III. RECLUTAS

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Eran inicios del año 848 y Christa cumpliría 13 años, ya puede enlistarse a la milicia y poder entrenar para ser recluta, ella aún no decidía en cuál de las tropas entra, pues aún tenía 2 años para decidir; por lo que cuando tuviera 15 ya estaría segura de lo que quiere hacer por beneficio de la vida en los muros.

Los señores Reeves quiénes habían acogido y empleado a Christa los últimos meses el año anterior le despidieron con mucha pena el día que partió al cuartel de reclutas, había sido muy buena empleada, asegurando que no habían tenido a nadie que cuidará los animales en la forma que ella lo hacía, además que ellos le habían tomado un gran cariño gracias a su ternura y carisma. Christa también se despidió de ellos con un poco de tristeza pues estaba agradecida que ellos le trataran tan bien el poco tiempo que estuvo con ellos.

Durante su llegada al cuartel de reclutas vio muchísimos chicos de su edad que de igual forma pensaban enlistarse en alguna de las tropas, escuchaba muchos comentarios sobre las personas que se unirían a la Policía Militar.

—Quiero vivir tranquilamente dentro de los muros.—escuchó decir a un chico que se creía muy cool, que a su parecer tenía cara de caballo.

—Oye yo también quiero vivir de esa forma.— le contestó uno muy tierno que tenía pecas en sus mejillas.

—Mmm, no sería mala idea.—pensó la rubia. Aunque no estaba muy enterada de qué era cada una de las tropas y no quería tomar una decisión a la ligera, ella aún no se preocupaba por saberlo, a penas y empezaría el entrenamiento que durante tres años tendría que soportar.

Llegados la mayoría de reclutas, el instructor de aquella generación se haría presente en el patio del campo de entrenamiento. Se presentó diciendo:

—¡TODOS USTEDES MOCOSOS ARMEN FILAS!

A lo que todos se apresuraron a tomar un puesto lo más rápido posible, ese hombre tenía una apariencia bastante temible. Christa enmedio de la prisa no logró tener un puesto adelante por lo que no tuvo más remedio que quedarse atrás, aunque le costaba mucho ver igual decidió poner atención a lo que el instructor decía.

—¡TODOS Y CADA UNO DE USTEDES MOCOSOS IMBÉCILES DEBEN ENTRENAR MUY DURO PARA LOGRAR SER BUENOS SOLDADOS, DE USTEDES DEPENDERÁ LA VIDA QUE SE LLEVE DENTRO Y FUERA DE LOS MUROS...!

El instructor, Keith Shadis había sido ex Comandante de las Tropas de Reconocimiento por lo que era muy duro para dar discursos de bienvenida.

—¡Tú maldito! ¿Quién eres y por qué has decidido reclutarte?—dijo a un chico 2 filas delante de Christa, debido a su estatura se le hizo imposible verle por lo que sólo escuchó.

—¡Mi nombre es Jean Kirschtein Señor, he venido aquí para unirme a la Policía Militar...!

Así varios chicos se presentaron durante un rato ante el instructor, uno llamado Marco, otra Ymir, uno Reiner y luego después de un rato Christa dejó de poner atención a las presentaciones. No estaba para nada atenta desde hacía rato, cuando vio dirigirse hacia ella al instructor Shadis, con su cara de enojo. Le preocupaba no saber qué decir cuándo le preguntará a que tropa se uniría.

—¡Tú mocosa! ¿Quién er...—decía Shadis a Christa cuando se vió interrumpido por una escena que merecía un castigo riguroso; y es que una chica de la línea de atrás estaba comiendo una patata.

—¡Tú maldita! ¿Qué crees que estás haciendo?—Dijo el instructor a aquella chica. —!TE HABLO A TI DESGRACIADA!—le gritó de nuevo.

—¡Soy Sasha Braus, señor! —¡Encontré esta patata en la cocina y decidí comerla, pues saben mejor calientes!—dijo. Seguido de eso la partió por la mitad y se la dio al instructor, quien no disimuló su cara de asombro.

MI VIDA JUNTO A TI.Where stories live. Discover now