MI VIDA JUNTO A TI.

V. SUPERHÉROE

Al día siguiente Christa se despertó temprano para corroborar lo que la noche anterior había visto, aquél chico que había sido muy linda con ella cuando eran pequeños. Se cambio rápidamente y dispuso a dirigirse al comedor, camino tan rápido que pareciera que iba corriendo, cuando escuchó:

—¡Oye Christa!

Volvió a ver y pudo darse cuenta que Reiner venía caminando hacía ella.

—Ymir me dijo que te llamara parecía no estar muy bien, deberías ir a verla.

—Oh, lo siento salí demasiado rápido y ella aún no despertaba, pero gracias Reiner enseguida llego. —¿Podrías aguardar un asiento para mí?—.

—Claro, no te preocupes. Te veo luego

Christa corrió de nuevo hacía su habitación, tumbó la puerta de un golpe buscando a Ymir pero no le encontró.

—Tal vez está en el campo pensó.—cuando de repente una mano le tocó su hombro, por lo que se asusto. —¡KYAAAAAAA!—grito la pequeña rubia al ver a su amiga con la nariz demasiado roja y una mascarilla de trapo yacía en su cara.

—¡Ymir, casi me matas!—dijo con alivio mientras ponía una mano en su pecho. —¡Por Dios! ¿Qué tienes?—reaccionó después.

—Tengo un grave resfriado, te mandé a llamar porque quería pedirte el favor de traerme mi desayuno.

—Oh si claro no te preocupes, en realidad me levanté temprano para ir a comer.

—Te lo agradecería muchísimo porqué me siento terri..¡ACHU!

—Ven acuéstate, no sé qué haces levantada de todos modos.

—Fui a buscar a Reiner para que te dijera.

—Si, pero ya pasó. —¡Vamos ahora a la cama—dijo mientras le daba una ayuda con un empujoncito. —No te preocupes, yo te traigo tu desayuno.

—Graci....¡ACHU!

Christa se fue enseguida al comedor, se sentía un poco culpable de no enterarse antes del estado de su amiga por salir rápido de la habitación.
Entró al comedor y casi todos se habían levantado ya, Reiner y sus amigo Bertholdt aún estaban esperando por ella.

—¡Christa, por aquí!—cuando vio que éste levantaba su mano.

—Te he guardado además el desayuno ¿qué pasó con Ymir?—dijo Reiner un poco preocupado.

—Tiene un horrible resfriado y no iba a poder venir al comedor.

—Oh rayos, bueno espero esté mejor. Lastimosamente tenemos que irnos a entrenar sino el instructor Shadis nos matará, además Bertholdt debe ver a Annie en acción ¿no es así?—dijo codeando a Berth con una sonrisa burlista en su rostro.

—¡AHHH! ¡Espera! ¿Pe..pe..pe..pero qué dices Reiner?—respondió el otro muy avergonzado.

—Jajaja, vamos Reiner déjalo—decía Christa con una risa tierna. —De todos modos gracias por la comida y el asiento, aunque les debo una comida juntos.

—Tranquila no hay cuidado.—decía Reiner mientras se levantaban y retiraban de la mesa junto con Berth.

—Ohh rayos ¿ahora qué comeré yo?—se preguntó a sí mísma con un poco de pena. —Bueno, de igual forma debo llevarle de comer a Ymir, ella está peor que yo.

Christa, envolvió en una manta un pedazo de pan y queso, llenó del grifo un pequeño recipiente con agua y lo llevó a Ymir.

—¿Ymir?—preguntó mientras habría la puerta.