Insomnio Placentero

·Capítulo 25·

Muchas gracias por seguir leyendo, no he podido actualizar hasta ahora pero lo prometido es deuda, así que aquí teneis uno de los últimos capítulos de esta novela. Muchas gracias y ya sabéis...

ENJOY THE READ!

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Pablo

Voy en dirección al baño después de la gracia de Álvaro y Miguel. Entro y en un par de minutos salgo con el móvil en la mano y mirando Twitter. Nada más cruzar la puerta del baño me choco con alguien y cuando voy a cogerle de la mano se me resbala. Abro mucho los ojos y me tapo la boca con las manos veo que con quien me he chocado es una chica que salía de baño.

-Lo siento-digo dándole la mano de nuevo, cuando se levanta la veo, es ella es la chica de la otra tarde.

-Podías mirar por dónde vas-dice sin mirarme.

-Yo-yo lo siento, intenté ayudar pero tenía las manos mojadas y te resbalaste no pude hacer nada, lo siento mucho-digo avergonzado, nervioso y muy rojo.

-No pasa nada-dice sonriendo-Ya está estoy bien de verdad-dice mirándome.

-Oye a ti te conozco de algo-le digo sonriendo más tranquilo- La última vez que te vi tu perro me chupó por la cara.

-Cierto tú eres el chico que estaba haciendo deporte el otro día la obra.

-Sí-sonrió-Bueno creo que debería volver a mi mesa.

-Sí, yo creo que también debería volver a la mía. Por cierto aún no sé cómo te llamas-digo antes de irme.

- Hera-dice en un susurro.

-Pablo-digo y le doy dos besos-Encantado de conocerte.

-Igualmente-nos dirigimos a nuestras respectivas mesas cuando me giro.

-Hera-la llamo-Estás muy guapa-ella sonríe se son rojas y vuelve a su mesa.

Llego a la mesa sonriente y me parece que hasta un tanto ruborizado, por suerte, están tan pendientes de sus postres y sus piques de pareja que no se han dado cuenta. Terminamos de comer y cuando vamos a pagar las chicas ya han pagado todo, lo tienen todo preparado.

Salimos del 40 Café y vamos en dirección al Retiro. Van en parejas Lucas y Victoria van en la cabeza, después de ellos van Miguel y Álvaro hablando de sus chicas, delante de mí Raúl y Aria picándose y dándose mimitos, esta pareja es muy bipolar y detrás del todo yo, solo, dándole pataditas a una piedra y con las manos en los bolsillos.

Desde fuera puede parecer una imagen triste pero no lo es. Una sonrisa adorna mi cara y un sinfín de imágenes recorren mi cabeza, pero la imagen que predomina es su sonrisa y ese rubor en las mejillas. Sin darme cuenta llegamos al Retiro y empezamos a repartir quién va con quién en las barcas que las chicas de tenían reservadas.

-No, no, y no-dice Victoria mirando a Lucas.

-Pero... ¿Por qué?

-Porque la última vez que me subí contigo una barca acabé en el agua. Ahora me voy con Pablo-explica y se abraza a mí.

Las barcas se quedan de tal manera que Victoria y yo nos montamos en una, Lucas y Álvaro en otra, Aria y Raúl en otra y el pobre Miguel se queda solo. Después de un rato en la barca Victoria saca un tema un tanto peliagudo.

-Y bueno ¿Qué tal los amores?-pregunta moviendo las cejas.

- ¿Qué amores? Si soy el marginado del grupo.