·Capítulo 11·

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ENJOY THE READ!!

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No paran de entrar médicos a la sala que le han asignado a Victoria, me estoy poniendo más nervioso aún. Algo está vibrando en mi bolsillo del pantalón así que por descarte tiene que ser mi móvil. Lo saco del bolsillo trasero y en la pantalla puedo leer "Llamada entrante: Pablo" No les he dicho que he encontrado a Victoria, estarán preocupados aunque no sé que es peor. Con todo y con eso descuelgo.

-Lucas ¿La has encontrado?-dice nada más descolgar.

-Sí-digo con voz quebrada.

- ¿Cómo? ¿Y no nos has dicho nada?

-No he tenido oportunidad-le explico.

- ¿Cómo no se tiene oportunidad para una cosa así? Estamos todos preocupados por Victoria y tú por ahí con ella sin decirle nada a nadie-me reprocha.

-Ya me gustaría, a mi estar con ella ahora mismo-comento.

- ¿Dónde estás?-me pregunta.

-En el hospital-le informo.

- ¿¡Qué!? ¿Qué ha pasado?-se empieza a alterar.

-Pues, estábamos en el parque y...nos pusimos a hablar, ella salió corriendo y...-se me quiebra la voz.

- ¿Qué ha pasado?-pregunta alterado.

-Han atropellado a Victoria-digo de una.

- ¿En qué hospital estáis?-pregunta rápido.

-En el que hay a un par de manzanas del parque cerca de casa, ahora mismo no me acuerdo de cómo se llama-le explico.

-Vale, ya sé cuál es. Aviso a los demás y vamos para allá ¿Le ha pasado algo?

-No lo sé, a la habitación no paran de entrar médicos pero aquí nadie dice nada...-digo con indicios de desesperación.

-De acuerdo, en un momento estamos allí-dice y cuelga.

Aquí me quedo yo otra vez, sentado en uno de los sillones de la sala de espera, viendo como salen y entran personas de aquella sala en la que se encuentra Victoria, y yo aquí sin poder hacer nada. Veo que un médico se dirige hacia la puerta de la habitación. Me suena su cara, es decir, ya ha entrado y salido varias veces así que me pongo enfrente de la puerta cruzándome en su camino impidiéndole el paso.

- ¿Cómo esta Victoria?

-No le voy a mentir, no tiene muy buena pinta, pero aun nada es seguro. Lo único que sabemos es que tiene tres costillas rotas, y un corte algo profundo en la cabeza, que ya hemos cosido, pero de momento no hay nada seguro-me explica- ¿Es el único familiar?-pregunta.

-No soy familiar soy un amigo, y no, no soy el único los demás están de camino-le explico.

-Cuando estén todos, por favor llama a la puerta por si tenemos alguna novedad.

-Tranquilo, no dudare en hacerlo, gracias.

Diez minutos después veo a Aria corriendo por el pasillo, me ve y se me engancha al cuello abrazándome. Está llorando, ya se ha enterado de lo sucedido, no dudo en abrazarla yo también, todos lo estamos pasando realmente mal, pero me atrevo a decir que nosotros nos llevamos la peor parte. En estos últimos meses he congeniado muy bien con Victoria y no se me pasa por la cabeza el simple hecho de perderla. Veo que Aria no para de llorar, así que intento tranquilizarla.

Insomnio PlacenteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora