucho más abrigador, él frío comenzaba a calarle hasta los huesos. Tarado. Seguía sentado en aquella banca del parque, Zayn avisó que tardaría uno diez minutos como máximo.