Insomnio Placentero

·Capítulo 20·

Ya tengo el grupo de Whatsapp, quien quiera entrar que me lo diga por comentario, un besitooo :*

ENJOY THE READ!!

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Victoria

            Vaya historia, pero siendo Miguel uno de los protagonistas no me esperaba menos.

            —Qué manera más extraña de conocerse—dice Pablo.

            —Estamos hablando de mi primo, Pablo ¿Qué esperabas?

            —Bueno, no siempre habrá sido así ¿no?—digo yo.

            —Sí, siempre ha sido así—comenta Álvaro.

            —Eso es verdad, tratándose de Miguel no había mucho más que esperar—dice mi hermana.

            —¡No os metáis más con él!—dice Olivia.

            —Menos mal que mi novia me protege.

            —¡Claro! ¡Si yo te quiero mucho!

            —Sí, sí, eso es lo que dices ahora. Después acabarás como yo. La confianza da asco—dice Helena.

            —Tú das asco, la confianza no—dice Miguel mirando a su prima.

            —Serás…—le da un golpe en el hombro.

            Estamos hablando y haciendo bromas toda la tarde, cenamos un par de pizzas y llega la hora de acostarse.

Álvaro

            Me levanto del circulo que hay ahora formado por todos los que estamos allí y me dirijo a la tienda, estoy bastante cansado. Que le confieses tus sentimientos a la persona a la que amas y no te corresponda es un palo, lo único que necesito ahora es descansar.

            Abro la cremallera de la tienda y voy a acostarme cuando de repente oigo que vuelven a abrir la cremallera.

            —¿Álvaro? ¿Qué haces tú aquí?

            —Olivia, es mi tienda, estoy cansado y voy a dormir.

            —Vale pero no creo que a Miguel le haga mucha gracia que durmamos aquí os tres—ríe.

            —¿Qué tres? ¿Qué hablas?

            —Te recuerdo que Miguel es mi novio.

            —¿Ya y?—por dios que me diga lo que quiera ya, estoy cansado quiero dormir.

            —Que voy a dormir con él.

            —Vale, ya lo capto, disfruta de la noche con el Fideo.

            Salgo fuera, ya están todos en sus tiendas. Me siento en uno de los trocos y aprovecho el poco fuego que aún queda. Estoy solo y me pongo a pensar, aun que no sé si es muy buena idea. De repente oigo que se abre una cremallera y me giro a ver quién sale a estas horas. Es Helena.

            —¿Álvaro? ¿Qué haces aquí?

            —Pues…me han echado de mi tienda y me he quedado aquí pensando un rato.