VII. DESILUSIÓN

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Al día siguiente Eren tuvo que levantarse muy temprano e irse a la oficina del instructor Shadis, iba de camino donde él cuando encontró al chico que provocó todo el desastre del día anterior.

—Vaya día ¿no florecita?—mencionó el odioso soldado.

Eren sólo le vio de reojo y de forma displicente sin responder nada, sólo siguió su camino ignorándolo.

—Bien basuras, lo que van a hacer es lo siguiente: Jaeger, quiero los establos limpios antes del mediodía y luego de eso irás a dejar una correspondencia a las tropas estacionarias en Trost, te quiero aquí antes del atardecer, ahora vete.—dijo Shadis.

—¡Si, señor!—respondió el castaño haciendo el saludo con su mano, luego salió de la oficina de Shadis y fue directo a los establos.

Eren caminó hasta los establos, que estaban más o menos a unos quince minutos del campo de entrenamiento y veinte minutos del comedor, era imposible que encontrar a alguien por esos lados, los únicos que pasaban por el lugar eran los encargados de los caballos y los demás instructores vigilantes del campo.

Llegó al establo, estaban bastante sucios sabía que tomaría gran parte del día limpiándolos por lo que empezó la tarea lo más rápido que pudo; después de un rato limpiando casi todo; se quedó dormido en medio del heno que estaba dentro; otra vez, aquél sueño extraño de hacía tiempo regresó, pero, ¿por qué estaría su padre en él? ¿qué eran aquellas palabras? ¿Salvar a Armin y a Mikasa?.

—¡AHHH!—Despertó de un susto.—Vaya, de nuevo esa sensación del sueño largo ¿por qué me pasa esto?—decía mientras limpiaba sus ojos con su mano.

Se levantó del lugar y terminó de limpiar el establo, se conducía ya de regreso donde Shadis cuando recordó que Christa le esperaría para salir al distrito

—¡Maldición! ¡Christa!

Salió corriendo directo al comedor a buscarla, esperaba que al menos uno de los chicos se encontrará ahí. Entró de golpe en el comedor pero nadie se yacía en el lugar, corrió hasta su dormitorio para ver si Armin se encontraba y le podría decir a Christa que le habían suspendido su día libre, pero no tuvo éxito en encontrarlo.

—Dios, soy un tonto.—mientras se tomaba la cabeza.

Para su suerte cuando iba de regreso donde Shadis a traer la correspondencia encontró a Franz y a Hannah.

—¡Chicos! ¿han visto a Christa o a alguno de los chicos?

—Hola Eren, pues, hace como una hora escuché que se dirigían a Trost. Pero no sé si ella se iría con todos ell...

—Gracias chicos adiós.—salió corriendo sin dejar que Franz terminará la frase.

Corrió lo más rápido donde el instructor; éste le dio las indicaciones y partió de inmediato al distrito.

P.O.V de Christa

Se despertó muy temprano para poder dejar todas sus cosas en orden para el día siguiente que volvería a entrenar; tomó un baño un poco largo para relajar los nervios que sentía, antes había salido con sus amigos, pero, esta vez era diferente, este chico a pesar de hacerle sentir muy cómoda le hacía sentir un poco de nervios cuando la veía y le hablaba, sus mejillas se ruborizaban cuando él le sonreía en cada saludo, era obvio que no quería ser sólo su amiga, era consciente que debía de ser correspondida y aquella cita sería la mejor forma para saberlo o tener algún indicio.

Al terminar su baño; cepillo su cabello, tomó una pequeña coronilla que había hecho días atrás y la pusó como adorno en su hermosa cabellera rubia, colocó un poco de color en sus labios, se cambió y salió a la entrada del cuartel de reclutas, esperaría a Eren en la entrada. Llegó un poco antes por si él lo hacía; sonó el reloj de las 9, pero él aún no aparecía. —Quizás se atrasó un poco, además he venido antes.—se dijo. Algunos reclutas empezaron a salir, era típico que fueran a alguno de los distritos céntricos de la muralla.

MI VIDA JUNTO A TI.Where stories live. Discover now