MY HAPPY LITTLE PILL -LS(LARRY STYLINSON)

CAER EN EL ABISMO

Actualidad...

Hacía mucho tiempo que Louis odiaba seguir con vida, no recordaba desde cuándo, ni siquiera sabía exactamente qué sentía, solo que estaba siendo atormentado y se desgarraba a cada instante. Estaba realmente harto de toda esa mierda, de cometer errores y de ser tan miserable.

Se había hecho un hábito salir de su casa en busca de pastillas que le adormecieran el cuerpo y apagaran su mente, era una forma de lidear con todo. La rutina siempre era la misma, aunque en esta ocasión decidió cambiarla un poco. Para cuando llegó a la posilga que llamaba casa quedó de pie en el umbral por algunos segundos o quizás fueron minutos, su intensión fue echar un último vistazo a su alrededo, no porque algo le pareciera fuera de lugar, es más, aunque todo estuviera hecho un desastre sabía reconcer que cada cosa permanecía tal y como las dejó al salir; su verdadero motivo radicaba en reafirmar jodido que estaba. No tenía nada de valor, el lugar era diminuto, solo era un sótano con entrada independiente de la casa que una anciana le había prestado a cambio de que él le ayudara con sus compras y quehaceres de la casa. Tal vez esa había sido la última ocasion que la suerte se puso de su lado y la mujer se apiadó del pobre vagabundo.
En la habitación cabía el montón de cosas antiguas arinconadas y empolvadas que abrieron espacio a un colchón mullido en el que Louis podía recostarse, algún mueble que contenía libros y las pocas mudas de ropa que acompañaban al castaño, lo único que le pertenecía.

Luego, sin importarle dejar la puerta entreabierta, se dirigió directo al diminuto baño que se encontraba ahí mismo y tomó un vaso que se encontró a su paso. En el corto trayecto se deshizo con pereza de la remera blanca que cubría su torso, dejando al descubierto la piel pegada a sus huesos; era difícil saber el día exacto en el se miró al espejo por última vez, pero sí recordaba que cuando lo hizo terminó llorando desconsolado en la habitación; así que ya no había en dónde ver su miserable cuerpo, solo algunos pedazos quedaron en el piso a pie de su cama.

Abrió la llave del gua fría en la regadera y se dejó deslizar por el frío mármol hasta quedar sentado en el piso con las piernas estiradas, destapó un frasco de aquellas pastillas depositandolas en su mano hasta llenar su puño, las metió a su boca y tragó al beber el agua que llenó su vaso con ayuda del agua que caía precipitadamente sobre él. Repitió la acción un par de veces más hasta terminar con el contenido del frasco. Cuando el vaso ya no le sirvió lo aventó hacia la pared, provocando que los cristales brotaran, uno de las más grandes cayó cerca de él, no se estiró mucho para poder tomarlo. Apuntaba hacia su muñeca izquierda.

¿Realmente lo haría? ¿Realmente era un cobarde? Eso parecía. Él sabía que era un cobarde, que el matarse lo era, pero bueno ¿A quién le importa? A él realmente una mierda, una jodida mierda. Ya no era tiempo de cuestionarse y ver los pros y contra, era suficiente. No había vuelta atrás.

Y, ¿Por qué no había hecho ya el corte? ¡Maldición! ¿Qué esperaba? ¿Qué alguien llegase a salvarse de sí mismo? Por supuesto que no, esto era real y no una maldita película.

Y lo hizo. Y de nuevo, en la otra muñeca. Pero, ¿Esas eran lágrimas? Si, lo eran. No se distinguían muy bien gracias al agua de la ducha que escurría por todo su cuerpo y rostro, pero, en fin, eran las últimas. De toda su corta vida era de lo único que estaba seguro.

Sentía poco a poco como le hormigueaba el cuerpo, como iba sintiéndose adormilado y sus parpados se cerraban sin que él quisiera dormir.

Un año atrás...

Se levantó de aquella tan incómoda silla que hizo que su trasero doliera, colgando de inmediato su mochila con los útiles correspondientes a ese día. Se dirigía hacia su salón de clases, topándose en el camino a sus compañeros, Dua, Sam y Amy, se saludaron amistosamente, ellos parloteaban sobre los exámenes que se venían en dos semanas, preguntándole cosas al respecto al castaño. Él sólo quería que se callaran sino su cabeza realmente estallaría.